**MOVIMIENTOS DE MUJERES, ALCANCES Y PENDIENTES.
/ HILDA VILLEGAS GONZÁLEZ /
Formar parte de un proceso electoral, participar en el ejercicio de la ciudadanía, ser elegida para ocupar escaños políticos, de dirigencia social, incursionar en espacios que por mucho tiempo fueron exclusivos de los varones y otros, han sido algunos alcances de las mujeres que se organizaron para cuestionar las desigualdades; pero en este camino aún falta mucho por hacer, así lo reflexionó Silvia Soriano Hernández, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC), de la UNAM.
Lo anterior, al exponer en línea la conferencia Cuando las mujeres se organizan, como parte de las actividades del Programa Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales.
La investigadora señaló que a partir de su incursión en el tema de los movimientos sociales en América Latina es que se interesó en conocer cómo ha sido la participación de las mujeres en estos sucesos históricos, si lo hacen en estructuras mixtas, que militen hombres y mujeres, o bien si es de manera más integrada en organizaciones únicamente de mujeres.
También de cómo han tenido que romper con los prejuicios y estereotipos establecidos socialmente para el género femenino, de los alcances en sus respectivas zonas de conflicto, entre otros, mismos que invitó a observar a partir de la luz de los acontecimientos actuales, para ello, tomó como ejemplos el movimiento armado en Guatemala y la guerrilla Zapatista en México.
Un aspecto importante cuando se estudian temas de mujeres, explicó, es que se empieza a considerar la diferencia biológica y la que se va desarrollando con el tiempo, y ante esto, uno de los méritos del feminismo es que cuestiona que lo natural se vuelva social, que por nacer con ciertas características biológicas se le condicionará socialmente.
En el evento del Programa Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, que coordina Marcela Rojas Valero en el plantel Naucalpan, Soriano Hernández destacó la definición de feminismo de la investigadora Barbara Millán, quien señala que las luchas de las mujeres comienzan por cuestionar las desigualdades que se dan entre hombres y mujeres, y este feminismo avanza en cuanto hace suyas otras desigualdades.
Al referirse a la metodología que ha empleado en la investigación social, destacó aspectos como memoria, testimonios, narración, es decir, de la importancia de las palabras en los movimientos sociales; “en este sentido no hay que perder de vista que hay una intersubjetividad, y que para generar conocimiento lo que nos interesa conocer es la realidad”.
