** Palabra de Antígona
/ Sara Lovera /
SemMéxico, Cd. de México,.- ¿Cómo nos fue a las mujeres este año que termina? Uno lleno de contrastes y contradicciones. Más en todo. Más violencia, más pobreza, más desocupación, nuevas pérdidas en programas y proyectos específicos desde el gobierno, pero con avances indiscutibles, gracias al movimiento feminista.
Este año, será recordado por el ascenso de las mujeres a puestos de toma de decisiones, tras las elecciones del 6 de junio. Por primera vez paridad total en la Cámara de Diputados, 6 gobernadoras, congresos locales paritarios y 24. 6 por ciento en las jefaturas municipales. En la Ciudad de México paridad en las alcaldías. Ello colocó a México entre los Estados/Nación con mayor influencia política de las mujeres.
En contraste siguió creciendo la violencia contra las mujeres, la violencia sexista, el feminicidio y las resistencias ideológicas que marcaron la contienda.
Lo más grave fue el fenomenal encubrimiento de un presunto violador. Hablo del caso emblemático de 2021, de la defensa desde la presidencia de la República, del guerrerense Félix Salgado Macedonio, cobijado, además, por el partido oficial, Morena y recibido, sin chistar, en el Senado de la República.
Y aunque no logró ser candidato, ni gobernador, gracias al Instituto Nacional Electoral INE lo que fraguó su imposición en la lista de candidaturas, pero impuso a su hija, quien se debate entre gobernar y obedecer al todavía senador. Este hecho, en 2021, movilizó a las mujeres de México y el mundo, con la campaña “Rompe el Pacto” que trascendió fronteras. Igualmente fortaleció la política de cero tolerancias a la violencia patriarcal en los procesos electorales.
No obstante, eso, la violencia contra las mujeres tampoco ha cesado. Así agosto marcó récord en homicidios dolosos contra las mujeres y al cierre de 2021, no se consigue disminuir esos crímenes y persiste la ominosa impunidad. Según datos oficiales, crecieron las violaciones contra niñas y mujeres, el hostigamiento y el abuso sexual, agravados en tiempos de confinamiento. Se habla de 30 llamadas de auxilio cada hora por violencia en casa.
En contraste el año abrió para consolidarse el derecho al aborto, a partir del 7 de septiembre cuando dejó de ser un crimen, por un acuerdo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aplicable en toda la República.
Hoy el aborto es legal en 7 entidades: Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Coahuila, Baja California y Colima con una normatividad que obliga a las autoridades a atenderlas gratis y bien. Lo que contrasta con la muerte materna, que creció hasta en 36 por ciento durante la pandemia. Mueren por ello y por aborto clandestino, 62 mujeres por cada cien mil habitantes, a pesar de los 85 años de lucha por el derecho a interrumpir un embarazo en condiciones seguras. Hay disminución de recursos para atender los derechos sexuales y reproductivos integrales.
Y aunque la violencia contra las mujeres hoy es reconocida como un fenómeno lacerante en el país y crece una narrativa distinta, más digna, en los medios de comunicación, la información oficial señala que al menos 20 mujeres son asesinadas a diario, por homicidio doloso y feminicidio. En contraste no cesa la protesta de familiares y madres en busca de justicia. Ahí están las buscadoras, las madres, los familiares.
En 2021 se pasea la impunidad. Un tribunal feminista en Oaxaca, destacó complicidades desde la Fiscalía de esa entidad y se levantaron por todo el mundo, las protestas por el caso de Ma. del Sol Cruz Jarquín, asesinada en el proceso electoral de 2018, asunto que se llevará a los espacios internacionales ante la falta de justicia mexicana.
Estos hechos, algunos de claro avance, hacen del 2021 uno contradictorio. Las circunstancias hablan de pérdida de libertades y alegrías para las mexicanas según INEGI y su encuesta sobre la felicidad, habla de mayor inseguridad y temores asociados a una deficiente salud mental y al mismo tiempo como nunca sucedió, hay en el país mujeres en todas partes expresando sus dolores, organizadas y activas, tomando decisiones en lo público y lo privado. Sin duda tomaron el timón y encabezan las luchas sociales más significativas en el país.
2021 deja deudas fenomenales. Escasez de recursos e instituciones y políticas de género débiles, engañosas y demagógicas. Hay nuevos obstáculos para continuar con la toma de conciencia sobre la igualdad y los derechos humanos de las mujeres. La desaparición de Indesol, la negativa del gobierno de la República a declarar la Alerta de Violencia contra las Mujeres para todo el Territorio; la amenza contra Sipinna y otras instancias para 2022, nos ponen en alerta.
Se consolidó el golpe presupuestal. Se vació el contenido del Anexo 13 para la igualdad en el presupuesto del año que comienza y se precisó que apenas el 0.59 por ciento de ese presupuesto se dirige al propósito para el que fue creado.
En contraste la esperanza nos la regalan las colectivas feministas, en todo el país, con agendas abiertas, movilizaciones, tanto como la academia que fundamenta razones para profundizar en políticas públicas, como los acuerdos del Instituto Nacional Electoral para evitar la violencia política contra las mujeres.
Y ahí quedan, están las iniciativas para continuar, propuestas para seguir intentando parar la violencia feminicida. Un año glamoroso y preocupante, un año que dejó marcas indelebles. Veremos
*Periodista, directora del portal informativo semmexico.mx