*Escrito por Edith González Cruz
17.10.2023 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- En la conmemoración del 70 aniversario del voto de las mujeres en México, Marcela Guerra Castillo, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, llamó a actuar frente a las nuevas barreras y peligros, relacionados con la violencia y la cultura de la misoginia, que afectan a las mujeres que aspiran a seguir haciendo política.
“Es cierto que hay avances legales en pro de la participación política de las mujeres en México, sin embargo hoy, la cara crítica se encuentra en la violencia, en los feminicidios, en el asesinato de candidatas, en la intimidación a las que están sujetas”, señaló.
La diputada destacó la labor en pro del sufragio femenino que tuvo Hermila Galindo Acosta, secretaria de Venustiano Carranza, y que marcó el camino de una lucha para conquistar ese derecho, que se alcanzó en 1953. Asimismo, recordó que el país ha avanzado en el establecimiento de cuotas obligatorias para la participación política de las mujeres con las acciones afirmativas, prueba de ello es que la Ley Electoral de 1996 se estipuló la obligación de los partidos políticos de consolidar el famoso 30 por ciento, cifra que para el 2008 aumentó al 40 por ciento y penalizaba a los partidos, que podían hasta perder el registro, que no acataran esta acción afirmativa.
Por otra parte, en el 2014 se incorporó el principio de paridad en la Constitución, siendo el 2019 cuando se logró la paridad en todos los niveles y órdenes de gobierno. Además, dijo, se creó un “candado” legal para que las fórmulas electorales, tanto titulares como suplentes, fueran mujeres.
En este tema, la diputada Guerra compartió cómo fue que se aprobó la reforma constitucional de paridad, cuando era senadora: “En ese entonces el Ejecutivo había mandado las famosas 11 reformas estructurales, como la energética, la educativa, la de telecomunicaciones, entre otras. Previniendo que podían ‘encorchetar’ la reforma de paridad, las diputadas, senadoras y mujeres de todos los partidos nos reunimos y decidimos ver a los coordinadores, especialmente, al coordinador de la mayoría, y le dijimos “si no hay reforma constitucional de paridad, no hay reformas estructurales. La reforma se logró con una negociación”.
La ceremonia de conmemoración del sufragio femenino se realizó ayer en las instalaciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), institución que ha contribuido a fortalecer el régimen democrático.
“El día de hoy, a 70 años de haber sido reconocido el derecho de votar y de ser votadas a las mexicanas, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, como máxima autoridad jurisdiccional electoral en el país, ha contribuido definitivamente a consolidar una sociedad igualitaria en la que se garantiza a las mujeres el pleno disfrute de los derechos políticos electorales”, indicó la diputada en su participación.
2024: el Proceso electoral más grande en la historia del país
Las elecciones del 2024 serán las más importantes en la historia del país. No solo en cantidad de votantes, 98 millones de electores a nivel nacional (en el 2021 la lista nominal fue de 23 millones) o la instalación de 170 mil casillas únicas en todo el territorio (aproximadamente 8 mil más que en 2021), sino porque además se realizarán elecciones de la Presidencia de la República; nueve gubernaturas (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán y Ciudad de México); 300 diputaciones por mayoría relativa y 200 por representación proporcional, 64 senadurías por mayoría relativa, 32 de primera minoría y 32 de representación proporcional.
Además se elegirán 20 mil 263 cargos en todo el país, el 97% de estos son cargos locales en 29 entidades. A excepción de Coahuila. Cuyo Congreso se renovó en las elecciones de 2023, todos los estados del país elegirán a sus nuevos integrantes de los congresos locales, entre ellos la Ciudad de México, donde se elegirá al Jefe de Gobierno y sus 16 alcaldías. Por lo anterior, es un hecho que la participación de las mujeres en las próximas elecciones será la más alta desde que se tenga registro.
“Tenemos que hacer algo, porque en estos comicios que están por venir no podemos permitir que haya secuestros de candidatas, desapariciones, asesinatos, intimidaciones. Ya no se trata de un tema legal, sino de prácticas nocivas que tiene que ver también con la procuración de justicia”, puntualizó la diputada Marcela Guerra.
El camino para que las mujeres pudieran votar y ser votadas
La historia del ejercicio pleno de los derechos políticos de las mujeres es y ha sido una carrera de obstáculos. Si bien, algunos estados reconocieron muy temprano este derecho, en varios casos lo hicieron con requisitos que dejaban en franca desventaja a las mujeres.
Por ejemplo, en 1922, Yucatán y Sinaloa, reconocieron la ciudadanía de las mujeres y se les permitió su participación en la vida política de la entidad, otorgándoles el derecho a votar y ser votadas, pero sólo a nivel municipal y estatal. En 1925 lo hizo Tabasco, en el 36 Puebla y tres años después Chihuahua y Durango. Nayarit se sumó a esta ola en el 1947, un año después Hidalgo y Jalisco, Aguascalientes en 1950.
Aunque la reforma constitucional de 1953 reconoció la ciudadanía de las mujeres y su derecho a votar y ser votadas, la larga historia por este reconocimiento tuvo tras de sí una historia de movilizaciones, acciones, propuestas e iniciativas.
En un recuento realizado por Ana Güezmes, entonces representante en México de ONU Mujeres (2014), se indica que en 1923, en México, se celebró el Primer Congreso de la Liga Panamericana de Mujeres, al que asistieron más de cien delegadas de todos los estados del país, entre quienes se encontraban las dirigentes feministas más importantes del momento: Luz Vera, Margarita Robles de Mendoza, Matilde Montoya, Columba Rivera y Julia Nava de Ruíz Sánchez, entre otras. Este encuentro resolvió enviar al Congreso de la Unión una petición de igualdad de derechos políticos para hombres y mujeres. Así, para fines de aquella década la cuestión del sufragio femenino pasó a formar parte de la agenda de los partidos políticos.
En 1937, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, se lanzó la iniciativa de reforma al artículo 34 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en ella se solicitó por primera vez el derecho a la mujer de votar y obtener cargos de elección popular. Dicha iniciativa fue aprobada por las cámaras de Senadores y Diputados, pero al final no se hizo la declaratoria de Reforma Constitucional.
Años después, el 6 de abril de 1952, más de veinte mil mujeres se agruparon en el Parque 18 de Marzo de la Ciudad de México, exigiendo al entonces candidato presidencial Adolfo Ruíz Cortines que hiciera cumplir su promesa de plasmar en la Constitución el derecho de las mexicanas a votar y ser electas.
Ya como presidente Ruíz Cortines, publicó el 17 de octubre de 1953, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), un decreto donde anunciaba la promulgación de las reformas constitucionales, otorgando a las mujeres el derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular.
Las primeras representantes políticas -recordemos que en 1923 sólo les estaba permitido este derecho a nivel municipal-, fueron Elvia Carrillo Puerto, elegida diputada en el V Distrito del Congreso de Yucatán; Beatriz Peniche y Raquel Dzidm, ocuparon cargos de elección a nivel local. Sin embargo, para 1954, un año despues de la reforma constitucional, ya a nivel nacional fueron votadas Aurora Jiménez de Palacios, primera diputada federal en la historia de México, por Baja California. En 1964 las primeras senadoras electas fueron María Lavalle Urbina, por Campeche y Alicia Arellano Tapia, por Sonora y la primera gobernadora en 1979 fue Griselda Álvarez de Colima.
Desde entonces, en la historia del país hemos tenido cinco candidatas mujeres a la presidencia: Rosario Ibarra Piedra, en 1982 y 1988, en ambas ocasiones por el Partido Revolucionario de los Trabajadores; Cecilia Soto, en 1994 por el Partido del Trabajo; Marcela Lombardo Otero, en 1994 por el Partido Popular Socialista; Patricia Mercado, en el 2006 por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina; Josefina Vázquez Mota, en el 2012 por el Partido Acción Nacional. A estas cinco mujeres, ahora se suman dos: Claudia Sheimbaun Pardo, por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y Xóchitl Gálvez por el Frente Amplio, integrado por el PRI, PAN y PRD, quienes competirán para las elecciones presidenciales del 2024.