Mujeres priistas en pos del sueño

Sin tacto

Por Sergio González Levet

Pronto, tal vez muy pronto, se puede presentar una singularidad en el PRI de Veracruz: que las hordas jarochas por fin se dejen conducir por un liderazgo femenino, lo que aportaría al partido inteligencia, honestidad y destino, para quienes creemos en el valor intrínseco de la mujer.
Entiéndase bien, el liderazgo no implica necesariamente que se ocupe la presidencia estatal, ni viceversa.
Ya ha habido mujeres al frente del Comité Directivo Estatal, y lo han hecho bien o mal, pero ninguna de ellas ejerció un liderazgo que suplantara al natural que siempre tuvieron los gobernadores priistas. Tampoco hubo un hombre que lo lograra.
Pero ahora, ante la ausencia de un mandatario tricolor que aglutine a las fuerzas internas, cabe la posibilidad de que se ejerza el poder desde otra posición, y más bien desde la base de la fuerza moral.
Veamos un caso paradigmático: Lorena Piñón empezó su carrera desde unas hipotéticas fuerzas infantiles, en donde aprendió a pegar volantes con engrudo en los postes y se acostumbró a ir a los mítines, agarrada de la mano de su madre.
La actual diputada federal recorrió todo el escalafón de la militancia tradicional con puestos partidistas municipales, distritales y estatales hasta llegar a ser Secretaria de Organización del Comité Ejecutivo Nacional.
Hoy, la nativa de San Rafael se sigue moviendo en las grandes ligas, cercana al grupo de Alito y con toda la fuerza de su representatividad en un estado poderoso como es Veracruz, que recorre con interés y éxito en sus emprendimientos sociales.
Anilú Íngram trata de destacar desde la minúscula bancada de su partido en la Legislatura local. Y si son pocos, Ariadna y Marlon le echan ganas y talento para hacer ruido y tener presencia parlamentaria… y de esa manera harían crecer a la exdiputada federal.
Hay una militante distinguida que también podría alcanzar el nivel y encabezar al priismo veracruzano: la maestra Acela Medina Servín, quien tiene sangre y abolengo de gran cuna, pero además un trabajo político que la ha consolidado como una de las dirigentes más leales, a nivel estatal y nacional.
No por nada es la heredera política directa de Acela Servín Murrieta y trae con ella el prestigio y el reconocimiento de quien fuera una dirigente singular y única, histórica para el magisterio veracruzano.
Ahí están las mujeres dando la batalla.
Pero además hay otros…

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