Nuevo feminismo .

** Mensaje Directo

Fabiola Guarneros Saavedra /

El miércoles #8M tenemos la oportunidad de refrendar nuestro compromiso y lucha por la libertad, la justicia y el respeto pleno de los derechos y garantías de las mujeres. Todavía tenemos que exigir que se garantice el acceso a la salud, a la educación, a una vivienda y empleo dignos, a la seguridad y que se combata toda forma de violencia y discriminación.

Y a la par de nuestra lucha es tiempo de escuchar y aprender sobre el nuevo feminismo.

¿Cuál es la causa de las más jóvenes, de quienes nacieron ya con la libertad de votar y de decidir sobre su sexualidad o maternidad?

Ayesha Amin nació en Pakistán y es una activista tecnológica, de género y fundadora de Baithak-Challenging Taboos. Ella considera que el tabú en torno a la salud y los derechos sexuales y reproductivos ha mantenido históricamente a muchas mujeres en la ignorancia sobre su propio cuerpo. La falta de información las priva de autonomía corporal.

Además del estigma, las restricciones de movilidad y la falta de recursos impiden a muchas mujeres acceder a servicios sanitarios cruciales.

La FemTech –término con el que se designa la tecnología diseñada en apoyo a la salud de las mujeres– puede ayudar a eliminar los obstáculos que dificultan el acceso a la información y la asistencia. Sin embargo, esta tecnología tiende a excluir a quienes más la necesitan.

“Mientras luchamos por cerrar la brecha de género en el acceso a la tecnología digital, estamos dejando muy, muy atrás a las mujeres y niñas de las comunidades marginadas”, subraya la activista, quien explica que el proyecto más reciente de Baithak es Gul, un asistente de voz con inteligencia artificial que utilizará WhatsApp para ayudar a educar a la juventud en cuestiones de salud reproductiva en las lenguas locales.

El equipo encargado de su desarrollo bautizó su asistente de voz con un nombre común de género neutro, con la idea de que la gente pueda utilizar este asistente virtual como una amiga o un amigo a quien pedir esta información.

El espacio tecnológico, afirma Ayesha, está dominado por hombres. Sin embargo, las mujeres activistas no pueden dejar que esto las disuada: “Al principio puedes parecer una inadaptada, pero ésa es precisamente la razón por la que debemos estar ahí”.

Dilanaz Güler es una activista turca por la igualdad de género y tiene 19 años. Ella lucha contra el feminicidio y la violencia de género en internet, también trabaja para promover la alfabetización digital y el uso de los medios de comunicación con visión crítica. Además, es la fundadora del colectivo Youth for Digital Literacy, dirigido por jóvenes y adolescentes.

Dilanaz cree que la relación única de la juventud con internet –que, para muchas personas, supone toda una vida de acceso sin incidencias a la web– convierte a ésta en un colectivo fundamental para abordar algunos de sus problemas más peliagudos. Ya sea que se trate de hombres que acosan a mujeres con sus mensajes o que publican comentarios de odio en sus fotos, “muchas personas tenemos una idea preconcebida sobre la violencia de género en Internet. Sin embargo, ésta puede adoptar muchas formas y no tiene por qué ser abiertamente agresiva o realmente amenazadora”.

La joven turca señala la pornografía deepfake como una tendencia creciente para la que actualmente no existen recursos legales que permitan combatirla.

Lo que hace que estas “madrigueras” de internet sean tan eficaces es la mezcla de hechos y mentiras que utilizan para ocultar sus verdaderas intenciones. “Es muy difícil desmontar uno a uno todos esos argumentos”, dice Dilanaz. Los influencers misóginos y de extrema derecha saltaron a la fama de esta manera.

El trabajo de Dilanaz en el campo de la alfabetización digital y la utilización crítica de los medios de comunicación está motivado por la idea de que, si se puede distinguir con eficacia lo que es verdad de lo que no lo es, será mucho más difícil dejarse atrapar por la retórica reaccionaria.

“Cuando una persona navega por Internet busca comunidades basadas en el amor y la comunicación, no temas contra los que esté luchando”. Crear redes en torno a una visión positiva compartida es otra forma de evitar las creencias reaccionarias que se han ido volviendo cada vez más populares no sólo entre las personas misóginas, sino también entre algunas activistas feministas.

“Mi consejo, por tanto, es buscar siempre redes de apoyo con las que la persona pueda comunicarse de formas que no sean simplemente como gritar contra un muro. Y ahí es donde Internet puede ser de ayuda. Sólo con que una persona se conecte a la web puede relacionarse con personas que desean entrar en contacto con otras. Ésta es una premisa muy básica de internet. Pero creo que también es la más valiosa para el activismo”.

Con ellos

El emprendedor tecnológico jordano Laith Abu-Taleb, de 28 años, es activista por la igualdad de género. Como especialista en movilización juvenil para la Oficina Regional de los Estados Árabes de ONU Mujeres, cree que integrar la experiencia y los conocimientos únicos de la juventud en la esfera tecnológica es una forma muy potente de impulsar no sólo la innovación tecnológica, sino también el progreso social.

Laith es cofundador del HeForShe árabe, un movimiento para implicar a los hombres en la lucha por la igualdad de género, y codesarrollador de WeRise, una aplicación respaldada por ONU Mujeres que fomenta el empoderamiento de las mujeres mediante juegos, cuestionarios, foros y otro tipo de contenido interactivo.

ONU Mujeres y Naciones Unidas, por ejemplo, promueven para el Día Internacional de la Mujer el lema “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”.

Y sí, las trincheras también están ahí en el mundo del internet, las redes y la realidad virtual. La tecnología digital está abriendo puertas para el empoderamiento de las mujeres, las niñas y otros grupos marginados en todo el mundo.