20/09/2022/ Desde que la Casa Real británica decidió dejar de lado por unos días sus diferencias con el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, estos parecían haberse relajado. Pero un hecho histórico y de tanta relevancia como la muerte de la Reina Isabel II no ha sido suficiente para enterrar el hacha guerra. Este domingo se les negó el acceso a la recepción de Estado por no ser miembros en activo de la Casa Real, a pesar de que se les había enviado por error una invitación. Según fuentes cercanas a Buckinhgam no querían que Meghan tuviese ningún protagonismo y mucho menos que aprovechase el momento para hacerse campaña política. Se trataba de un encuentro en el que que iba a estar rodeada de jefes de Estado de medio mundo.
Desde que se mudó a Montecito, la duquesa de Sussex se ha mostrado muy activa social y políticamente con una clara intención, dicen que alcanzar un puesto en Washington, o incluso presentarse candidata a las elecciones presidenciales de los EE.UU. Dicen que Meghan se puso muy furiosa por el veto y más aún por haberse enterado por la prensa. La misma que ha aprovechado estos días para criticarla y afearle muchos gestos. Hollie Hughes, senadora liberal australiana en una de sus intervenciones televisivas aprovechó para atacar cruelmente a Meghan al decir que es «un ser humano horrible» y que le parece «absolutamente vergonzoso que hayan sido invitados a los funerales después de haber criticado duramente a la Reina».
Imagen en la que se aprecia que la vela tapa el rostro de Meghan durante el funeral
Imagen en la que se aprecia que la vela tapa el rostro de Meghan durante el funeral SKY NEWS
Pero este desplante no ha sido el único. Este lunes durante la retransmisión del funeral ha vuelto a sufrir en sus carnes el poder de La Firma, ya que al parecer Meghan habría sido colocada en un lugar estratégico durante la ceremonia religiosa, para que las cámaras no pudiesen captar su rostro y no ser vista durante la retransmisión mundial. En la imagen se aprecia como a Meghan la tapa una de las cuatro velas que rodeaban el féretro de la Reina. Tampoco ayudaba al plano, el tamaño de su pamela negra que le cubría casi por completo el rostro. Al terminar la misa, de nuevo Meghan cogía de la mano a su marido y sin apenas mover los labios le expresaba su malestar por la situación a juzgar por los gestos que ponía Harry mientras la escuchaba.
Los Sussex están sufriendo los desplantes y las diferencias, no solo con ella sino también con su marido. Este lunes no ha podido contener las lágrimas y al terminar el servicio ha sido pillada limpiándose los ojos con los guantes negros. Unos dicen que era lágrimas de pena, porque estos días esta reflexionando sobre algunas decisiones tomadas en el pasado o incluso algunas declaraciones que ha hecho contra la familia real y que ahora le están pasando factura. Otros que han sido unas lágrimas de desahogo por la presión de sentirse totalmente desplazada. Ahora cuentan las horas para poner rumbo de nuevo a Montecito. Según la prensa británica podrían marcharse mañana mismo, poniendo como excusa que llevan ya muchos días sin ver a sus dos hijos pequeños, Archie y Lilibet.
