Pandemia por Covid 19 podría durar de dos a tres años: López-Gatell

/Redacción/

Cdmx. 30 junio 2020.- La pandemia podría durar de dos a tres años, de acuerdo a algunas conjeturas científicas, afirmó en la conferencia matutina, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

El subsecretario de salud expuso un panorama desalentador para la pandemia en México al prever se tenga una mediana estabilidad en octubre, sin embargo, con la llegada de la influenza, en este mismo otoño, retome fuerza para terminar en marzo.

explicó que en el país se está llegando a un periodo de desaceleración de la epidemia del coronavirus COVID-19, así lo dijo durante el informe semanal, “El pulso de la Salud”, que ofrece en la habitual conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

“Existe la posibilidad, no es algo que esté completamente cierto (…) la temporada de influenza va de octubre hasta marzo y existe la sospecha de que Covid pueda repuntar”, indicó.

López-Gatell aseguró que, aunque se pueda pensar que el brote de COVID-19 es ‘algo interminable’, México vive una desaceleración de casos. “La velocidad a lo que lo hace es cada vez menor”.

El funcionario federal señaló que “en pocas semanas” llegaremos a que la curva epidémica avance a menos de 1 por ciento y tienda hacia el cero por ciento. Advierte que esto se logrará sí y solo sí se mantienen las precauciones en la Nueva Normalidad.

“Esta epidemia larga habíamos estimado que podría llegar hasta agosto, posteriormente con las modelaciones matemáticas se estimó que puede llegar hasta octubre”, indicó.

López- Gatell evadió responder sobre la fecha de llegada del “semáforo verde” y pidió “no anticipar vísperas”. Afirmó que las estimaciones parten de cumplir las indicaciones de prevención ante el COVID-19.

“Existe la posibilidad, no es algo que esté completamente cierto, que cuando llegue el otoño y el invierno y empezando desde octubre, junto con la influencia podría sumarse COVID-19”, reiteró.

El subsecretario de Salud sostuvo que la epidemia de COVID-19 seguirá por algún tiempo en México, y que incluso en ciudades como en Guadalajara y en Monterrey puede alargarse la epidemia hasta septiembre u octubre.

Versión estenográfica:

e da mucho gusto estar nuevamente aquí con ustedes en el pulso de la ciudad de junio 30. Pues como ya señaló el señor presidente, hoy en el pulso de la ciudad pues vamos a dedicar esta comunicación a casi un mes del camino hacia la Nueva Normalidad, para lo cual, el doctor Hugo López-Gatell nos dará el seguimiento de la pandemia, como ya lleva tiempo, tanto a nivel mundial como en nuestro país.

Esto, muy convencido que de ustedes forman una parte importante de este camino, lo han hecho, lo siguen haciendo, tienen mucho aguante, porque en la tarde participan muchos de ustedes en las tres horas que ponen atención, pero hoy en particular porque son mayoría mujeres y eso habla de su interés y de su compromiso.

Entonces, Hugo López-Gatell, por favor.

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ, SUBSECRETARIO DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD: Con su permiso, señor presidente. Secretario, muy buenos días, compañeros directores. Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Vamos a utilizar el informe técnico que presentamos por las tardes para comentar el acontecer de la epidemia y algunas características que vale la pena tener presentes.

Efectivamente, llevamos 29 días desde que terminó el primer ciclo de las medidas de mitigación comunitarias con la Jornada Nacional de Sana Distancia y entramos a este periodo que designamos Nueva Normalidad, utilizando una expresión que nos parece importante tener en cuenta en México y que se ha usado también en otros países, y que lo que refleja es la idea fundamental de que esta epidemia, esta epidemia de COVID-19 va a seguir todavía por algún tiempo en México.

Hemos platicado múltiples ocasiones sobre esta idea de la epidemia larga. La epidemia empezó el 28 de febrero en México, aunque los esfuerzos de preparación habían iniciado desde la primera semana de enero de 2020. Desde el inicio estimamos que, dadas las características de la manera en que se transmite el virus, la velocidad a que se propaga podríamos tener una epidemia larga. Esta epidemia larga inicialmente habíamos estimado que podría llegar hasta agosto; posteriormente, con las predicciones matemáticas, se identificó que podría estar llegando hasta octubre.

Esto no quiere decir que la intensidad de la epidemia va a ser igual en todo el territorio, sino que, como también hemos comentado en varias ocasiones, la epidemia se presenta en forma de parches, en forma de zonas. Hay ciudades, sobre todo zonas metropolitanas grandes, como la del Valle de México, que pueden tener una duración más grande de su propia epidemia local; y otras ciudades más pequeñas en donde, a pesar de entrar en fechas posteriores al inicio de la epidemia en febrero, pueden agotar su transmisión antes. Es el caso de Tijuana, ciudad en la que se produjo todo el proceso de la curva epidémica en aproximadamente seis a siete semanas.

Algunas ciudades grandes, como es el caso de Guadalajara y de Monterrey, que son la segunda y tercera metrópolis más grandes del país, pueden extender también su periodo de transmisión, posiblemente hasta septiembre o incluso octubre. Esa es la epidemia larga que esperamos en México.

Y posteriormente, como también hemos comentado, existe la posibilidad, no es algo que está completamente cierto, pero existe una importante sospecha de que así podría ser, que cuando llegue el otoño y el invierno empezando desde octubre, junto con la influenza, enfermedad infecciosa causada por otro virus que causa los síntomas parecidos a los de COVID, podría sumarse COVID también durante la temporada de influenza. La temporada de influenza va de octubre hasta marzo del siguiente año y existe esta sospecha de que COVID podría repuntar.

En la medida en que esto esté ocurriendo y ocurra en todos los países del mundo -todos los países del mundo han sido afectados por el COVID- existe siempre la posibilidad de que de un país a otro o a otro o a otro se vuelva a propagar el virus hacia una población que posiblemente ya haya salido de la epidemia.

¿Cuánto tiempo en total va a durar todo esto?

No se puede precisar, pero algunas conjeturas científicas apuntan a que esto podría durar varios años, posiblemente dos o tres años durante todo el proceso en que esté en forma sincrónica, en desfase de tiempo, presentándose la epidemia en el mundo.

Dada esa realidad, la Nueva Normalidad lo que implica es vivir en una situación en donde no podemos eliminar un riesgo de manera absoluta, no lo podemos eliminar del planeta, pero sí podemos integrarnos a vivir en sociedad en las actividades que son indispensables para la vida humana en todos los países haciéndolo de una manera que nos permita disminuir esos riesgos.

Y en la disminución de esos riesgos hay cambios de prácticas, prácticas de vida diaria que nos permiten disminuir la probabilidad de ser contagiadas y contagiados. Algunos de los elementos importantes están en la sana distancia, mantenernos a distancia física unos de otros; específicamente, no estar cara a cara a una distancia menor de dos metros, un metro y medio máximo. No podemos estar tan cercanos porque la forma de transmisión de este virus es a través de las gotas, gotas pequeñas y aerosoles respiratorios que todos y todas producimos al hablar, al gritar, al cantar, al toser, al estornudar. Esa es una medida muy importante.

Y la segunda muy importante es el lavado continuo de manos, lavarnos las manos preferentemente con agua y jabón. Si no está disponible el agua y jabón, puede usarse alcohol en gel o alcohol en solución con concentraciones de 70 por ciento para desinfectar las manos y evitar que a través de las manos nos contagiemos por tocarnos los ojos, la nariz o la boca y llevar el virus a nuestro organismo.

Son las dos medidas muy importantes.

Y algunas medidas complementarias que pueden ayudar en están en la reorganización de nuestro espacio físico: la distancia en la que nos sentamos en un establecimiento comercial, por ejemplo, de alimentos, la distancia a la que estamos unos de otros en el espacio físico, en un mercado, en un tianguis, en una plaza pública y eventualmente en otras actividades que progresivamente se irán abriendo durante este proceso de Nueva Normalidad.

Durante cuánto tiempo tenemos que estar así?

Mucho tiempo. Vamos a tener que tener esta nueva forma, esta Nueva Normalidad de interactuar con unos y otros para que lo podamos hacer de una manera, finalmente natural, que no sea una situación donde sintamos pánico, donde estemos presas de una presión que hasta ahorita se percibe como externa, porque los distintos gobiernos de mundo, desde luego incluido el de México, hemos estado participando en orientar estos esfuerzos de la sociedad o hemos tomado disposiciones administrativas para el cierre temporal de las distintas actividades.

Entonces, retomamos sobre esta idea de la Nueva Normalidad. Llevamos 29 días en ello, y en México recordamos, lo hemos hecho a través de un sistema de semáforo. Semáforo lo que quiere decir es que tenemos unos indicadores de colores semejantes al semáforo del tránsito, sólo que con cuatro colores, que podemos ver en la siguiente diapositiva y que nos permiten ver en cada entidad federativa, en cada estado, cuál es la intensidad de la transmisión de la epidemia, cuál es la capacidad de atención en los hospitales que hay en cada estado, cuál es la velocidad a la que se están ocupando los hospitales y cuál es el porcentaje de personas que teniendo los síntomas de COVID se identifica que realmente están infectados por el virus que lo causa y no por otras infecciones respiratorias que también existen, han existido y seguirán existiendo por siempre.

Vemos en la diapositiva cómo estamos en esta semana. Tenemos 18 estados en anaranjado, esto es el riesgo alto, y 14 que están en el riesgo máximo, del que hemos partido es el riesgo que se había identificado durante la Jornada de Sana Distancia para todo el país.

Entonces, los que pasaron ya a anaranjado, es porque están teniendo una buena reserva hospitalaria. No perder de vista que logramos expandir la capacidad de atención de un sistema de salud originalmente muy limitado y que sigue siendo muy limitado, y tendremos que seguir trabajando y así lo haremos para expandir la posibilidad de que nuestro sistema de salud dé cabida a todas y todos en todos sus padecimientos.

Eso va a ser un proceso que vamos a seguir a lo largo de los siguientes años, pero ahorita, para atender la epidemia de COVID hicimos una serie de cambios muy intensivos para expandir la capacidad hospitalaria. Los hospitales que fueron designados COVID para la atención específica de personas con infección respiratoria aguda grave, empezamos con 645 hospitales el 24 de abril y, después de varias semanas transcurridas durante marzo donde estuvimos preparando los planes para esta reconversión, arrancamos la reconversión en abril, más o menos en las primeras pocas semanas de la fase 3 y hoy tenemos casi 900 hospitales COVID, tenemos 899 hospitales COVID, habiendo partido de 645 hospitales COVID.

Esto ha sido un esfuerzo enorme y agradecemos a todos los miembros del personal de salud, no solamente enfermeras, enfermeros, médicas, médicos que directamente trabajan en la atención de pacientes, sino también todos los equipos administrativos y de apoyo que han permitido en todas las instituciones del sector salud, incluidas las civiles y las militares, expandir esta capacidad hospitalaria.

Y el resultado neto es el objetivo que hemos buscado desde el inicio: no hemos tenido una situación extrema en donde en cualquiera de los estados de la República haya personas que no se pueden atender porque no hay una cama disponible. Cuando decimos cama es no solamente la cama física en el hospital, sino el personal de salud especializado, los equipos técnicos, los materiales, los ventiladores y, desde luego, todos los insumos necesarios para la correcta atención de los pacientes. Hemos logrado tener esos espacios y conforme la epidemia transcurrió hemos ido expandiendo capacidades.

Y lo que vemos hoy es que empiezan a desocuparse hospitales en algunas zonas, en particular aquí en el Valle de México empiezan a tener ya camas disponibles algunos hospitales.

Vamos a ver en la siguiente diapositiva ya los números… Bueno, este es un recordatorio, vamos a pasarlo muy rápido, de las distintas actividades que se pueden tener de acuerdo a los colores, de acuerdo a los niveles de riesgo. Vemos algunos ejemplos, no pretende ser una lista de todos los elementos que se tienen que considerar, pero son algunos de los ejemplos.

La actividad turística en hoteles estaba limitada a 25 por ciento de aforo en los estados que están en rojo o que estaban en rojo, los que persisten en rojo no ocuparlos más de la cuarta parte; en cambio, en naranja ya pueden ocuparse al 50 por ciento.

Los servicios de alimentación, los alimentos preparados, restaurantes, cafeterías, etcétera, que no estén más que con servicio a domicilio en el semáforo rojo y que pueden pasar al 50 por ciento de su ocupación durante el semáforo naranja.

Otros servicios a las personas, como los servicios de peluquerías, estéticas, barberías, etcétera, cerrados durante rojo con servicio a domicilio posiblemente y 50 por ciento preferentemente con citas para evitar conglomeraciones durante el semáforo naranja.

Los parques son un elemento importante, que están representados ahí del lado izquierdo abajo, los parques son un elemento de esparcimiento, de la posibilidad de hacer actividad física, exponernos a la luz solar, disfrutar un espacio de la naturaleza al interior de zonas urbanas y es importante también para el estado de ánimo y el estado mental, incluso.

Entonces, desde el semáforo rojo ya se había considerado que estén con ocupación, pero quizá limitada al 25 por ciento de lo que habitualmente se usan y se empiezan a expandir estos usos en semáforo naranja.

Pero una cosa muy importante. El parque es un espacio público en donde podría haber conglomeraciones, y aquí lo que pedimos es a la población tener conciencia de esto: si usted sale al parque, sale a un espacio público, procure hacerlo en forma individual o en grupos familiares muy pequeños para que no haya contagios.

En todo momento, cuando haya personas en la vía pública, puede haber contagios. Si provienen de grupos familiares o sociales diversos que no se habían encontrado, puede ser que se encuentren y alguno de ellos está contagiada, contagiado y le transmite a los demás. Entonces, simplemente hay que mantenernos a sana distancia y no agruparnos.

Los comercios de alimentos, tianguis, mercados, mercados sobre ruedas, supermercados, etcétera, son actividades esenciales; si no, no podríamos alimentarnos. Hemos mantenido abiertos con aforos limitados al 50 por ciento durante semáforo rojo y empiezan a abrirse progresivamente, también procurar que estén físicamente distanciadas las personas.

Actividades deportivas profesionales permanecen sin público, tanto en semáforo rojo como naranja, en la siguiente diapositiva vemos los otros ejemplos: tenemos los gimnasios, permanecen cerrados durante el semáforo rojo, empiezan a abrirse con aforos al 50 por ciento en semáforo naranja y preferentemente todas estas actividades que se pueden programar con citas hacerlo así para evitar conglomeraciones.

Cines, teatros, espacios de esparcimiento o de desarrollo cultura, permanecen cerrados en rojo, con 25 por ciento de ocupación en semáforo naranja y procurar que sea a distancia, que no estén las personas congregadas en ese espacio, porque por el tiempo de estancia una, dos horas hay una alta probabilidad de contagios, si se disponen separados alternando la ocupación de las butacas eso disminuye el riesgo.

Igualmente, los centros comerciales, preferir mantener cerradas las áreas comunes en forma absoluta durante el semáforo rojo, 25 por ciento de ocupación en semáforo naranja.

Iglesias, mezquitas sinagogas, templos de culto también cerrados en rojo con una ocupación de 25 por ciento en naranja.

Y lo último, sitios de espectáculos masivos, estamos hablando de más de mil personas hasta cantidades grandes, 30 mil, 40 mil definitivamente cerrados todavía durante los semáforos rojo y naranja, lo mismo que bares, centros nocturnos y otros sitios de congregación y esparcimiento.

Vamos a ver los números ahora sí. Más de 10 millones de personas han tenido COVID en el mundo desde que empezó está epidemia a principios del año y 22 por ciento de ellas, que son dos millones 196 mil lo han tenido en los últimos 14 días.

Esta es la parte activa de la epidemia, todas las demás personas ya se han recuperado o algunas, lamentablemente, han fallecido, concretamente en promedio cinco por ciento de las personas que han tenido COVID a lo largo de este tiempo.

La región del continente americano es la que ocupa la mayor cantidad de casos activos en los últimos 14 días, lo que se muestra en la gráfica de barras es en los últimos 14 días; Europa, que había sido la región más afectada originalmente, ya ocupa el cuarto lugar, en cambio otros continentes, otras regiones del mundo empiezan a estar en una fase creciente.

En México desde que empezó la epidemia el 28 de febrero hemos tenido 220 mil 657 personas afectadas y 23 mil 389 han sido enfermas en los últimos 14 días; nuevamente, son la parte activa de la epidemia y todas las demás personas, casi 200 mil, han estado ya o recuperadas y ya no son contagiantes.

Muy desafortunadamente, 27 mil 121 personas han perdido la vida por el COVID y esto ha sido consecuencia de la propia enfermedad. La enfermedad puede causar neumonía grave y afectar la capacidad de oxigenar el organismo, y eso tiene consecuencias sobre los otros órganos y el COVID puede hacer perder la vida de las personas; pero insistimos, muy afortunadamente las muertes no han ocurrido porque las personas no tengan donde hospitalizarse.

Una preocupación, sin embargo, es que las personas tarden demasiado en llegar a la hospitalización y pedimos nuevamente tomar en cuenta este mensaje, que cuando empiecen los síntomas de COVID: fiebre, tos, dolor de garganta, dolor de cabeza, enrojecimiento de los ojos, dolor muscular, diarrea a veces, cuando se presenten estas características y se trate de una persona mayor de 60 años, que tiene enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, obesidad, tabaquismo u otras causas de inmunosupresión, que acudan lo más pronto posible al hospital, porque cuanto más temprana sea la atención mayores posibilidades hay de que la enfermedad no cause un daño letal.

Vámonos más rápido, vamos a ver algunas estadísticas. En la siguiente diapositiva vemos que casi 173 personas por cada 100 mil en el país han tenido COVID desde que empezó la epidemia, estos son los 221 mil personas y en los últimos 14 días, 23 mil 389 lo han tenido.

Lo que vemos en la gráfica es por distinta entidad federativa, por distintos estados cómo se ha distribuido la enfermedad en los últimos 14 días y en las dos barras de colores, rojo y amarillo se ven las personas que tienen la enfermedad y han sido confirmadas en rojo y las personas que tienen los síntomas de enfermedad y son contabilizadas e identificadas como parte de la vigilancia aun cuando todavía no esté el resultado de laboratorio.

En la siguiente vemos las muy lamentables defunciones, cómo han seguido este incremento, este ascenso, este cambio donde cada día hemos tenido más y más.

Hemos tenido en el día más afectado un poco menos de 600 defunciones, no hemos llegado a ese punto crítico de 600 defunciones, aun en los días más intensos.

Cada una de estas defunciones es lamentable, aunque solo fuera una, eso es muy lamentable, y han tenido esta progresión hasta llegar a un poco menos de 600 por día en algunos días, sobre todo durante el mes de junio.

Por entidad federativa lo vemos, no ha cambiado mucho la distribución, el Valle de México ha sido la zona más afectada por razones bastante obvias, el Valle de México ocupa casi la cuarta parte de la población de todo el país y por eso es también la zona donde ha habido más casos y más defunciones.

En la siguiente diapositiva, aquí lo que vemos es cómo ha cambiado la cantidad de casos de acuerdo a la fecha en que han ocurrido los síntomas. En general, una persona que hoy tiene los síntomas no está inmediatamente en atención, esto puede tardar un día, dos, tres o cuatro un poco más días.

Y reiteramos, es muy importante que las personas que tienen alta probabilidad de complicarse no esperen, que acudan a atención en las unidades de salud que están disponibles y con espacios para ser atendidas.

Vámonos a la siguiente. Aquí vemos un poco un detalle de la distribución por institución de atención, todas las instituciones del sector salud, insistimos, están disponibles y han estado disponibles para atender a personas con COVID.

La siguiente lo que nos muestra es cómo ha ido cambiando el número de casos. Y aquí en general esta gráfica puede causar, desde luego, una sensación de que la epidemia es interminable. La epidemia ha sido larga, ya lo dijimos una y otra y otra vez, llevamos tres meses netos desde el inicio de la epidemia y estamos llegando a un punto de desaceleración, esto lo mostramos gráficamente el domingo pasado, empezamos teniendo un cambio en el número diario de casos, que era 30 por ciento de lo que teníamos en el día anterior, los casos de hoy, 30 por ciento de los de ayer, eso cuando empezó la epidemia en el mes de febrero; después subía a 10 por ciento, después subía cinco por ciento y ahorita está subiendo menos de dos por ciento.

¿Qué quiere decir dos por ciento?

Por supuesto es dos por ciento de un número cada vez más grande y el número absoluto de casos es cada vez más grande, no hay duda alguna que la epidemia en ese sentido ha seguido aumentando.

Pero un dato muy importante es que la velocidad a lo que lo hace es cada vez menor y si hoy tenemos menos de dos por ciento, luego vamos a tener uno por ciento, luego menos de uno por ciento, hasta que vamos a llegar en las próximas pocas semanas a cero de crecimiento.

¿Eso quiere decir que se acabó la epidemia?

No, eso lo único que quiere decir es que llegamos ya a una parte de la epidemia en donde el resto va a hacer que disminuya, disminuya y disminuya. Pero recuerdo a todas y todos, lo que también hemos dicho, si y sólo si, si y sólo si logramos mantener esta Nueva Normalidad con las medidas de reducción del riesgo de contagios, es muy importante. Si no lo logramos, como sociedad tenemos la posibilidad, y esto ha ocurrido en otros países, de que repunte la epidemia.

Por eso es importante no relajar las medidas, empezar a recuperar las actividades públicas, no se pueden detener para siempre porque causan importantes afectaciones a la sociedad, tenemos que recuperar nuestra vida pública, pero hacerlo de una forma ordenada, cuidadosa, cuidándonos cada uno de nosotros, cuidando a nuestros familiares, cuidando nuestra comunidad.

En la siguiente vemos una muy buena noticia. COVID es una enfermedad que puede causar la muerte, cierto, pero no todas las personas -y lejos está de ser la mayoría de personas- fallecen, la gran mayoría se recuperan, aún las personas que han estado hospitalizadas, que son quienes tienen enfermedad suficientemente grave, casi el 60 por ciento, casi seis de cada 10 de las personas que han estado hospitalizadas se han recuperado.

Esto quiere decir 131 mil 264 personas tuvieron COVID, ya no tienen COVID, ya no contagian de COVID. Algunas van a pasar varias semanas o incluso meses en que se recuperen del todo, sobre todo las personas que han estado en las terapias intensivas con gran afectación y tienen que recuperar sus músculos, su estado de salud en general en los distintos órganos, su estado de salud emocional y mental también producto de la afección. Van a tardar, pero la gran mayoría se recupera más rápidamente y son seis de cada 10 que han sido recuperadas.

Terminemos con un dato que muestra precisamente cómo hemos logrado tener espacios disponibles para que nadie se quede fuera, nadie se quede atrás. Lo que vemos en este mapa es dónde están las unidades operativas de atención de la salud, los hospitales COVID designados, estos casi 900 hospitales que habiendo partido de 645 fueron ampliados.

Y son 26 mil, más de 26 mil camas de hospitalización general, casi nueve mil camas de terapia intensiva o camas habilitadas para personas críticamente enfermas. De estas -si lo podemos ver en la siguiente diapositiva- las camas generales hoy están ocupadas o hasta ayer en el corte de información estaban ocupadas al 44 por ciento; esto quiere decir que todavía tenemos más de la mitad, 56 por ciento disponibles con variaciones desde luego, de acuerdo a la intensidad epidémica en cada estado, que se pueden ver de izquierda a derecha en la gráfica: Sonora, Tabasco y Estado de México ahorita son los que tienen ocupaciones mayores al 64, 63 y 63 por ciento respectivamente. La Ciudad de México, que llegó a ser la zona donde había la mayor ocupación hospitalaria, ya no lo es, hoy tiene ocupación del 61 por ciento; y así para las demás entidades.

Terminamos viendo la ocupación de camas para personas críticamente enfermas, camas con ventilador, le llamamos así, porque es donde se requiere tener ventilación mecánica con una máquina que ayuda a las personas a respirar. En el lado derecho se ve la ocupación, es de 39 por ciento, es decir, 61 por ciento, más de seis de cada 10 camas están todavía disponibles.

Y por entidad federativa estamos también, empezamos con Baja California, Estado de México y la Ciudad de México con porcentajes de ocupación de 62, 61, 54 por ciento.

En la última imagen vemos -para que se vea gráficamente- cómo subió de estos 645 hospitales el 24 de abril a los de hoy, casi 900 y seguiremos con la reconversión hospitalaria conforme vaya siendo necesario, pero con la claridad de que ahorita vemos señales ya donde la ocupación en algunos sitios ciertamente sigue siendo muy intensa y seguirá siendo un reto asegurar que no haya sobrecupo que pudiera evitar que se atienda las personas, pero en algunos sitios, concretamente donde ocurre la mitad de la epidemia, ya empiezan a ir hacia abajo.

Presidente, secretario.

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