Poder que presume poder

Claudia Rodríguez
Periodista, sólo un oficio

El término “cuarto poder” se hizo enormemente popular cuando el escritor y filósofo escocés Thomas Carlyle, a mediados del siglo XIX atribuyó dicha expresión al destacado político y escritor británico Edmund Burke, quien la pronunciaría en el debate de apertura de la Cámara de los Comunes del Reino Unido en el año1787. En su discurso, Burke dijo que había tres poderes en el parlamento; señalando que en la tribuna de prensa era donde se sentaba el cuarto poder, más importante que todos ellos.

Los otros tres poderes del parlamento a los que se refería Burke eran los Lores Espirituales (representantes de la iglesia), los Lores Temporales (la nobleza) y los Comunes (los políticos), a los que añadió la influencia que ejercía de la prensa sobre todos ellos.

Lo que sí es un hecho, es el poder que se otorga a la sociedad, cuanto la prensa es imparcial y obtiene fuerza frente al Estado; lo cual no se consigue cuando hay confabulaciones o amistades que rebasan la línea profesional entre quienes ejercen el oficio del periodismo con los actores de la política. Sólo hay que recordar las declaraciones documentadas del periodista norteamericano Ben Bradlee y su amistad con el senador por Massachusetts John F. Kennedy por lo que en su momento, tuvo un acceso total a la Casa Blanca; lo que a la vez lo llevó a poner la amistad de los Kennedy antes que su tarea de informar con veracidad. Empero el asesinato de su amigo, parece haberlo salvo de la opacidad y más tarde le permitió un escalón más por el icónico caso Watergate.

El poder del Poder Judicial

En México, es incuestionable el valor de la prensa frente a las acciones ilegales e inmorales de los hombres del poder, y tiene un valor específico por la razón de que es el pueblo quien puede conocer de las situaciones oscuras y tramposas de quienes se desempeñan en el ejercicio público e incluso se confabulan con el poder económico.
No obstante, entre los Poderes de la nación, hay uno por años tomó una fuerza descomunal frente a los otros dos. Intocable el Poder Judicial sobre todo los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La Corte cree aún, tener más fuerza que los presidentes de la República en turno, y por la carga de sus responsabilidades, dicen; auto dictarse salarios por arriba de los del mandatario federal.

Sólo habría que recordar los argumentos, ante la decisión de Andrés Manuel López Obrador de que ningún funcionario gane más que el presidente de la República. Los ministros de la Corte se mostraron en resistencia a esta iniciativa desde que López Obrador la pronunció como presidente electo, refiriendo que su ejercicio profesional independiente no sólo depende de su actuar con rectitud, sino también de las condiciones favorables que se los permita; como la seguridad, las remuneraciones y las condiciones de retiro razonables y dignas.

Los jueces de la SCJN, creen ser excepcionales frente a las condiciones de trabajo de la gran mayoría de los mexicanos, pero por lo que se percibe, muchos de ellos han usado su puesto para hacer cuando menos transacciones inmorales.

Del ascenso cuestionado, a la caída librea
La renuncia de Eduardo Medina Mora a la SCJN, una vez que se anunció que era investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda por el delito de lavado de dinero, deja entrever, que ni las remuneraciones elevadas que recibió el ahora ex ministro, fueron suficientes para desarrollar sus funciones cuando menos con probidad.
Lo dicho. Se creyeron el Poder de Poderes, en donde igual se podía burlar a la familia, a la justicia y hasta los funcionarios.
Medina Mora, a querer o no, fue un hombre del anterior sistema político, quien incluso llegó a la Corte por una vía distinta a la marcada en la Constitución Mexicana.
Mal hice el Poder Judicial en creerse el rey y el verdugo.

Acta Divina… “La SCJN no es, ni puede ser, un partido de oposición. No es ese su papel, ni su función en una democracia constitucional”: Tuiteo el ministro presidente Arturo Zaldívar en medio de la renuncia a la Corte de Eduardo Medina Mora.

Para advertir… El presidente López Obrador ya aceptó la renuncia de Medina Mora. Es imperativo que el Senado revise los orígenes de la misma dimisión.
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