*El piso no es parejo en política dice la candidata de Fuerza por México a diputada local en Oaxaca.
*Vamos a vencer la idea de que las mujeres no votan por las mujeres.
Soledad Jarquín Edgar/
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SemMéxico, Oaxaca, 17 de mayo, 2021.- Las mujeres todavía la tenemos difícil y un piso desigual en la contienda, lo que no es impedimento para hacer la tarea de convencer a la gente para que confíe en las candidatas…aunque no todas.
Así lo dice Jaquelina Escamilla Villanueva, candidata de Fuerza por México por el distrito XIV Oaxaca Norte a diputada local, que en su andar ve resistencias, por un lado a las mujeres y por otro por los muchos años de promesas incumplidas, otro tanto de engaños y las malas prácticas de dar “algo” a la gente para que voten por ti.
“Yo llego, les toco la puerta y les pido una oportunidad, al menos que me escuchen antes de no estrecharme la mano o cerrar la puerta. Y esas personas que te escuchan te demandan que cumplas, te exigen desde otra mirada, una más ciudadana”.
Llego y lo único que les estrego es un folleto con mis propuestas, lo que la pone en desventaja frente a otros candidatos que les entregan despensas, “pero entregar una despensa es condenar a la gente a la pobreza y a la conformidad”. Por otro lado, afirma que hay un riesgo, la gente podría volver a votar por los mismos diputados y diputadas que nada han hecho por su comunidad.
Escamilla Villanueva es feminista y no es nueva en la política, dice que apenas cumplió la mayoría de edad y se metió por esos caminos, pronto fue regidora de Ecología y más tarde colaboradora cercana de Gabino Cué cuando éste fue gobernador y, recientemente, directora del Instituto Municipal de la Mujer, donde las cosas no terminaron bien, luego de que se impuso el “poder” por el enojo del munícipe capitalino, el morenista Oswaldo García Jarquín, a la transmisión de un conversatorio que hablaba del derecho al aborto, reconocido en Oaxaca hasta la semana 12 de gestación.
Dice que las mujeres aparentemente tienen otro obstáculo: “muchas personas nos siguen viendo ajenas a la política, esa vieja creencia que esta es tarea solo de los hombres, pero ya estamos aquí”.
Algunas amistades le dijeron que no le entrara a la contienda porque no podría ganar o que no llegaría a ningún lado. Pero no les hizo caso, en primer lugar porque tiene un proyecto legislativo y lucha por él, para eso se levanta muy temprano cada día para recorrer las colonias de la zona norte y se duerme muy tarde al concluir reuniones de evaluación con su equipo.
Y, por otro lado, ve que a pesar de la creencia de que las mujeres no votan por las mujeres, ella piensa que sí lo harán, porque son las mujeres, las que hacen política cada día, desde sus casas, en su colonia, en su comunidad y en su trabajo, al final vamos a vencer la idea de que las mujeres no votan por las mujeres y serán ellas las que decidan el voto.
Desde la ocho de la mañana de cada día y hasta que el sol le alcanza, recorre las colonias de la zona norte de la capital oaxaqueña acompañada de un equipo pequeño de mujeres y hombres. Toca puertas y dialoga con la gente que está preocupada por tres temas: la falta de trabajo, inseguridad y la pandemia, pero, sobre todo, qué haría si se contagiaran.
A pesar de haber enfrentado y sufrido “algún desgaste” tras meses de un litigio luego de denunciar violencia política en razón de género por parte del munícipe capitalino, Escamilla sostiene que “las mujeres podemos inconformarnos, podemos decir lo que está mal y peor, pero es en las instancias públicas, como el congreso local donde se puede incidir y fue eso lo que la llevó a aspirar a una candidatura, porque hay hendiduras en la ley que deben solventarse y evitar que los infractores escapen a las sanciones”.
Lo estamos viendo en esta contienda en candidatos como Salgado Macedonio, al que sacaron de la contienda por no comprobar gastos de precampaña y no por violentar la vida de varias mujeres”.
Su propuesta
Que nadie se quede atrás, dice parafraseando una frase de la ONU, cuando se refiere a su propuesta legislativa, la cual tiene un énfasis concreto en la igualdad para mujeres y hombres. La primera se refiere a la erradicación de la pobreza, mediante acciones legislativas como la renta básica y un programa alimentario emergente.
El segundo punto es salud, bienestar para todas las personas, para lo que dice es fundamental que todas las personas puedan acceder a servicios de salud gratuita. La pandemia nos ha enseñado mucho, no sólo en la atención inmediata que demanda la población sino la rehabilitación de las personas después de padecer el Covid 19. Además, de programas concretos de salud para las y los jóvenes.
En tercer lugar, afirma está la educación, pero esta debe ser incluyente. Es una realidad que necesitamos que todas las personas puedan acceder al internet gratuito y que las personas con discapacidad puedan también ser incluidas en programas de educación universitaria.
Los derechos humanos de las mujeres, adolescentes y niñas deben ser garantizados, mediante acciones como ciudades seguras y amigables para todas las mujeres y una que asegura le preocupa mucho es que realmente vivan libres de violencia. Su experiencia como servidora pública, explica, la lleva a pensar que se requieren presupuestos reales y efectivos para que las instituciones puedan emprender acciones de prevención y atención.
En quinto lugar, ubica la importancia de garantizar el crecimiento económico, trabajo y desarrollo cultural, las cuales van desde la reactivación de la economía local hasta incentivos fiscales y programas para emprendedores, comerciantes y personas que se dedican a la creación y venta de artesanías.
Y, finalmente, propone un Oaxaca sostenible, que implicaría acciones de protección a los recursos naturales, impulso al transporte ecológico y el desarrollo del ecoturismo.