25.11.2023.- Las organizaciones por los derechos de las mujeres son decisivas para combatir la violencia de género y encaminarnos a un mundo más equitativo y sin violencia para las mujeres y niñas.
Pese al papel fundamental que el activismo feminista desempeña para poner fin a la violencia contra las mujeres, cada vez hay más movimientos antiderechos y reacciones negativas contra activistas por los derechos humanos de las mujeres en todo el mundo.
A continuación se enumeran cuatro razones por las que es imprescindible financiar a las organizaciones de mujeres para eliminar la violencia contra las mujeres y niñas.
Prestan servicios esenciales para las sobrevivientes
Las organizaciones de mujeres desempeñan un papel primordial en la prestación de servicios a supervivientes y víctimas de violencia de género, la violación de derechos humanos más generalizada en el mundo dado que afecta a por lo menos una de cada tres mujeres.
Algunos servicios de asistencia crítica para la violencia de género son refugios, terapia, asesoramiento jurídico y líneas de emergencia. Estos servicios son una ayuda inestimable para las supervivientes, con cuyo apoyo pueden reconstruir su vida.
De acuerdo con un estudio de las Naciones Unidas, solo el 40 % de las mujeres busca ayuda después de vivir violencia, por lo que el alcance de las organizaciones de mujeres es todavía más importante.
Las organizaciones por los derechos de las mujeres empoderan a las mujeres y niñas para que defiendan sus derechos y busquen ayuda ante una situación de violencia.
Por medio de educación, capacitación e iniciativas comunitarias, las organizaciones de mujeres robustecen la resiliencia y autoestima de las mujeres, cualidades muchas veces determinantes para romper el ciclo de la violencia.
Promueven cambios en políticas
Según algunas investigaciones, la presencia de un sólido y autónomo movimiento feminista es el factor más determinante para impulsar cambios en las políticas para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas en el plano nacional e internacional.
Los países con movimientos feministas más influyentes a menudo adoptan políticas sobre violencia contra las mujeres más integrales que aquellos que tienen movimientos más débiles. Esa fortaleza se debe a las incansables tareas de promoción de las organizaciones por los derechos de las mujeres, que, por lo general, cuentan con financiación insuficiente.
Por otro lado, los países con escasa presencia de movimientos de mujeres presentan sesgos más marcados contra la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, lo que demuestra la importancia del trabajo que llevan a cabo las organizaciones por los derechos de las mujeres en la transformación de las normas sociales y las relaciones de poder.
Por lo general, las organizaciones de mujeres investigan y recaban datos acerca de la violencia contra las mujeres y niñas, y aportan información respecto de la preponderancia y las formas específicas de violencia en diferentes contextos.
Los resultados de esas investigaciones son cruciales para quienes elaboran las políticas y prestan servicios a fin de pensar estrategias eficaces y asignar recursos para eliminar la violencia de género.
Reducen la violencia de género
Existen cada vez más pruebas que demuestran que la labor de las organizaciones de mujeres reduce la violencia de género. Así todo, la financiación sigue siendo escasa, por lo que es urgente incrementar los fondos que reciben las organizaciones por los derechos de las mujeres.
Las organizaciones locales por derechos de las mujeres entienden sus comunidades mejor que nadie y siempre adoptan enfoques basados en pruebas que han reducido la violencia y transformado la vida de las mujeres de todo el mundo, en especial las mujeres sistemáticamente excluidas y racializadas que están expuestas a más riesgos.
Por ejemplo, una investigación muestra que se redujo la violencia de pareja en Nicaragua un 63 % gracias a las iniciativas de los movimientos de mujeres del país destinadas a reformar leyes, prestar servicios a las supervivientes, transformar las normas de género y brindar información a las mujeres sobre sus propios derechos humanos, acompañadas de acciones multisectoriales coordinadas con los gobiernos.
El proyecto IMAGE implementado en Sudáfrica redujo la violencia de pareja a la mitad en dos años por medio de microfinanciación y capacitación en género y movilización comunitaria.
Otra medida implementada por el Programa Mundial de Alimentos en Ecuador disminuyó la violencia de pareja hasta un 30 % en seis meses mediante el empoderamiento económico de las familias que viven en zonas urbanas pobres; es decir, aligeraron los factores de estrés en las parejas relacionados con cuestiones relativas a la pobreza.
Según What Works Network (Reino Unido), los proyectos bien diseñados e implementados pueden reducir la violencia de pareja más del 50 %.
Desempeñan un papel fundamental en emergencias sanitarias y humanitarias
La pandemia de COVID-19 puso de relieve el papel preponderante que desempeñan las organizaciones por los derechos de las mujeres en urgir a los gobiernos a que combatan la violencia de género.
Un informe confeccionado por el Grupo de las Naciones Unidas junto con ONU Mujeres reveló que los países que tienen movimientos feministas más influyentes adoptaron, en promedio, tres medidas más para combatir la violencia de género durante la pandemia que los países sin la presencia de esos movimientos.
La cantidad de mujeres y niñas en regiones en conflicto ha aumentado un 50 %; entonces, millones de mujeres y niñas en el mundo son más vulnerables a vivir violencia de género.
Algunas investigaciones demuestran que se puede avanzar hacia la igualdad de género cuando las mujeres participan activamente en las respuestas ante conflictos y emergencias y cuando las acciones humanitarias se focalizan en las organizaciones de derechos de las mujeres y los grupos autogestionados.
Es apremiante financiar a las organizaciones de mujeres
No puede dejar de resaltarse la necesidad urgente de financiar las organizaciones de mujeres que combaten la violencia contra las mujeres y niñas.
Las organizaciones por los derechos de las mujeres son la primera línea de defensa en la búsqueda de un mundo sin violencia y más igualitario.
Muchas organizaciones por los derechos de las mujeres que trabajan en el terreno, incluidas las que trabajan con las supervivientes, también reciben escasa financiación dado que solo el 5% de la Asistencia Oficial para el Desarrollo se destina a combatir la violencia contra las mujeres que se acercan a esas organizaciones.
En un mundo en el que la igualdad de género y la prevención de la violencia de género son necesidades urgentes, los gobiernos y las instituciones deben reconocer a las organizaciones de mujeres, empoderarlas y destinar fondos para que puedan llevar a cabo sus acciones inquebrantables.
Las organizaciones por los derechos de las mujeres tienen el compromiso de crear una sociedad más segura, igualitaria y justa para las mujeres y niñas de cada rincón del mundo y un futuro más prometedor para todas las personas.