03.06.2024.- Tras el proceso electoral más grande de su historia y el arrase de Morena este domingo, los mercados financieros del país reaccionaron con derivado de la depreciación del peso, caída en el mercado accionario y aumento en las tasas de interés, debido a un ambiente de temor que solo es equiparable al año en que se propagó la pandemia del Covid-19, coincidieron especialistas del mercado.
El peso cerró la sesión cotizando alrededor de 17.71 pesos por dólar, mostrando una depreciación de 4.11% o 69.9 centavos, siendo la más profunda desde el 11 de junio del 2020 (al inicio de la pandemia) cuando se depreció 4.22%. En la sesión, el tipo de cambio tocó un mínimo de 16.9183 y un máximo de 17.7476 pesos por dólar, no visto desde la sesión del 19 abril cuando alcanzó un máximo de 18.2137 pesos por dólar, ante la escalada de la guerra de Israel.
El peso mexicano fue hoy la divisa más depreciada entre los principales cruces frente al dólar y se encuentra en la posición nueve de las divisas más depreciadas en lo que va del año. El peso mexicano pasó rápidamente de ser de las más apreciadas en el año, a ser de las más depreciadas, ante un aumento en la aversión al riesgo sobre México.
Junto con el alza del tipo de cambio, se observa un aumento de la tasa de los bonos gubernamentales y un desplome en el IPC de la BMV, evidencia de posibles salidas de capitales del país. En México, la tasa de los bonos M a 30 años sube 19 puntos base, ubicándose en 10.01%, mientras que los bonos M a 20 años subieron 20 puntos a 10.08%. Finalmente, en el mercado secundario, la tasa de los bonos M a 10 años muestra un incremento de 16.2 puntos base a 9.94%, siendo el mayor incremento diario desde el 10 de abril del año en curso.
El mercado de capitales cerró la primera sesión de junio con resultados mixtos entre los principales índices bursátiles a nivel global. En México, destacó el desempeño del IPC de la BMV que durante la sesión alcanzó un mínimo de 51,358.97 puntos, con una caída de 6.92%, cerca del 7% necesario para que se suspendiera la sesión por 15 minutos, según las reglas de la BMV. Al cierre de la sesión, el IPC mostró una pérdida de 6.01%, siendo la caída más profunda para una sesión desde el 9 de marzo del 2020 cuando cayó 6.42%. Al interior, 34 de las 35 emisoras registraron pérdidas, destacando: Banregio (-13.41%), Gentera (-13.06%), Genomma Lab (-11.48%), Banorte (-11.14%), BanBajío (-9.93%), Orbia (-9.73%), Megacable (-9.41%) y Grupo Aeroportuario del Pacifico (-9.18%). La única emisora que mostró una ganancia fue Becle que ganó 0.29% en la sesión.
La apreciación de la mayoría de las divisas se debió a la publicación de indicadores de manufactura débiles en Estados Unidos, que hacen pensar que la Reserva Federal empezará este año con los recortes en tasa de interés. En mayo, el ISM manufacturero de Estados Unidos se ubicó en 48.7 puntos, por debajo de la expectativa del mercado de 49.5 y ubicándose en zona de contracción por segundo mes consecutivo. Es importante resaltar que el indicador se ha ubicado en zona de contracción en 18 de los últimos 19 meses.
En cuanto a indicadores económicos, en México se publicaron el indicador IMEF, las remesas y la encuesta de Banco de México a especialistas de economía del sector privado. Sin embargo, el mercado financiero prestó muy poca atención a la publicación de estos indicadores y centró su atención en la posibilidad de cambios en la constitución en México, ante los resultados de las elecciones.
En la elección presidencial, Claudia Sheinbaum ha obtenido el 58.98% de los votos totales, con el 87.22% de las actas capturadas. El resultado conocido hasta ahora implica una ventaja de casi 31 puntos porcentuales sobre su principal contendiente y envía el mensaje de que un proceso de alternancia a nivel presidencial estuvo muy lejos de ocurrir. El poder de la siguiente administración presidencial se consolidó además con el resultado de las elecciones del Congreso.
El conteo rápido proyecta que Morena y partidos aliados obtendrán entre el 69% y el 76% de las curules en la Cámara de Diputados, con lo que lograría mayoría calificada, que sucede cuando un partido o coalición obtiene más de dos tercios de las diputaciones totales. En el Senado, el conteo proyecta que Morena y sus aliados obtendrán entre el 59% y el 68% de los escaños, es decir, no se puede descartar que Morena obtenga mayoría calificada en ambas cámaras o, al menos, la mayoría simple en el Senado, pero muy cerca de que lo que se considera como calificada.
Lo anterior quiere decir que seguirá siendo fácil la aprobación de reformas legales (como la recién aprobada ley para la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar) y es más probable que se logre la aprobación de reformas constitucionales. Cabe recordar que, durante la administración en turno, se ha intentado debilitar los organismos autónomos, incluyendo las facultades del Instituto Nacional Electoral.
Tampoco se pueden descartar esfuerzos por modificar las atribuciones del banco central a través de reformas a la Ley del Banco de México, que en su artículo 2º se establece que el objetivo prioritario es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, algo que se conoce como mandato único. Algo que podría generar nerviosismo en los mercados sería la búsqueda de un mandato dual, en donde además de procurar la estabilidad de precios, el banco central tendría que promover el crecimiento económico o del mercado laboral. Los mandatos duales no son extraños, pero han logrado la implementación de una política monetaria efectiva en casos de economías avanzadas, que tienen mercados financieros bien desarrollados, como Estados Unidos, la Eurozona, Japón, Reino Unido, Canadá, Suiza, Noruega o Australia.
Otro tema que preocupa mucho a los mercados financieros, es la estabilidad de las finanzas públicas. Para 2024 el presupuesto contempla un déficit presupuestario del 5% del PIB, el más alto desde 1988 y para el 2025, proyectan que caiga a la mitad y se ubique en 2.5% del PIB, resultado de una reducción del gasto público en inversión en un esfuerzo de consolidación fiscal. Sin embargo, con un gobierno entrante elegido por una amplia mayoría y una fuerte capacidad para la aprobación de leyes en ambas cámaras del Congreso, surgen dudas sobre lo verosímil de una reducción del déficit a la mitad en el primer año de la siguiente presidencia. Es importante recordar que un proyecto de recorte del déficit presupuestario al 2.5% del PIB es muy agresivo, pues inclusive eliminando todo el gasto en inversión de proyectos prioritarios, el déficit bajaría del 5.0% a 4.3% del PIB. Ante esto, es probable que el siguiente año el déficit siga siendo elevado, lo que aumenta el riesgo de recortes a la calificación de la deuda soberana de México de confirmarse el crecimiento sostenido de la deuda.
Aparte de la reducción del amplio déficit, la siguiente administración enfrenta grandes retos como: 1) mejorar la infraestructura de agua y para la generación y distribución de energía eléctrica, 2) arreglar el modelo de negocios de Pemex, 3) elevad el PIB por habitante, 4) impulsar la inversión fija privada, 5) crear las condiciones propicias para aprovechar la oportunidad del nearshoring, 6) la revisión del TMEC bajo la cláusula sunset en 2026, 7) disminuir la informalidad laboral, 8) mejorar la calidad de la educación y de los servicios de salud pública y 9) propiciar que la política económica genere confianza y no incertidumbre.