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/ Por Inocencio Yáñez Vicencio. /
¿ Por qué no le doy ni le daré mi voto a Xochitl? Voy a explicarlo con palitos y bolitas.
Existen dos principales formas de concebir la política. Una es como deliberación, discusión, debate, persuasión, consenso, acuerdo para la toma de decisiones comunes. Aún en esa concepción, discrepo con Hannah Arendt, no es para mi esa práctica sólo una gramática para llegar al mentado bien común. Concebirla simplemente como un conjunto de reglas para el acuerdo, sería partir de una base monolítica, de una sociedad de iguales, partida únicamente entre partidarios y no partidarios del problema o problemas que se agenden en la asamblea, pero en rigor los ciudadanos deberían ocuparse de los asuntos que tienen que ver con los procedimientos para producir los acuerdos y luchar contra quienes atentes contra ellos. Vaciar de contenido social esta visión de la política es el error de ella, porque también la reduce a un fin en si misma. Por eso Arendt decía que la libertad que busca se acaba cuando pones en el centro la necesidad.
La otra manera de entender la acción política es verla como una relación de mando y obediencia, lo que significa remontarla a la relación de padre e hijo, que hegemoniza a partir de Maquiavelo y desarrollan Weber, Bobbio y otros grandes pensadores . A partir del renacimiento ya poco se habla de la experiencia de los siglos VI y IV que vivió Grecia, en la que su democracia directa era un autogobierno plenamente, porque prácticamente no conoció un gobierno separado de la sociedad.
Es en 1215 cuando una asamblea de señores feudales enfrenta al Rey Juan Sin Tierra para reivindicar sus derechos a ser juzgados por sus pares y a no tener más impuestos que los que consientan, asamblea de notables que poco a poco le quitó poderes a la Corona hasta dejarla de florero, dando lugar al régimen parlamentario. Las repúblicas del renacimiento conocieron la elección pero fueron aristocráticas. Sin embargo la lucha por el gobierno o poder separado de la sociedad se siguió dando entre los mismos grandes electores hasta que esa elección se extendió a todos los propietarios y de ” buena” cuna” hasta el sufragio universal, como formas de hacer aceptable el mando externo.
Sea el autogobierno o un sistema representativo, la política nunca puede carecer de un fin, asi diga Weber, que es mejor definirla por su medio, el poder, ya que le caben todos los fines, a partir de esa falta de delimitar su contorno, a que no sin razón, desde esa perspectiva, que no sólo se le atribuyan intrigas, ventajas malas, sofismas, trampas, golpes bajos y hasta llamar a la guerra continuación de la política por otros medios y lo peor, culparla de divisiones y enfrentamientos que tienen como fuente contradicciones económicas, sociales, étnicas, religiosas y culturales, cuando la política nació precisamente para encauzar diferencias y verdades y legitimar contrarios. La violencia, el motín, la asonada, el levantamiento, la revolución, se presentan cuando fracasa la vía legal y pacifica, que es la vía política.
En el derecho, las artes, la comunicación, las ideas, la política y todas las formas que pasan por la conciencia, se reflejan las contradicciones sociales. En las sociedades divididas en clases, lo que no inventó ni desarrolló Marx, se presenta inexorablemente una lucha que hace de la política si no economía concentrada, como creía Lenin, si expresión de todas las contradicciones sociales, por lo que nadie puede llegar a la política únicamente a velar por sus reglas y principios. Todos: trabajadores directos y expropiadores de plusvalía ( tampoco es descubrimiento del autor de El Capital, libro muy citado por charlatanes pero no leído), trabajadores del campo, trabajadores intelectuales, comunicadores, artistas, mujeres, jóvenes…llegamos a la política no porque como hipócritamente dicen algunos , porque luchan por el bien común, un bien común que no dicen quién les reveló, no, llegan a la política para llevar agua a su molino, que de la discusión y el debate salgan o puedan salir acuerdos de bienestar general o bien común, es cierto, pero ese bien común no viene de fuera, no viene del más allá, depende o dependerá de la correlación de fuerzas, de quién haya logrado, en un momento dado acumular más fuerza o más partidarios a sus intereses.
Es cierto que actualmente las reglas de la democracia y de la política misma se encuentren amenazadas y que su deterioro es tal que nos acerca al escenario de una sola fuerza con la clara exclusión de las demás, por lo que se impone un Frente Amplio por México para restaurar los equilibrios republicanos y las reglas del juego democrática, pero no se puede permitir que las fuerzas más oscurantistas y reaccionarias impongan su hegemonía al interior la coalición opositora, porque va a salir un grupo malo pero entrará uno peor.
La lucha a través de la historia invariablemente se ha dado siempre entre quienes defienden una forma de dominación y quienes quieren liberarse de esa dominación, entre quienes defienden formas de explotación y quienes buscan acabar con ellas, entre privilegiados y marginados. Las clases sociales no son compactas. Entre ellas hay segmentos y contradicciones. Hay traslapes y fugas. Contra un régimen autoritario luchan todos los que disfrutan parte del pastel. Unos porque quieren que el país avance pero otros por miedo a que avance en dirección opuesta a sus intereses y los hay, quienes sinceramente están en desacuerdo con el retroceso. En México, cuando las reglas democráticas no estaban en peligro vimos que el PAN se unió al PRD, únicamente para quitarse el tufo derechista, lo cual sin duda le fue muy rentable, no nada más por los votos y cargos que conquistó de esa manera, también porque muchos inocentemente dejaron de verlo como brazo confesional y empresarial, aunque el PRD, dejó de ser alternativa, lo que leyó oportuna y correctamente Amlo. Hoy está justificada esa alianza entre PRI, PAN, PRD, porque a toda la oposición real, no la mercenaria y similadora, le afecta la destrucción de las instituciones y reglas de sucesion equitativa y pacifica, pero al extender su convocatoria opositora a toda la sociedad, no previeron que el tiburón siempre se comerá a la sardina, esto es, que los dueños del dinero, los medios de difusión y demás recursos propagandísticos, les impondrían a una candidata, que únicamente es conocida por echar madres, denunciar y acusar, que si los empresarios están frotándose las manos porque tendrán una persona salida de sus filas, aunque de cuna humilde, reconoce los mismos voceros patronales que nadie hablaría de Xóchitl, si Amlo, no se empeñara en inflarla.
¿ Por qué? Puede ser que con ella impediría que el FAM tuviera un candidato o candidata como Santiago Creel o Beatriz Paredes, capaces de ofrecer una alternativa republicana y democrática, por un lado y por otro, legitimar su populismo teniendo como opositora a una populista, que es garantía de que no desmantelaría su estructura clientelar, porque como populista necesitaría de ella para sostener su gobierno de ocurrencias.
Quienes combatimos a Amlo, no porque sea una persona de izquierda sino porque lo declara, pero en los hechos, como dijera Carlos Urzúa, aprueba con mención honorífica las asignaturas neoliberales, no podemos sumarnos a Xochitl, porque ni ayer ni hoy andamos buscando sumarnos a la manada. Luchamos y seguiremos luchando porque si no se puede en estos momentos instalar un gobierno de trabajadores, por lo menos tenemos que impulsar una propuesta que gradualmente vaya racionalizando el poder que en nuestros días cae sobre los productores directos, pero nunca votaremos por quienes han utilizado el poder para darle recursos a PRO VIDA, para dejar a los trabajadores sin pensión con la reforma de 2007 al ISSSTE, para que vuelva Genaro García Luna.
La unión entre partidos opositores no era para que uno de ellos se agandallara y le impusiera a lo peor, sino para buscar un candidato o candidata que reflejara el consenso, pero no, eso no querían, por esa razón nunca sus promotores quisieron hablar de una agenda, porque querían primero avasallar y después salir con la tomada de pelo de que elaborarán un programa a modo del candidato o candidata. No señores. Primero es el programa y después se busca la persona que tenga el perfil para ese programa. Se perdió la oportunidad de proponer a una persona que condensara la pluralidad del FAM.
Espero que sepan el daño que le han hecho a la nación quienes le han privado de enfrentar a Morena con un proyecto republicano y un candidato o candidata con un discurso articulado socialmente.
Mi rechazo a Xochitl es total, porque no se trata de ganar por ganar, porque aún en ese caso los únicos que ganarían con Xochitl, serían los grupos dominantes, que en un sistema de mercado, puede el poder tener autonomía respecto a algunos capitanes del dinero pero frente a la masa patronal no, por eso no podemos darle otra vuelta a la tuerca. A la charlatanería y la dogmática puede agriarle su festín levantar su máscara, pero estas reflexiones son flores frente a la realidad que pronto estará ante ustedes.