Mil Preguntas
Pamela Cerdeira.
El ánimo festivo del movimiento feminista argentino al obtener la legalización del aborto, contagió a Latinoamérica. Sin duda, el resultado fue gracias a mucho tiempo de trabajo, y un discurso más que atinado: no se trata de opinar si uno está a favor o no del aborto, se trata de decidir si queremos que se haga en un hospital o en casa con un gancho.
La legalización del aborto es una de las grandes promesas incumplidas de Morena, que al ser un partido que se autodenomina de “izquierda” tendría que haber estado en su agenda desde el día cero, sobre todo, si tomamos en cuenta, la aplastante mayoría que tienen en los congresos locales.
¿Por qué no lo han logrado? La respuesta está quizá en la misma propuesta del presidente, quien sugirió: someter a consulta la legalización del aborto. Quizá no le han informado que los derechos no se pueden someter a consulta, no es mi opinión, es lo que dice la Ley Federal de Consulta Popular, a menos de que esté pensando en una consulta tan “legal” como la que terminó con al construcción del Aeropuerto de Texcoco.
Someter la legalización del aborto a consulta es lavarse la manos, quitarse de encima el peso de una decisión que incomodaría a sus aliados de ultraderecha, y seguramente también sus propios principios religiosos. No se puede someter a consulta un derecho que afecta al 50% de la población en el que el 100% tendría derecho de emitir una opinión. Proponer en una consulta es también convertir en circo un tema urgente, e involucrar en éste al único contrapeso serio que ha tenido este gobierno: las mujeres. Es tan obsceno como proponer rifar un avión, sin el avión.
Si el 2020 comenzó con la fuerza del 9M y ni la pandemia detuvo la fuerza los movimientos feministas: la toma de las instalaciones de la CNDH, y la toma del congreso de Quintana Roo, entre otras. Todo indica que para el 2021, las demandas de las mujeres tendrán mucho más fuerza. A eso hay que agregarle que por primera vez, en la elección más grande del país, la paridad de género será la regla.
A dos años de gobierno ya tenemos claro que no hay nada que haga recapacitar a quien tiene el poder, así que la única pregunta es si esa constante negligencia se verá reflejada en el voto.
*Pamela Cerderia es periodista y conductora.
@PamCerdeira