Línea Política.
Agustín Contreras Stein.
YA SOLO falta que Dante Delgado Rannauro, senador de la república, ex gobernador del Estado de Veracruz, y dirigente moral del partido político Movimiento Ciudadano, sea nombrado en alguna secretaría de Estado, para que se concrete, definitivamente, su adhesión a Morena, y a los deseos presidenciales.
Como lo comentamos hace algunos días, en este mismo espacio, todo parecía indicar que Movimiento Ciudadano, propiedad política del veracruzano nacido en Alvarado y crecido en la ciudad de Córdoba, trabajaba para la cuarta transformación, primero rechazando la conjunción de esfuerzos con la coalición política e integrándose al bloque opositor y luego, por la evidente tarea de atacar al partido revolucionario institucional, organización política que le dio la oportunidad de figurar políticamente dentro de sus filas por muchos años y ocupando muchos puestos de importancia, entre ellos, el de Gobernador del Estado, por cuatro años.
Independientemente de lo anterior, algo debió pasar, por ordenes superiores del ejecutivo nacional, para que, de la noche a la mañana, se apartara del proceso electoral del Estado de México, donde decidió no participar con su partido, como ya estaba previsto, todo, por el supuesto afán de participar solitariamente en los procesos electorales, incluyendo, desde luego, el correspondiente a la sucesión presidencial y en el Estado de Veracruz.
Con todo esto que está pasando y más ahora en que abiertamente Movimiento Ciudadano, se ha dedicado a denostar al partido que le dio vida política y dinero en abundancia a su jefe moral, hay quien piensa que su conciencia política ha sido bien pagada para que se comporte políticamente de esta manera, tal y como sucedió recientemente con el mismo presidente de la junta de coordinación política del senado de la república, Ricardo Monreal Ávila, quien desistió de su búsqueda de la candidatura a la presidencia por el solo hecho de ser leal al presidente, lo que quiso decir, que no le daría mayores problemas, seguramente a cambio de alguna concesión política que pronto habrá de aparecer. Hasta estos momentos, Dante, no aparece como uno de los complacientes colaboradores del presidente, pero sus actos y sus acciones públicas, demuestran que ha sido comprado por el jefe de la nueva mafia del poder.
Con su actitud, Dante, traiciona a miles de seguidores en la entidad veracruzana y su partido político, decepciona mucho a quienes han creído en él.
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EL PODER SE ACABA
DESPUÉS DE LAS ELECCIONES próximas en los Estados de México y Coahuila, estaremos, propiamente, a un año de la elección presidencial, y consecuentemente a un año, cuatro meses, de la culminación del poder presidencial que ahora detenta López Obrador. Seguirá, supuestamente, detrás de la nueva figura presidencial, si es que gana Morena, pero es algo que todavía no se puede asegurar, porque el poder es el poder y quien lo ejerza para entonces, no pensará compartirlo, menos con un hombre que será doblemente repudiado por su forma arbitraria y dictatorial con la cual opera en el presente.
Dentro de un año, cuatro meses, López Obrador, se quedará solo y tendrá, solamente, dos caminos qué seguir. El primero, quedarse en México, encerrado en su rancho del Estado de Tabasco, donde no se exponga a los desaires de la gran mayoría de mexicanos, o de plano, residir en algún país amigo, como Venezuela, donde sea cubierto y se haga difícil su extradición, si la oposición ganara las elecciones presidenciales, porque si esto sucede, habrá persecución para que responsa por el deterioro político y económico de México.
Su futuro, como se ve ahora, no es tan halagador que se diga, porque aunado a las agresiones que ha cometido en contra de la sociedad en general, sigue insistiendo en crear más enemigos, tanto para su gobierno, como de manera personal que, seguramente, serán cuentas por cobrar, apenas comience a descender el poder que ahora tiene.
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MORENA, EN AGOSTO, COALICIÓN EN DICIEMBRE
DICEN QUE DESPUÉS DE LAS elecciones intermedias de los Estados de México y Coahuila, los esfuerzos políticos de Morena, como de los que corresponden a la coalición política, se centrarán, indudablemente, en analizar profundamente los perfiles que tienen a su disposición para poder decidir su respectiva candidatura a la presidencia de la república.
Si esto camina, como supuestamente está caminando en el interior de cada organización política, se tiene previsto que, para el mes de agosto, a más tardar, Morena, el partido político en el poder, ya tenga definido su candidato y comience a trabajar específicamente en la tarea de hacerlo más popular e introducirlo en la conciencia de cada mexicano que habrá de votar en las futuras elecciones.
Para el caso de la coalición política, cuyos acuerdos ya habrán aterrizado para entonces, estará a la expectativa, porque su estrategia desde ahora, será conocer a quién se enfrentará y de esa manera tener la posibilidad de preparar al perfil político más adecuado para poder competir adecuadamente.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
