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21/0572022/ A inicio de semana el Gobierno de Joe Biden aprobó sorpresivamente un paquete de medidas en relación con Cuba y sus ciudadanos que contemplan el restablecimiento de los vuelos y las posibilidades de viaje entre Estados Unidos y Cuba; la liberalización de las remesas hacia la isla, y la incentivación a los emprendedores de la isla.
El objetivo es, según la Casa Blanca y el Departamento de Estado, “seguir apoyando al pueblo cubano, brindándole herramientas adicionales para llevar una vida libre de la opresión del gobierno cubano y buscar mayores oportunidades económicas”.
Decisión que representa un giro en la política estadounidense hacia la isla después de más de un año de práctica continuidad respecto a las restricciones adoptadas por Donald Trump. Buena parte de tales limitaciones, aunque no todas, quedan por fin revertidas.
Luego el gobierno de Biden difunde rumores que el Presidente estadounidense está considerado invitar a un representante de Cuba a la Cumbre de las Américas organizada por Estados Unidos el próximo mes, dijo una persona familiarizada con el asunto, mientras Washington se esfuerza por evitar un boicot potencialmente vergonzoso de algunos líderes regionales.
No obstante, Biden no ha informado oficialmente pues el movimiento de Biden no busca tanto la distensión con el régimen castrista de Miguel Díaz-Canel sino el respaldo a los cubanos que tratan de sobrevivir a sus límites e imposiciones.
Lo que se sabe es por un informante anónimo que dice que esta en consideración una presencia de Cuban en la Cumbre de las Américas, por debajo del nivel del presidente o ministro de Relaciones Exteriores del país.
Se reporta que el gobierno de Biden ha enviado la primera tanda de invitaciones a la Cumbre de las Américas, pero la fuente, que habló con la gencia Reuters bajo condición de anonimato, se negó a decir qué países están en la lista de invitados o si Cuba, Venezuela y Nicaragua serían excluidos.
