Nuevos clientes de CFE

**LINOTIPIA.

/ Peniley Ramírez /

En medio de la crisis por el coronavirus, la inflación y los recortes al presupuesto, hay dos empresas en México que han obtenido ganancias multimillonarias con el gobierno. Se llaman TO Energy y Hupalu. Aunque estaban constituidas desde el sexenio anterior, sus operaciones despegaron en diciembre de 2020. Operan desde pequeñas oficinas cuyos teléfonos suenan como desconectados, los guardias del lugar dicen que los empleados van de vez en cuando y su plantilla de personal es mínima. Tampoco queda claro de dónde han obtenido su capital.

A pesar de este bajo perfil empresarial, TO Energy y Hupalu han conseguido que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) les venda más de 240 megawatts de energía. El doble de lo que se necesita para operar durante un año el Metro de la Ciudad de México, más 40 edificios de más de 50 pisos, como la Torre Mayor capitalina.

¿Cómo estas empresas han usado toda esa energía? La han vendido a otras compañías, especialmente a Vitol, una multinacional holandesa. En diciembre de 2020, Vitol aceptó en una corte en EU pagar una multa de 135 millones de dólares para zanjar un caso judicial. El Departamento de Justicia estadounidense los acusó de sobornar a funcionarios de varios países para obtener contratos de energía. El acuerdo judicial dice que, entre 2015 y 2020, Vitol usó a varios de sus empleados para conspirar y pagar sobornos por más de dos millones de dólares a funcionarios de México y Ecuador, “para asegurar una ventaja indebida y obtener negocios de compra y venta de productos derivados de petróleo”.

En ese momento, Vitol tenía contratos con Pemex y la CFE. Pemex canceló los contratos. La CFE nunca anunció alguna cancelación, ni se publicó que Vitol quedaba inhabilitada para hacer negocios con el gobierno, pero la Comisión dejó de venderles energía. Los registros públicos del Centro Nacional de Control de Energía permiten establecer qué pasó desde entonces. En febrero de 2021, Hupalu le vendió a Vitol 10 megawatts, es decir, lo que consumirían en un año 10 hoteles de unas 200 habitaciones.

Después, Hupalu y TO Energy comenzaron a ganar contratos directamente con CFE y a revender esa energía. El 3 de agosto, en dos contratos, la CFE vendió a TO Energy 200 megawatts, el doble de lo que usa una refinería en un año. Ese mismo día, TO Energy le vendió 100 de los 200 megawatts a Vitol. En los meses siguientes, vendió el resto a varias compañías. Los contratos de CFE con TO Energy estarán vigentes desde agosto de 2021 hasta diciembre de 2024. Los contratos de TO Energy con Vitol durarán exactamente el mismo periodo.

La suerte de TO Energy y Hupalu con la CFE continuó después. Los registros públicos muestran que entre agosto y diciembre la CFE vendió otros 40 megawatts en otros cuatro contratos. El más reciente se firmó el 29 de diciembre.

Expertos en el sector eléctrico me dijeron que, si la CFE hubiera vendido toda esa energía directamente a consumidores finales, podría haber ganado unos 4 mil millones de pesos. Al hacerlo con estos intermediarios, las ganancias del gobierno serán más o menos de la mitad. Revisé un contrato de una empresa en el centro del país que compra su energía directamente a CFE. Los precios coinciden con los cálculos que hicieron estos expertos.

Pregunté a la CFE, a TO Energy y a Hupalu qué garantías les ha pedido el gobierno para asegurarse de que estas empresas podrán pagarles más de dos mil millones de pesos al año. En CFE no me respondieron. Uno de los socios de Hupalu me dijo que los términos del acuerdo eran confidenciales. Las mismas respuestas obtuve cuando pregunté cómo CFE había decidido vender esa cantidad de energía a dos empresas tan pequeñas.

Pregunté si solo estaban triangulando para Vitol. Me dijeron que no, aunque los documentos muestran que han sido intermediarios. Pregunté si tiene algo que ver que Eduardo Arriola, exfuncionario de la CFE en esa área de venta de energía durante el sexenio anterior, ahora trabaja para Vitol. Me dijeron que él no ha tenido injerencia. Pregunté al socio de Hupalu, José Luis Pérez-Arenas, cómo consiguió su empresa esos contratos. Me dijo que solo se acercaron con CFE, negociaron, llegaron a un acuerdo. ¿A cuánto les vende CFE y en qué condiciones?, insistí. Es confidencial, repitió él. Hasta ahora, no hay información pública para resolver estas preguntas, ni de ningún otro participante en esta historia.

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