*El activista abuelo y padre de víctimas de la masacre de Bavispe le solicita al presidente acompañe a madres buscadoras de sus hijos e hijas.
/RedacciónBPNoticias/
Chihuahua, 14 mayo 2021.- Luego del artero ataque en el que fue privado de la vida Abel Murrieta Gutierrez, ex procurador de Justicia de Sonora y Candidato a la alcaldía de Cajeme, el activista Adrián LeBaron, padre y abuelo de víctimas de la masacre donde cerca de 100 sicarios asesinaron y quemaron a niños, niñas y mujeres indefensas en límites de Sonora y Chihuahua, dio a conocer su posicionamiento sobre la ejecución del abogado que llevaba el caso.
“Mi corazón está roto, mi cuerpo está hecho cachitos. La muerte de Ronhita, mi hija, me dio fuerzas para salir a luchar, pero la muerte de mi amigo y defensor, me desploma” expresó el desesperanzado Adrián LeBarón al conocer la noticia del asesinato de Abel en la vía pública, a plena luz del día, en uno de los 4 ataques armados que se registraron en la ciudad el jueves.
‘No es posible que un luchador acabe como un bulto balaceado en la calle”, reclama la doliente víctima de una de las casi 40 masacres más trágicas del sexenio de López Obrador.
Sentenció que no existe seguridad para la población civil en México y el asesinato de Abel Murrieta es un reflejo de ello, denunció.
“Se fue quien creyó en que un México mejor era posible, se fue un amigo, un litigante, un gran defensor, un familiar adoptado, y sobre todo, un ser humano excelente”.
“Se fue porque no existe seguridad en este país”, señaló en un posicionamiento ante la ejecución de su abogado que, ahora dicen las autoridades de Sonora, fue obra de un solo hombre que disparó 10 veces sobre el defensor de derechos mientras la víctima fatal repartía volantes de su campaña electoral en la vía pública.
LeBarón demanda a AMLO que no politice el caso.
“Primero, queremos pedirle al presidente López Obrador que no meta este caso al cajón de la politiquería, ni de las elecciones, ni de buenos contra malos, ni de mafias del poder, nada de eso, por favor, se lo rogamos como creyentes”.
Al referir su duda sobre el móvil del crimen, de quien dijo conocía a fondo el expediente del caso de la masacre de su familia, LeBarón pidió a AMLO la apertura de sus “mesas de seguridad” a la ciudadanía.
En una carta posicionamiento escrita por la noche del día que acribillaron a su abogado la familia LeBarón le pide al presidente de México camine y acompañe a las víctimas de este país.
‘Hoy ante la más alta indignidad, le pedimos sea aliado de la inteligencia que hay en las calles, que escuche a cada madre que busca a sus hijos, a cada víctima, le aseguro que su visión va a cambiar el día que nos acompañe a un terreno a rascar con sus manos para encontrar restos”, le refieren.
POSICIONAMIENTO DE LA FAMILIA LEBARÓN FRENTE AL ASESINATO DE ABEL MURRIETA, SU DEFENSOR
Amigos, estamos muy consternados, indignados y sobre todo, coléricos, no es posible que suceda esta situación.
Se fue quien creyó en que un México mejor era posible, se fue un amigo, un litigante, un gran defensor, un familiar adoptado, y sobre todo, un ser humano excelente.
Se fue porque no existe seguridad en este país.
Primero, queremos pedirle al presidente López Obrador que no meta este caso al cajón de la politiquería, ni de las elecciones, ni de buenos contra malos, ni de mafias del poder, nada de eso, por favor, se lo rogamos como creyentes.
Hoy sufrimos una gran pérdida, Abel Murrieta creía en nosotros, y nosotros en él. Era una gran persona, entregada y profesional. Conocía el expediente del caso perfectamente, y eso nos hace dudar.
No le pido que se vaya por la cuestión electoral, él decidió en su derecho como mexicano, ser candidato, y no nos involucramos ni él nos involucró, pero era su derecho.
Pero seguía siendo un entrañable guardián de los derechos de todos.
No señor Presidente, no lo haga electorero, es más, no le echamos la culpa, sólo pedimos una gran mesa de seguridad.
Lo que ocurre en las calles todos lo sabemos y se lo podemos decir, sólo abra ese lugar en el debate, y no crea que son ataques. Hoy ponemos la otra mejilla y con humildad le pedimos nos escuche, a nosotros y a todos, que abra su mesa de seguridad a la gente, tenemos un chingo que decir y usted que escuchar.
Hoy ante la más alta indignidad, le pedimos sea aliado de la inteligencia que hay en las calles, que escuche a cada madre que busca a sus hijos, a cada víctima, le aseguro que su visión va a cambiar el día que nos acompañe a un terreno a rascar con sus manos para encontrar restos.
Ante está el punto.
Nos dolió hasta las entrañas la muerte de Abel Murrieta, pero no lo queremos confrontar.
Usted ha sido un aliado de las clases desprotegidas porque caminó con ellas cuando fue director del Instituto Indigenista de Tabasco, hoy no lo sienta como agresión, acompáñenos a buscar víctimas al territorio, su visión va a cambiar drásticamente.
Nuestra otra mejilla le pide piedad frente a los problemas, ese día, ese día, verá que Abel Murrieta nos duele hasta la médula, pero jamás los hijos de tantas madres, se sentirán en el abandono.
Gracias Abel Murrieta, jamás tu lucha será en vano y no quedarán en la impunidad.
