Lo que la Caja de Ahorros se llevó…

“DEBO NO NIEGO; PAGO LO JUSTO”.

Teresa Carbajal.

Evaristo, es un Xalapeño en edad adulta mayor de ocupación vendedor ambulante debido a la contingencia quedó privado de su fuente de ingresos; en busca de liquidez acudió a la Caja de Ahorros de la que es socio desde el 2015 para retirar su dinero, recibiendo una negativa injustificada al retiro.

El caso sensible de Evaristo nos hace reflexionar nuevamente sobre los grandes pendientes que hay en materia de prevención y erradicación de los abusos cometidos por entidades financieras, pues ahora no se trató de un Banco, ni tampoco de un deudor. Sino de una institución especializada en atención de grupos vulnerables y de un ahorrador.

Para mayor comprensión del asunto, debo precisar que las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Crédito Popular (SOCAP´s), también denominadas “Cajas de Ahorros”, son instituciones financieras orientadas al sector social, personas de bajos ingresos o sin acceso a la banca tradicional que requieren hacer uso de alternativas -básicamente- para guardar sus ahorros y en algunos casos obtener préstamos.

Por lo que al dirigirse a una población vulnerable deben observar un mayor compromiso social con sus usuarios a quienes les denominan “socios”, traducido éste en: trato más humano, explicaciones amplias sobre la prestación de sus servicios, el cercioramiento de que ha quedado totalmente comprendido el contrato; y, evitar la oferta de productos no necesarios para el socio, sobre todo si de los mismos se deriva un menoscabo en el capital o patrimonio de éstos o sobrepasan sus posibilidades económicas.

Son pocos los ciudadanos que pueden ahorrar y menos los que renuncian a depositar “debajo del colchón”, para tomar la aventura de la inclusión financiera, esto es, hacerlo a través de mecanismos formales. Sin embargo en los hechos son más quienes fracasan en el intento.
Por ello es necesario visibilizar el problema e interponer las quejas correspondientes para que las autoridades competentes (Condusef) conozcan del asunto y de ser el caso aplique las sanciones que correspondan a la Caja de Ahorros.

Veracruz hasta el año 2015 ocupaba ya el 5to lugar a nivel nacional con presencia y operación de las cajas de ahorros, las que a nivel nacional atienden a un promedio de 8 millones de mexicanos.

A los ciudadanos se nos pide educación financiera para no ser parte de las estadísticas de usuarios fallidos de servicios financieros; a las entidades financieras desde el Barzón les exigimos educación, respeto, trato digno, apego a las leyes. Por lo que pedimos a las autoridades garantizar que las instituciones actúen dentro del marco de la ley, se apeguen a las sanas prácticas y apliquen sanciones ejemplares a quienes se atrevan a infringirlas. ¡Basta de abusos!, ¡basta de impunidad!, ¡basta de silencio! Porque los barzonistas seguiremos siendo la voz de los desprotegidos, defensores de oficio de todo aquel que haya sido vulnerado en sus derechos, de quienes se atreven a quejarse y a luchar por la defensa y protección de su patrimonio familiar.

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