Pepe si quiere .

/ Agustín Contreras Stein /

PEPE Yunes, se dice, es el candidato natural a la gubernatura del Estado, ya sea
a través de la coalición política, o en última instancia, por su propio partido político, el revolucionario institucional, que nunca ha abandonado, muy a pesar de
especiales circunstancias políticas que se le presentaron cuando fue candidato en
el dos mil dieciocho.

No cesa, ahí está, listo para iniciar, cuando así lo determinen los tiempos
electorales, la actividad política que lo lleve, primero, a ser el elegido por parte de
las dirigencias de los tres partidos políticos que ahora siguen siendo el bloque
opositor en el escenario político estatal.

El sábado pasado, lo ratificó, es decir, que despeja, finalmente, su propósito para
las próximas elecciones gubernamentales, donde sí quiere, como lo dijo
claramente y que busca ser quien encabece las acciones políticas de un gran
bloque opositor, que no sean, solamente los partidos tradicionales, ha definidos,
sino también la suma de Movimiento Ciudadano, así como otras organizaciones
políticas que simpatizan con este movimiento político que trata, por la vía
civilizada, de cambiar el rumbo político en la entidad veracruzana.

No faltan, sin duda, obstáculos a vencer, como el mismo político de Perote, lo ha
señalado, pues considera que las próximas elecciones, serán de gran
participación del Estado, en favor de la organización política que se encuentra en
el poder. Sin embargo, como Pepe, también hay otros actores políticos que en
este momento ya están pensando en el dos mil veinticuatro, con una suma política
que integre una verdadera unidad en torno a un proyecto político que pretende,
como ya lo hemos comentado, darle a Veracruz, una nueva opción política de
grandes dimensiones.

En lo que corresponde a la opinión pública, ésta está consciente de que ya le toca
a Pepe Yunes, gobernar a la entidad veracruzana. Para ello, se requiere,
necesariamente, del acuerdo general de los partidos políticos y de quienes, en
estos momentos, con todo derecho, buscan también encabezar este propósito
político.

Y no, porque lo haya señalado el reciente sustituido coordinador de la bancada
priista en el senado de la república, Miguel Ángel Osorio Chong, de que Julen
Rementería del Puerto, es un buen aspirante, sino que también, sin duda, se le
considera en Veracruz, como una buena posibilidad de la coalición política, pero
esta vez, Pepe, lleva mano, con sus derechos a salvo y su aceptación popular.

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HÉCTOR HERNÁNDEZ RIVEROS, SÍ ES UN BUEN POLICÍA.

NO HAN FALTADO QUIENES quieran señalarle malas acciones al Comisionado
de la policía auxiliar y protección patrimonial para el Estado de Veracruz, Héctor
Hernández Riveros. Su prestigio se lo ha ganado con el tiempo y con las propias
circunstancias que le han rodeado en el pasado, haciendo un buen trabajo, por
voluntad propia y por ser parte de su misma convicción de servidor público.
Hasta el momento, su corporación ha crecido considerablemente y es la razón
principal, para que, en días pasados, el gobierno del Estado, se lo hubiera
reconocido, no con un papel o documento cualquiera, sino con el apoyo oficial
necesario, proporcionándole patrullas y armas suficientes para seguir haciendo su
labor al frente de tan destacada policía, como es el caso que se le atribuye al
IPAX.

Aunque pareciera que se trató de un hecho aislado, la verdad de las cosas, es que
el respaldo gubernamental, tuvo que ver, antes que nada, con las necesidades
que se tienen en materia de seguridad, pero también es referencia obligada, la
serie de acciones que se han llevado a cabo en esta institución y que responden,
sin duda alguna, a las demandas de seguridad, de la propia sociedad
veracruzana, y a las actividades privadas del sector empresarial y de negocios.
Héctor, es un buen policía, pero también un buen administrador, y así lo ha
demostrado.

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¿AHORA, EL PLAN “C”?

DE ACUERDO CON la suspensión del acto reclamado, concedido al Instituto
Nacional Electoral, el famoso plan “B”, electoral, no podrá aplicarse hasta en tanto
no haya una resolución definitiva.

Para este momento, solo se considera un primer paso en este proceso de declarar
inválido este plan presidencial, aunque no se descarta que solucionado el mismo,
se recurra a un tercer plan, es decir, el “C”, que al parecer el mismo gobierno tiene
preparado ya para el caso de que el plan “B”, ahora suspendido, no tenga los
efectos deseados. Es una lucha política entre el gobierno y el propio Instituto
Nacional electoral, que, al mismo tiempo, es, sin duda, una seria preocupación del
pueblo mexicano, porque sea como sea, afecta los principios fundamentales de la
democracia en nuestro país.

Por lo pronto, esta suspensión, es una buena oportunidad para que el gobierno,
por una parte, y la sociedad, por otra, aprovechen para reflexionar más
profundamente sobre el tema, que, en principio, demuestra, antes que nada, que
comienza a evidenciarse la verdadera separación de poderes, dando a cada quien
su propia esfera de competencia y respeto mutuo.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede