*La obra invita a reescribir aquellos modelos y conductas que resultan limitantes y excluyentes
*La presentación fue organizada por la Coordinación General de Difusión de la UAM
18/08/2022 Ciudad de México.- Oriones. A la vista de Lavista es una obra dancística –creada a partir de la música de Mario Lavista, quien fuera un reconocido compositor mexicano, egresado del Conservatorio Nacional de Música– que cuestiona los estereotipos de masculinidad e invita a reescribir aquellos modelos y conductas que resultan limitantes y excluyentes, explicaron Tomás Sebastián, Diego Cardiel y Javier Gárate durante el Jueves de Artes Escénicas, organizado por la Coordinación General de Difusión de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En la actualidad cuestionarse la masculinidad se ha vuelto necesario, aunque sigue siendo algo ambiguo y abierto, en especial para este arte dentro del cual muchos bailarines han decidido romper con los moldes inculcados desde las academias y escuelas para dejar de lado los estereotipos y sólo ser, tratando de encontrarse en el escenario más como individuos y no como géneros encasillados, sostuvieron los tres bailarines del sexto elenco del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac).
La pieza trata de ver al varón no como la sociedad lo cataloga, sino como un ser humano con figura masculina que se relaciona con otro masculino y que juntos son capaces de construir cierto tipo de sociedad que no está delimitada por estándares o reglas, sino que busca el desarrollo de seres más sensibles, abiertos, receptivos y con personalidades libres por su ser y su contexto.
Oriones surgió como creación colectiva luego de presentarse la oportunidad de hacer un proyecto acerca de una coreografía que emergiera a partir de los motivos de Lavista y que hablara sobre las diferentes maneras de vivir y sobrevivir a las masculinidades, desde la perspectiva de jóvenes creadores que decidieron dedicar sus vidas a este arte.
Se trata de una puesta en escena del Ceprodac, un espacio abierto a la creación, investigación y experimentación que persigue el impulso del desarrollo de la danza contemporánea en México, por ello estos jóvenes tuvieron la libertad de ir creando la obra con base en los ejercicios de exploración y ruptura que en colectivo se fueron suscitando.
Por ejemplo, “hay una escena en la que tratamos de abrazar a un compañero, pero su primera reacción es una total distancia”, porque a veces entre ellos no es fácil la fraternidad de un cálido abrazo, pues es mucho más común un buen apretón de manos o bien un saludo acompañado de golpeteos en la espalda.
Esto condujo al fuerte cuestionamiento por entender y romper los estereotipos o arquetipos que se proyectan en la sociedad mexicana, ya que al cuestionarse sobre las rutas a seguir se suscitó una lluvia de ideas vertidas en un jamboard, es decir, una pizarra virtual con dibujos, frases e ideas varias de donde surgieron los ejes que hoy dan sentido a esta pieza ¿qué es ser hombre? Resultando gratificante y hermoso encontrar la diversidad de expresiones y perspectivas que surgieron dentro de quienes habitan este universo escénico.
El nombre de Oriones es en honor a la constelación de Orión, que dentro de un escenario significa un movimiento coreográfico a modo de estrellas, cuya conjunción forma una constelación dentro del lugar donde se esté bailando.
Generalmente no hay un modo de hacer coreografía impuesto, hay quien termina el trazo escénico y luego lo musicaliza, pero ellos siempre supieron que partirían de la música de Lavista y por fortuna también tuvieron el privilegio de elegir las composiciones que compondrían para la obra.
La pieza forma parte del Programa de Residencias en Grupos Estables del Instituto Nacional del Bellas Artes y Literatura, al cual se ingresa por convocatoria dentro de las dos categorías que existen, Residentes, para personas con mayor trayectoria dentro de la danza contemporánea, e Internos, abierta para quienes recién se graduaron de dichas escuelas en el país.
Oriones tuvo un estreno en los teatros María Teresa Montoya y de la Danza Guillermina Bravo, después se presentó en el Cuadragésimo Segundo Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López, en el Teatro de la Paz de San Luis Potosí; en Danzatlan, en la Sala de Conciertos Elisa Carrillo en Texcoco, y actualmente se exhibe en el Teatro Raúl Flores Canelo en la Clausura del Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Ciudad de la México.