México el país que vio la tercera corona de Pelé

30.12.2022. Diversos medios de comunicación de corte deportiva rindieron homenaje al rey leyenda del futbol.
sobre su visita y relación con México.

Sin duda Plé, No pudo olvidar al país que se le entregó y vio coronarse tres veces campeón.

A Pelé, en el 2020, le preguntaron cuál es el país que más le ha gustado. El brasileño comentó que “sólo me falta ir a jugar a la Luna” y agregó que México “es el país que no puedo olvidar”.

Pelé: campeón del Mundo, con el Santos de Brasil, con los Gallos Azucareros, de visita, contra Irapuato, contra León, contra Chivas, condecorado, cancha Rey Pelé, en una escalera, una pintura, en el Club Providencia, con Tin Tan, con Cantinflas un sin fin de historias que relacionan al astro brasileño con México, “el país que no puedo olvidar”, según reconoció el propio sudamericano hace dos años.

A Pelé, en el 2020, le preguntaron cuál es el país que más le ha gustado. El brasileño comentó que “sólo me falta ir a jugar a la Luna” y agregó que México “es el país que no puedo olvidar”.

La imagen de Pelé con el sombrero de charro y el trofeo que lo avalaba por tercera ocasión Campeón del Mundo es la imagen más icónica del brasileño en México, pero hay decenas de recuerdos de él más allá de ese momento.

El brasileño estuvo en el principio, clímax y fin de su carrera como futbolista en México. Nunca jugó en un club, de manera oficial, pero 1975, en los últimos años de su carrera, jugó con los Gallos Azucareros de Jalisco dos partidos amistosos, no hubo más de Pelé con ese equipo, porque “no alcanzó”, contó hace cuatro años Jorge Coco Gómez, un futbolista que compartió vestidor con el brasileño en esa época.

En el inicio de su carrera, con el Santos de Brasil, hizo una gira por México, deslumbrando a los equipos de Jalisco y antes de llegar al clímax, en México 70, dejó un rastro de historias que culminaron en el título.

En el 70, Brasil concentró en el Club Providencia de Jalisco, se subió una escalera de madera para firmar un mural en su honor, montado en una cúpula y se la pasó jugando con las personas que continuamente visitaron ese sitio. Jugó partidos amistosos con Irapuato, León y Chivas, con la verdeamarela, previo a su máxima actuación.

Ganó el campeonato Mundial en México 70, como la figura máxima del futbol, y ya en su retiro vino a develar una placa en una cancha de futbol rápido que se construyó en su honor, en el centro de la Ciudad de México.

Estuvo con personajes ilustres como Tin Tan, Cantinflas, entró al Salón de la Fama de Pachuca, dejó playeras firmadas por doquier.

México de O Rei, el país “inolvidable” para Pelé.

El día que Pelé hizo el mejor “no gol” en la historia de los Mundiales ante Uruguay ESPN

El 17 de junio de 1970, Pelé realizó ante Uruguay una de las jugadas más maravillosas y memorables en la historia de los Mundiales, acción que sin embargo no se transformó en gol en aquel partido semifinal por la Copa del Mundo de México ‘70.

La Celeste se había puesto en ventaja con gol de Luis Alberto Cubilla al minuto 19, pero los tantos de Clodoaldo (44′), Jairzinho (76′) y Rivelino (89’) dieron vuelta el marcador para el Scratch, más allá de que ‘O Rei’ fue el protagonista de un dribbling soberbio ante el golero Ladislao Mazurkiewicz.

¿Puede un futbolista que convirtió más de 1000 goles ser recordado positivamente por un tanto que erró? ¿Es posible que un delantero deje en ridículo al mejor arquero del momento en toda la tierra sin siquiera tocar el balón? ¿Es probable que lo más insólito de una jugada no sea su maravillosa particularidad sino su más normal final?

Pelé, Mazurkiewicz y una jugada que quedó para la historia de los Mundiales. Twitter: @fifaworldcup_es
Cuando se trataba de Edson Arantes do Nascimento lo imposible era lo más probable. Brasil vencía a Uruguay por 3-1 en las semifinales jugadas en el Estadio Jalisco de Guadalajara, en los instantes finales Tostão manejaba el balón y observó cómo Pelé atacaba el espacio y de zurda le filtró el balón.

El arquero Mazurkiewicz se anticipó a la situación y por ello logró enfrentar a Pelé en la medialuna. Sin embargo, con su bella plasticidad ‘O Rei’ amagó con todo su cuerpo y dejó correr el balón. Con su velocidad el brasileño volvió a reencontrarse con la pelota que también había superado al golero dejándolo en ridículo.

Pelé llegó al balón mucho antes que el lateral izquierdo uruguayo Juan Martín Mugica y remató cruzado. El zaguero Atilio Ancheta llegó desesperado a cubrir su arco, pero el brasileño remató al segundo palo y entonces del defensa se pasó en la carrera. Sin embargo, y de forma increíble el remate se fue desviado, Pelé le había errado al arco, erró su mejor tanto y logró hacer el mejor ‘no gol’ de la historia de los Mundiales.

Era tan fantástica la calidad de Pelé que si bien su amague maravilló a todos, lo verdaderamente insólito es que haya errado el gol; el extraordinario amague fue mucho más verídico que su fallido remate.

El astro brasileño, que tampoco le había podido anotar a Perú en cuartos de final, apenas necesitó de 18 minutos para convertir en la final ante Italia y culminar así con cuatro goles en la tercera Copa del Mundo que ganaba con su Selección.

El portal de la FIFA recordó esa jugada y citó al ya fallecido arquero uruguayo, que hace años entre risas llegó a decir: “Yo salí y Pelé hizo una jugada excepcional, pero no fue gol. Y eso es lo que yo siempre quise en mi vida, que no me hicieran gol”.

La FIFA también menciona que es curioso que una de las jugadas que más se recuerdan de Mazurkiewicz no sea una de sus grandes atajadas. Ni tampoco uno de sus goles recibidos. Es que el fútbol, como su Rey, no sabe de posibilidades y menos si se juega en el surrealista suelo mexicano, misma tierra donde curiosamente años después (pero en el Estadio Azteca) Maradona convirtió el mejor gol de la historia de las Copas del Mundo.

ESPN

Pelé, la figura del Mundial de México 1970

“Pelé es miope y tiene un problema en la cadera, por eso no será convocado para la Copa del Mundo de 1970”. Palabras más, palabras menos, eso fue lo que dijo el entrenador de Brasil, Joao Saldanha, pocos meses antes del Mundial de México. Como no podía ser de otra manera, aquello fue tomado casi como un sacrilegio en todo el país y el DT fue despedido días después. Aunque Edson Arantes do Nascimento casi no había jugado en las dos Copas anteriores, todavía era el gran ídolo de la torcida y todos esperaban que a los 29 años de edad se despidiera del equipo nacional con otro título.

La Confederación brasileña despidió a Saldanha -reconocido militante comunista- con el visto bueno del gobierno militar y contrató a Mario Zagallo, quien ya había dirigido al equipo entre 1967 y 1968. La llegada del Lobo no provocó grandes cambios. De hecho, en un amistoso disputado el 26 de abril en Río de Janeiro, Pelé fue al banco de suplentes y utilizó la camiseta trece. La Verdeamarela empató 0-0 contra Bulgaria, lo que casi obligó al técnico a devolverle la titularidad a O Rei.

Entonces, Zagallo tuvo la idea gracias a la cual nació el para muchos mejor Seleccionado de todos los tiempos. Días antes del Mundial, el entrenador reunió a Rivelino, Gerson, Tostao, Jairzinho y Pelé en la habitación de éste último y les confirmó que en México jugarían los cinco juntos. Sí, cinco futbolistas que en sus clubes jugaban “de Diez” conformarían la delantera del Scratch. El líder futbolístico y espiritual de ese grupo de fenómenos iba a ser quien luego se destacaría como el mejor jugador del campeonato: Pelé.

Durante el torneo en México, el “craque” de Santos no tuvo una posición fija y se movió por todo el frente de ataque, lo que desconcertó a los rivales y les dio siempre una posibilidad de descarga a sus compañeros. Brasil fue una verdadera maravilla en los seis partidos, con Pelé como el principal responsable de eso. Aquel niño que había deslumbrado en Suecia doce años antes ya era un futbolista maduro, inteligente, seguro de sí mismo y rodeado de atacantes que hablaban su mismo idioma.

En el debut, la Canarinha goleó 4-1 a Checoslovaquia con un gol de Pelé. Tras el partido, Zagallo afirmó: “El disparo de Pelé desde el centro del campo en el saque inicial ante Checoslovaquia fue la forma de Pelé de decirle a Saldanha y al mundo que su vista estaba perfecta”.

Luego llegó el partido más duro del certamen, frente a los campeones reinantes. El equipo no brilló pero fue efectivo y venció 1-0 a Inglaterra con tanto de Jairzinho. En el cierre de la primera fase, Pelé convirtió dos goles en la victoria 3-2 contra Rumania.

El partido de los cuartos de final fue quizás el mejor que un equipo jugó jamás en una Copa del Mundo. Con un Pelé maravilloso, que jugó e hizo jugar y volvió loca a toda la defensa peruana, Brasil superó por 4-2 al conjunto sudamericano y se metió en semifinales, donde lo esperaba otro adversario conocido: Uruguay.

Contra la Celeste se vio una nueva función de Pelé y sus amigos, que vencieron por 3-1. Así llegaron a la gran final, frente a Italia. “Me impresionó mucho Pelé, quien se constituyó en el constructor de los cuatro goles, de acuerdo con lo observado desde mi posición”, dijo tras el partido el arquero italiano Albertosi y a eso hay poco que agregar. El ídolo de Santos volvió a brillar y el Scratch goleó 4-1.

“Yo había pensado para darme ánimo: Pelé es de carne y hueso, como yo. Estaba equivocado”, afirmó el defensor Tarciso Burgnich después de la consagración de Brasil como campeón del mundo. Y tenía razón, porque lo hecho por Pelé en esta Copa del Mundo escapa a todas las leyes de la naturaleza, es como si por tres semanas aquello que parecía imposible se hubiese vuelto real.

“Esta fue mi última Copa, soy el hombre más feliz del mundo”, exclamó Pelé en medio de los festejos. Fue la mejor despedida para un jugador único.

!Integrate al comercio electrónico¡ Estrategias en la Nube
!Integrate al comercio electrónico¡ Estrategias en la Nube
!Integrate al comercio electrónico¡ Estrategias en la Nube
!Integrate al comercio electrónico¡ Estrategias en la Nube