• Deben existir penas mayores para policías coludidos en el crimen.
• SEDENA debería controlar de cuerpos policíacos municipales.
08/05/2022/ México.- No tenemos duda de que un cáncer que corroe todo el sistema de justicia, es la
narcopolicía, expone el activista Bryan LeBaron luego de conocer que uno de los asesinos de su hija y nietos, junto a otros niños y niñas y mujeres, masacrados por al menos 100 sicarios que los balearon y quemaron en Bavispe, era policía de Chihuahua.
“Son brazos armados del crimen organizado, pero tienen permiso para
portar armas, vigilar los territorios, y tener una placa que les otorga impunidad”, sentencia la víctima colateral del avance e infiltración del crimen organizado en las estructuras de gobierno.
En comunicado refiere que
Después de enterarse de que Ricardo Alonso “N”, “Coma Boby Larios, quien
presuntamente participó en la masacre de su familia, en noviembre de 2019,
era policía municipal en funciones de Ascensión, municipio de Chihuahua,
“condenamos que quienes tienen la obligación de cuidar a la gente, sean cómplices de grupos criminales, lo que nos deja a todos, en un estado de vulnerabilidad.
“Pero este caso no es privativo de esa región, estoy convencido que esto ocurre en todo el país, y por ende la violencia está lejos de terminar, por ende deben existir sanciones mucho mayores a quienes siendo policías trabajen para el crimen
organizado, ya que se trata de una traición al más alto nivel.
En este sentido, los policías municipales por ser los más cercanos a la población deberían ser los más confiables, por lo que los controles para su selección y para evaluar su actuación, tienen quebser los más estrictos.
Ex un exhorto para que toda la policía tenga la aprobación de laSecretaría de la Defensa Nacional y/o de la Guardia Nacional, que sí existan responsables sobre su actuación y que sean las mejores mujeres y hombres quienes conformen estos cuerpos policiacos concluye.