*Mujeres en la ciencia requieren apoyo para estudiar y ser madres.
*La investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM y reconocida divulgadora científica participó en la clausura del ciclo “La mujer en la cultura”, organizado por el CEPE-.
/ Diana Saavedra /
Las nuevas mujeres en la ciencia requieren de más apoyo que nunca, tienen que luchar porque la nueva Ley de Ciencia y Tecnología además de desdoblar el lenguaje tenga acciones concretas para que puedan estudiar doctorados y, al mismo tiempo, tener hijos, consideró Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM y reconocida divulgadora científica.
Al participar en la clausura del ciclo “La mujer en la cultura”, organizada por el Centro de Enseñanza Para Extranjeros (CEPE), la ganadora del Premio Kalinga, de la UNESCO, se preguntó ¿por qué no hay más mujeres en la ciencia?
La respuesta que dio es que la mujer no puede esperar 50 años para tener hijos, y para tener una carrera científica se necesita el doctorado, la estancia posdoctoral, conseguir un puesto de investigador, empezar a publicar, pero para entonces ya se superan los 40 años y un bebé requiere de mucha energía, tiempo y cuidado.
“En México, claro está, están a las familias, pero lo que necesitamos es que haya en los centros de investigación y en las escuelas guarderías, como en los hospitales de EU, que donde todo el personal desde médicos hasta afanadores tiene derecho a las guarderías y también los enfermos”, comentó.
Al ofrecer la charla “La mujer en la ciencia”, Fierro Gossman, reflexionó por qué debería haber más mujeres haciendo investigación y respondió que esto se debe a que las mujeres tienen problemas que a los hombres no se les ocurre resolver, no por mala fe, pero que persisten, como los dolores menstruales, la menopausia, etc.
“Mientras no haya mujeres en la ciencia ese problema no se va a resolver; ni se diga de las pruebas de cáncer de mama, ¡es un apachurramiento! Las mujeres no quieren ir a las pruebas. Estoy segura de que si a los hombres les apachurran sus partes como a nosotras hubieran inventado otra cosa. Las mujeres somos las que tenemos que inventar ese tipo de aparatos”, detalló la también profesora de la Facultad de Ciencias.
La experta en el estudio de la materia interestelar y del sistema solar enfatizó que la ciencia se hace por placer y amor, la mente humana ha sido capaz de entender cómo el universo se formó hace 13 mil 800 millones de años, ha evolucionado. La astronomía es fácil de divulgar con su musa Urania y forma parte de las artes y la cultura. Igualmente recordó el legado de los mayas y sus muy completos calendarios que predecían los eclipses y múltiples fenómenos astronómicos ¿cómo no enamorarse de la astronomía con esta vastísima cultura?
JULIETA FIERRO GOSSMAN. Foto: cortesía Seila Montes/Archivo
“Este es un momento para que las mujeres tengamos mayor acceso a la cultura, la UNESCO acaba de crear un Instituto para la Educación de por Vida y la idea es que la educación de por vida sea un derecho humano”, comentó.
Aprender es algo que cada ser humano debería tener internalizado, destacó la ganadora del Premio de Divulgación de la Ciencia, de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo, luego que tengamos el hábito, es posible que la educación básica sea híbrida, que los jóvenes además de hacer doctorados o posdoctorados tomen cursos en cualquier lugar del mundo, que haya más cursos masivos a distancia para que construyan su carrera de acuerdo a las necesidades que tengan.
El nuevo instituto de la UNESCO tiene como propósito que todos tengamos acceso a la cultura universal, lo cual es fantástico y la idea es que sea de acuerdo con nuestra idiosincrasia, que el conocimiento tenga que ver con lo nuestro, reflexionó la ganadora de la Medalla Benito Juárez como Mujer del Año.
Recordó que cuando era pequeña acudió a un colegio francés y estaba convencida de que era descendiente de los galos, pero cuando le hablaban de la comida francesa no entendía nada, porque nuestros alimentos son totalmente diferentes. “Es decir, tenemos que divulgar la cultura de tal suerte que nos haga sentido, en nuestro idioma e intereses”.
Como un mensaje para las mujeres, Fierro Gossman recordó que cuando tenía como 7 años se sentó en un sillón y se dijo “no me voy a dejar” y siempre ha hecho esto, lo que le ha causado muchos problemas, pero ha tenido una vida plena y libre.
Recordó que nuestra cultura no favorece a las mujeres pues se les culpa de todo, pero debemos convencernos de que esto es un mito, que las mujeres no son culpables de nada, y que sí tienen derecho a la cultura universal.
Agregó que el cambio viene siempre con una mayor presión a la mujer, se gana el derecho a estudiar, pero se tiene que ser la mejor, y al mismo tiempo, dar satisfacción a las presiones de las abuelas de que se debe hacer todos lo en la casa, lo que lleva a que las mujeres crean que deben hacer todo perfecto, y probar que somos capaces.
“Pues les tengo un secreto, no, no tenemos que probar nada. Hay mujeres en todas las áreas del conocimiento que son magníficas, no tenemos que probar nada. Ahora de lo que se trata es que aprendamos a ser felices”, finalizó.
