Los pros y contras del #QuédateEnCasa

La política me da más risa.

Yazmín Alessandrini.

Estamos frente a un reto mayúsculo, el cual nos va a poner a prueba las 24 horas del día.
Esta jornada de #QuédateEnCasa para prevenir el contagio del coronavirus ha sido toda una prueba de fuego para la población.
Si bien es cierto que los tiempos de adversidad detonan que los seres humanos saquen lo mejor de sí mismos, con la solidaridad y la empatía comandando nuestras acciones, también tenemos que considerar que en épocas de dificultades también brota lo peor de cada uno de nosotros. Al final del día se trata únicamente de inteligencia emocional y de un manejo atingente y asertivo de nuestra personalidad y nuestro entorno.

Como ya todos sabemos, con motivo de la crisis de la epidemia del COVID19 en nuestro país y en todo el mundo, hace un par de días las autoridades de la Secretaría de Salud determinaron la suspensión de labores no esenciales hasta el próximo 30 de abril, lo que implica que muchísimos de nosotros vamos a tener que permanecer guardados en nuestros hogares por largos periodos de tiempo, lo que a simple vista pudiera parecer algo muy sencillo de hacer porque estar en casa es algo que hacemos a diario y lo hemos hecho durante muchísimo tiempo. Pero si reflexionan esta circunstancia a profundidad por unos instantes, con todas sus implicancias, la verdad es que estamos frente a un reto mayúsculo, el cual nos va a poner a prueba las 24 horas del día.

Esta jornada de #QuédateEnCasa para prevenir el contagio del coronavirus ha sido toda una prueba de fuego para la población, para hombres y mujeres por igual, también para los niños y nuestros adultos mayores. Y lo es porque se requiere de una enorme fortaleza psicológica para entender que a diario, en todo momento, vamos a converger, coexistir y convivir con todas esas personas que conforman nuestra familia y en la mayoría de los casos esta dinámica se hará en espacios sumamente reducidos, lo que obviamente acrecentará el nivel de tensión y estrés de todos los involucrados en este ejercicio.

Muchos harán home office, otros tantos ya definieron los primeros días de sus agendas, poniendo en orden varias cosas, quizá haciendo talacha realizando algunas reparaciones en el hogar o en sus vehículos; algunos más estarán en el Internet, atendiendo sus redes sociales, buscando en qué invertir tantas horas de ocio y encerrados; también habrá quienes se dediquen a hacer ejercicio, retomar sus rutinas de yoga, dedicando varias horas de su día a la lectura de algunos libros cuya lectura dejaron pendiente y también viendo en la televisión los noticieros, películas, series…

Pero, ¿cuánto tiempo podrá aguantar un ser humano realizando estás rutinas que muy pronto se vuelven tediosas, repetitivas y aburridas? ¿Quién tendrá la capacidad de entender que deben administrar correctamente todos sus recursos para no caer en desesperación, estrés, enojo y depresión? Imagínense, las madres de familia acostumbradas a trabajar de lunes a viernes ahora tienen que quedarse en casa y soportar a tres o cuatro chamacos que tampoco están yendo al colegio y que no están acostumbrados a establecer dinámicas escolares en su hogar porque prefieren estar sentados frente al televisor, comiendo chatarra, enajenados con los videojuegos y sin iniciativa para ayudar en las labores domésticas. ¡Todo mundo va a enloquecer!

Esta constante y estrecha convivencia también puede desencadenar episodios de violencia intrafamiliar y ese es un factor que todos debemos considerar en todo momento, porque no podemos perder los estribos con la esposa o con los hijos o con la suegra y salir de la casa con un azotón en la puerta y regresar después de un par de horas tras haber bebido un par de tragos en algún bar. Eso está descartado. Por eso, hay que manejar lo mejor posible esta nueva dinámica que la coyuntura nos está obligando a afrontar.

El momento es delicado y nuestra sanidad mental también lo es. Si tienes algún terapeuta a tu servicio procura establecer algún tipo de dinámica vía telefónica o a través de videollamada. Cualquier cosa que se te venga a la mente y que consideres que te pueda hacer más llevaderos estos días es válido que la implementes y la ejecutes. ¡Vale la pena!

¿Y AHORA QUIÉN PODRÁ DEFENDERNOS?.- Lo dijo ayer la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum: Policías con sobrepeso, diabetes, hipertensión y mayores de 60 años deberán hacer home office durante la contingencia por el coronavirus. Haciendo cuentas, el resultado final es preocupante: Poco más de 5 mil de 26 mil efectivos. ¡Ups!

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