En el primer día del año 2019 millones de mujeres indias se unieron para formar un ‘muro humano’ que se extendía desde Kasargod, en el norte del estado meridional de Kerala, hasta Thiruvananthapuram, la capital estatal, con el objetivo de reclamar la igualdad de género.
El muro midió 620 kilómetros y duró 15 minutos, durante los cuales las participantes se comprometieron a “defender la igualdad de las mujeres” y a “luchar por el secularismo”. Según varias estimaciones, en la manifestación participaron entre 3 y 5 millones de mujeres, entre las cuales había políticas, líderes de opinión, actrices y otros personajes públicos.
A las 15.00 hora local (9.30 GMT) mujeres de 14 distritos de Kerala llenaron las carreteras de la ciudad de Kasaragod a la capital del estado, Thiruvananthapuram.
En la protesta participaron también actrices y líderes políticas sumando un total de 5 millones de mujeres, lo que, según el medio, es la mayor y la más larga manifestación feminista en el mundo.
La campaña fue organizada por la Frente Democrática Izquierda (LDF) con el fin de protestar contra las antiguas tradiciones relacionadas con el lugar de peregrinación hinduista Sabarimala, donde se encuentra también el templo de la deidad Ayyappan.
De acuerdo con la tradición, la entrada a este lugar sagrado está prohibida para las mujeres en edad reproductiva porque se cree que amenazan el celibato de Ayyappan.
A finales de septiembre pasado la Corte Suprema de la India levantó la prohibición alegando que la tradición en cuestión infringe los derechos constitucionales de las mujeres.
Disturbios en la India por decisión de dar acceso a mujeres a un templo
Por primera vez en la historia entre el 18 y el 22 de octubre pasado el templo estaba abierto para todos pero un grupo de peregrinos de ideas radicales no dejó a las mujeres ni siquiera acercarse al santuario amenazándoles usar la fuerza.
La intervención de la policía derivó en unos enfrentamientos en los cuales fueron detenidas más de 2.000 personas.
El santuario quedó cerrado hasta que el 5 de noviembre su administración que “representa los intereses” de la deidad decidiera volver a abrirlo.
Hasta ahora ninguna mujer en edad reproductiva logró entrar en el templo pese a la decisión de la Corte Suprema y los esfuerzos de la policía