Migración: Transmisión y Víctima sin Fronteras de la Pandemia

Diversos Mandatarios la Utilizan Para Golpear Gobiernos
*La Lenta y Necesaria Reapertura de Cruces
*Enorme la Fragilidad de la Migración Forzada
*Inédita Situación y Desafíos Inimaginables: BID.

Por Nidia Marín

Arma política para algunos gobiernos y grupos de presión de las naciones, conflictos de magnitud impredecible en varios de los países del mundo, la migración es considerada parte importante de la pandemia que padece el orbe, como transmisor y víctima sin fronteras, por lo que deberá ser examinada y regulada a fondo.

Y aunque, como dijera el Banco Interamericano de Desarrollo “estamos navegando la misma tormenta, pero en botes desiguales, y los migrantes están en el más frágil”, no cabe duda que hoy más que nunca deberá llevarse a cabo una cumbre, similar a la que se realizó en 2016 en la ONU, en Nueva York, en la que participaron 193 naciones, sobre los derechos de los refugiados y migrantes, quizás con un anexo en materia sanitaria.

El tema de los migrantes por necesidad y el de los migrantes forzados (la esclavitud del siglo XXI) deberán ser analizadas a profundidad y los países dar soluciones en el primer caso para su regulación y en el segundo para su sanción y, aunque difícil, supresión.

Hoy, el cierre de fronteras es un hecho en el mundo y su lenta, pero necesaria reapertura un castigo ante los riesgos, por lo cual será urgente no sólo que las naciones tomen las medidas adecuadas, sino que por lo menos haya un patrón que deban seguir para evitar, en lo posible, el cruce de los virus (en marcha y por venir) hacia las distintas naciones.

¿Será posible llegar a convenios o sanciones para evitar que algunos gobiernos, como el de Turquía que encabeza Recep Tayyip Erdogan, apliquen la migración como instrumento político, en ese caso contra la Unión Europea? El intento deberá llevarse a cabo, aunque el mandatario ha violentado los acuerdos migratorios.

Pero no solamente es ese gobierno, el que utiliza de tal manera a los migrantes, en el Continente Americano también hay mandatarios que envían grupos de personas en esa condición para avasallar a otros presidentes en turno o bien, como en el caso de Donald Trump, que le da un uso electoral en busca de su reelección y tácitamente culpa a los mexicanos de dispersar la pandemia en Estados Unidos.

MEXICO EN LA ENCRUCIJADA

Hoy que el Covid-19 azota inmisericordemente a toda América, pero sobre todo a Latinoamérica, será urgente para México como país que vive los ocho flujos de movilidad y migración internacional, conocidos como emigración, migración de retorno, migración circular, movimientos trasfronterizos, inmigración, extranjeros y naturalizados, migración de tránsito, y refugiados, buscar internacionalmente regulaciones más certeras.

Ello porque hasta ahora las políticas aplicadas no han funcionado para los mexicanos, aunque sí para los gobiernos de Canadá y Estados Unidos, como ha ocurrido en el siglo XXI específicamente en 2001 con el Plan Frontera Sur o en 2002 con el Acuerdo para la Creación del Grupo de Alto Nivel para la Seguridad Fronteriza México-Guatemala; también en 2014 con el Programa Frontera Sur y últimamente los migrantes salvadoreños y hondureños de septiembre de 2018 y de abril de 2019.

A una buena parte de estos migrantes indocumentados y de los que llegaron en 2020, los tomó por sorpresa en México el Covid-19. ¿Qué ha pasado con ellos? Se desconoce. ¿Cuántos se infectaron? No se sabe. ¿Cuántos murieron? Se ignora. ¿A alguien les importan? Sólo a sus familias.

De acuerdo a la Organización Internacional de las Migraciones, los principales países expulsores de migrantes en el mundo son: India, México, Rusia, Bangladesh, Pakistán, Ucrania, Siria y Reino Unido. En América son: México, Colombia, Puerto Rico, El Salvador, Brasil, Jamaica, República Dominicana.

México, pues, no se salva. Y no obstante contar con buenas experiencias del pasado, ya no se aplican. Relata Guillermo Alonso Meneses, del Colegio de la Frontera Norte, en su trabajo “De Migras, Coyotes y Polleros. El Argot de la Migración Clandestina en la Región de Tijuana-San Diego”, cómo con el ingreso de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial se suscribió el Programa Bracero (1942-1964) “…en sus distintas modalidades que movilizó a (in)migrantes –por sus brazos–, los cuales suplieron hasta el final del conflicto a la población estadounidense movilizada que estaba en los frentes de guerra y las industrias a ella asociada. Durante aquellos años hubo dos corrientes de braceros: una con papeles y otra paralela sin papeles, lo que le dio mayor protagonismo a esos actores sociales que son los coyotes”.

Pareciera que no pasaron ya 77 años. Otros autores dicen sobre los más de 100 años de migración de mexicanos hacia Estados Unidos: “Entre los diferentes factores explicativos de la migración clandestina, resalta el que está sancionada “positivamente” por un ethos que comparten amplias regiones de México, y, con esta bendición, la migración ha sido interiorizada y asumida como un elemento fundamental de la cosmovisión de millones de mexicanos, desde hace más de un siglo”.

AMERICA LATINA ESTÁ SUFRIENDO

Ellos, los migrantes, no sólo mexicanos sino de muchas partes del orbe están en medio de una pandemia, en no se sabe que tantos países.

Joaquim Tres, especialista principal de la Unidad de Migraciones del BID, del Sector Social del Banco Interamericano de Desarrollo y Marisol Rodríguez Chatruc, economista senior de la Unidad de Migraciones, también del BID han advertido que, según las últimas previsiones, 35 millones de personas de la región podrían caer en la pobreza. “Hoy por hoy es difícil predecir cuál será el impacto a mediano y largo plazo”, advierten.

Exponen también:

“Los cierres de fronteras representan varios retos: aumento de la migración clandestina y del riesgo de tráfico de personas; inmovilización de los migrantes en tránsito que no tienen donde quedarse; paralización de las economías fronterizas de las que dependen cientos de miles de personas; y dificultad de retorno de migrantes que prefieren regresar a su país ante la crisis generada por el Covid-19. Estos retos dificultan los controles de salud y aumentan el riesgo de contagio. Desde el 4 hasta el lunes 27 de abril, según Migración Colombia, alrededor de 13.400 venezolanos han salido hacia Venezuela en 323 autobuses”.

Resaltan:

“Las medidas de confinamiento doméstico son difíciles de practicar para los migrantes sin una vivienda fija o que viven condiciones de hacinamiento. Según el Anuario 2019 del Servicio Jesuita a Migrantes, en Chile el 18 % de los migrantes viven en condiciones de hacinamiento. En Perú esta cifra asciende al 57%, según la Encuesta Dirigida a la Población Venezolana que residen en el país. En Ecuador 16% de los migrantes se encuentran en situación de calle; en Colombia el 32% no tiene acceso a vivienda según la matriz de monitoreo y desplazamiento realizada por la Organización Internacional para las Migraciones en 2018 y en Costa Rica el Informe de la Unicef “Estado, Niñez, y Adolescencia Migrante” señalaba que el 36% no tiene acceso a vivienda aceptable”.

No es todo, estos especialistas del BID precisan:

“Las medidas de prevención son difíciles de practicar por los migrantes sin acceso a productos de aseo ni a agua potable. La Plataforma R4V estima que mil sesenta y cinco millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela y miembros de la comunidad de acogida necesitan asistencia en Agua, Saneamiento e Higiene (WASH) en toda la región en el 2020”.

Explican que muchos de los países receptores en la región ya estaban implementando políticas públicas migratorias incluyentes antes de la llegada del Covid-19, pero ante el nuevo contexto se requieren otras y, por ejemplo, Chile, Colombia y Perú han garantizado el acceso de los migrantes a los servicios de salud e la región.

Asimismo, Colombia, ha habilitado corredores humanitarios para la población especialmente vulnerable, y distribuido 200.000 mercados para asegurar la seguridad alimentaria de aproximadamente 800.000 personas.

Advierten que la actual situación que vivimos es inédita y la migración se enfrenta a desafíos inimaginables para que nadie quede atrás.

En marzo, abril y mayo, la agrupación Médicos sin Fronteras solicitó a las autoridades mexicanas la liberación de todos los migrantes que se encontraban en los centros de detención y fueran asegurados el diagnóstico y la atención médica.

“Teniendo en cuenta el grado de expansión de la epidemia de Covid-19 en México mantener migrantes detenidos en las estaciones migratorias pone en serio riesgo la salud de estas personas”, advirtió Sergio Martin, responsable de las operaciones en México de MSF.

En cuanto a los migrantes mexicanos fallecidos, legales e ilegales, en diversos países, la Secretaría de Relaciones Exteriores se ha encargado de repatriar sus cenizas. En Estados Unidos suman 400, hasta ahora, que radicaban en Nueva York, Connecticut y New Jersey, aunque los muertos alcanzan más de 1,500.

Por cierto, el Dia Internacional del Migrante es el 18 de diciembre, tal vez para entonces, se sepa algo más de lo que pasó con ellos en el planeta tierra, en estos tiempos en los que ya sobrepasamos los 17 millones de contagiados del virus, en los cuales México participa ya con más de 400,000 infectados y más de 50,000 muertos.

LA HERMANA GEMELA: LA TRATA

En el mundo, pues, se buscan soluciones para el grave problema de la migración indocumentada, mientras su “hermana” gemela la trata de personas sigue viento en popa.

¿Cuál será el camino que en adelante andarán los migrantes? ¿Será vía la trata como buscarán llegar al país que eligieron para trabajar? ¿Continuará vía decisiones individuales o de varios países?

El próximo jueves, pasado mañana 30 de julio, es el Día Mundial Contra la Trata. La esclavitud no ha variado. En pleno siglo XXI persiste y un mayor número de personas son las afectadas, aunque las mujeres tienen mayoría 49%, seguidas de las niñas, 23%, de los hombres, 21% y de los niños 7%, de acuerdo al Planteamiento de elordenmundial.com

La trata de personas es un delito que explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluidos el trabajo forzoso y la explotación sexual. Desde 2003, la UNODC ha recopilado información sobre aproximadamente 225.000 víctimas de la trata detectadas en todo el mundo.

Dice que cada vez son más los países que detectan a víctimas y denuncian a los traficantes de estas mafias. Ello conlleva una mayor facilidad en la detección de estas víctimas, pero también un aumento de las cifras como consecuencia.

Asegura: Todos los países están afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas. Los traficantes todavía siguen amenazando principalmente a mujeres y niñas. La gran mayoría de las víctimas con fines de explotación sexual y el 35% de las víctimas con fines de trabajo forzoso son mujeres. Los conflictos agravan todavía más el problema, ya que los grupos armados sobreexplotan a los civiles y los traficantes aprovechan esta situación captando forzosamente a personas desplazadas huidas de dichas zonas.

Los datos también muestran que la trata de personas ocurre a nuestro alrededor, ya que la proporción de personas afectadas dentro de su propio país se ha duplicado en los últimos años al 58% de todas las víctimas detectadas, según el Informe Mundial 2018 de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) sobre la trata de personas.

Casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas de este cáncer social, asegura la institución. En Norteamérica (Estados Unidos, Canadá y México) el porcentaje de trabajos forzados es de 24, mientras que el sexual es de 71.

En América Central y el Caribe 5% está en trabajos forzados y 87% en explotación sexual, mientras que, en Sudamérica, los porcentajes son 32 y 58 respectivamente.

En la mencionada cumbre de 2016 en Nueva York los representantes de las naciones firmaron un documento, en el cual se comprometen a cumplir 19 puntos, tres de los cuales, precisamente, se centran en combatir la trata de personas y el contrabando de migrantes.

Como el virus continúa a trote en el mundo, aun no se sabe de futuras reuniones en materia de migración y trata, así como de sus implicaciones en la dispersión de los virus en el mundo y de otros problemas latentes.