*Hacen un llamado de emergencia para detener la violencia porque llevan más de dos décadas resistiendo frente a la situación de ocupación y violencia que ha lastimado sus vidas y territorio .
/ Escrito por Paola Piña /
22.08.2025 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- Los municipios de Chinicuila y Aquila, territorios nahuas de la Sierra Costa de Michoacán, se encuentran bajo el asedio por parte de grupos de la delincuencia organizada por lo que la violencia se ha vuelto parte de su vida cotidiana, en especial de las mujeres quienes habitan la zona, ellas en especial se ha señalado enfrentan mayor exposición a la pérdida de su seguridad, libertad, desplazamiento forzado y están en riesgo de ser víctimas de las redes de trata de personas.
Foto: Archivo Crédito: Foto de Tonatiuh Ontiveros: https://www.pexels.com/es-es/foto/blanco-y-negro-mujer-mexicano-vintage-27362438/
De acuerdo con el último Informe Mundial sobre la Trata de Personas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el 74% de los 3 mil 121 casos de trata analizados estuvieron vinculados a estructuras del crimen organizado, tanto aquellas que ejercen control territorial mediante la violencia como las que operan bajo esquemas empresariales de explotación sistemática.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada año estos grupos criminales amplían su capacidad de explotación, incrementan los niveles de violencia y prolongan los periodos de abuso con el objetivo de maximizar sus ganancias. Al mismo tiempo, han perfeccionado el uso de tecnologías digitales para captar, controlar y explotar a víctimas, en particular niñas, niños y adolescentes.
Este contexto adquiere relevancia al retomar lo que ocurre en Michoacán, donde la comunidad de Chinicuila ha denunciado la llegada de grupos delictivos que ejercen poder mediante bloqueos de caminos y accesos, así como amenazas directas contra la vida de los residentes, incluyendo niñas, niños y personas adultas mayores, tanto en Coahuayula como en localidades vecinas. También se reportó la toma de siete rehenes, entre ellos menores de edad y adultos mayores, quienes ya fueron liberados, así como la colocación de explosivos terrestres.
Estos hechos no son recientes, pues desde hace décadas, Michoacán y en particular los territorios nahuas de la Sierra Costa, han sido blanco de violentos ataques perpetrados por grupos armados vinculados al crimen organizado. La situación se ha agravado con el uso de armas de alto calibre y explosivos, lo que ha provocado asesinatos, desplazamientos forzados y el asedio permanente a comunidades enteras.
En el 2024, Cimacnoticias había documentado cómo mujeres indígenas nahuas de Santa María Ostula, del municipio de Aquila, que rodea la costa y sierra del estado de Michoacán, hicieron un llamado de emergencia para detener la violencia porque llevan más de dos décadas resistiendo frente a la situación de ocupación y violencia que ha lastimado sus vidas y territorio debido a la apropiación de las bandas de delincuencias organizada quienes han impuesto su presencia en la zona a través de la violencia y son ellas, las mujeres, adolescentes y niñas quienes son utilizadas como botín de guerra.
Mujeres y niñas de Ostula, hacen llamado de emergencia para detener la violencia
En Coahuayula, comunidad de la Sierra Costa Michoacana, perteneciente al municipio de Chinicuila desde el 19 de julio de 2025 el crimen organizado ha intensificado el acoso contra la población. Esta situación ha sido documentada por la Red Solidaria de Derechos Humanos A.C. y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes” (Red TDT).
Se informó que en la zona también ha habido disparos contra la población civil quienes intentan transitar por caminos bloqueados, ataques con armas de fuego hacia zonas habitadas y daños materiales significativos que afectan viviendas, escuelas, el centro de salud y otros espacios comunitarios.
Otra de las comunidades nahuas arremetidas por el crimen organizado es El Coire, en Michoacán, ubicado en el municipio de Aquila. Desde hace un año, ante el incremento de la violencia generada por la delincuencia organizada y el abandono institucional, la comunidad optó por el autogobierno.
Sin embargo, los recursos financieros resultan insuficientes para enfrentar al crimen organizado, por lo que la actual disputa entre grupos delictivos ha provocado muertes, desplazamientos forzados y daños irreparables. El hecho más reciente ocurrió el pasado 2 de julio, cuando fue asesinado un integrante de la guardia comunal.
Las y los habitantes de El Coire denunciaron que, desde hace décadas, los grupos criminales que operan en la región han intentado presionar a la comunidad para que se alinee con alguno de los bandos. No obstante, la resistencia comunitaria al crimen organizado persiste en su afán de “quebrar la unidad de El Coire” mediante el uso de la violencia y en función de sus intereses económicos.
Cherán, Michoacán
El crimen organizado ha extendido su control por distintos territorios de la entidad michoacana. En la región de la Meseta Purépecha, la comunidad indígena de Cherán, conformada por 22 mil habitantes, denunció que el pasado 2 de junio fue atacada con armas de alto poder por un grupo delictivo aún no identificado. El atentado dejó una persona muerta y otra herida. A través de un comunicado, la comunidad expresó que se trató de “un golpe directo al corazón de nuestra autonomía y de todos los pueblos que luchamos por defender la vida”.
Han manifestado que esta agresión es consecuencia de la escalada de violencia en Michoacán, donde el crimen organizado se disputa los territorios con total impunidad, ante el abandono total de las autoridades estatales y federales.
Sin embargo, al igual que los pueblos nahuas, recordaron que la lucha contra el crimen organizado no es nueva, sino que tiene raíces históricas. En 2011, la comunidad de Cherán expulsó a los caballeros templarios e instauró un sistema autónomo de gobierno.
En esa resistencia, las mujeres jugaron un papel fundamental, tanto dentro como fuera del movimiento: detuvieron a talamontes, organizaron asambleas comunitarias y alentaron a su pueblo a defenderse, pese a las amenazas. “¡Cuando acabemos con el bosque, iremos por sus mujeres!”, advertían los talamontes.
Exigencias para el cese de la violencia
Por un lado, la Red TDT ha exigido para la comunidad de Chinicuila la implementación de medidas que garanticen el acceso a servicios básicos como salud y educación, actualmente interrumpidos por la violencia. También han demandado proveer ayuda humanitaria inmediata para las personas desplazadas y comunidades aisladas, con medicamentos, víveres y atención psicológica, así como garantizar el acceso a electricidad y telecomunicaciones. Además, piden convocar a mesas de diálogo con autoridades estatales, federales y comunidades afectadas para diseñar e implementar estrategias integrales de seguridad y reconstrucción social en la región.
Por otro lado, la comunidad de Aquila ha exigido que la Fiscalía estatal y las autoridades federales cumplan con su obligación de procurar justicia. Por lo que solicitan nuevamente a Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, y a Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán, que asuman su responsabilidad y garanticen de manera urgente e inmediata la seguridad de las niñas y niños y de todos los habitantes de la comunidad nahua de El Coire.