Por Yamiri Rodríguez Madrid
De todo hubo este fin de semana en lo que es el penúltimo intento por conformar la alianza opositora en la entidad veracruzana. Primero, el sábado, una foto llena de simbolismo; un desayuno entre los líderes estatales del PRI y el PRD, Marlon Ramírez Marín y Sergio Cadena Martínez, en la que una charola de PAN aparecía enfriándose, endureciéndose, en la esquina inferior derecha, igualito que su homólogo albiazul, Joaquín Guzmán Avilés, quien se resiste a jalar al cien con ellos.
Inmediatamente surgieron, como en cascada, una serie de señalamientos, sobre y por debajo de la mesa; tanto de los protagonistas, como de sus emisarios, en horda: todos cargados con una dosis de verdad. Por ejemplo, han acusado al PRI y al PRD de responder a los intereses de Miguel Ángel Yunes Linares, pero también al PAN de tener un contubernio con Morena. En el caso de los primeros, recordemos que desde que buscaba convertirse en líder estatal del tricolor, de Marlon Ramírez, sus malquerientes señalaban que el ex gobernador era su principal impulsor, dada la supuesta relación que tejieron cuando el priista fue regidor con su hijo Fernando, presidente municipal de Veracruz. En el caso del PRD, lo abanderaron como candidato a gobernador en el 2016 y a su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez en el 2018.
Sobre Guzmán Avilés hubo incluso acusaciones de que el gobierno estatal supuestamente le ayudó a operar la elección interna del PAN para que se convirtiera en dirigente, cerrándole el paso a José de Jesús Mancha Alarcón, el alfil de Yunes Linares, algo así como los enemigos de mi enemigo son mis amigos, además de que en todo este tiempo el oriundo de Tantoyuca ha tenido una actitud más que agazapada ante los desatinos morenistas: calladito se ve más bonito.
Lo que hay sobre la mesa es el jaloneo por las fichas, donde el PAN se quiere quedar con todas las ciudades grandes y dejarle solo la morralla a la oposición. Por ejemplo, en Xalapa, quieren nominar presidente municipal y los dos diputados locales; lo mismo en el Puerto, en Boca del Río, en Coatzacoalcos, en municipios donde incluso ellos no son los competitivos. Quieren jugar, pero no prestar la pelota. Si no cuaja, es probable que veamos al priista Carlos Aceves Amezcua de candidato a diputado local por el PRI-PRD; al dirigente municipal del PRD, Alberto Meza Abud, quien tiene mucho mucho rato caminando las más de 500 colonias de la capital o al empresario y activista, Alejandro de la Madrid quien, por cierto, ya trae unas bardas con pintas en tonos amarillo y negro.
Ante tanto torpedeo, la dirigencia estatal del PAN sacó un comunicado donde cita al PRI y al PRD para sentarse este lunes y platicar y acordar. Sea como sea tienen ya solo unos días para ponerse de acuerdo si es que en verdad quieren derrotar a Morena. A ver si este lunes sale humo negro o, en este caso, multicolor.
@YamiriRodriguez
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