*Alguien como tú .
/ Gladys de L. Pérez Maldonado /
Ha pasado la algarabía de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, hasta pareciera que se escucha un silencio sordo con significado de expectación… ¿Qué sigue? Quizás es la pregunta en el subconsciente de todas…
Las feministas tuvimos la oportunidad de manifestarnos en este día, todas marchamos desde nuestras trincheras en una sola voz, exigiendo seguridad, no más violencia en contra de nosotras, ni una más muerta, reclamando que nos dejen vivir en libertad, en igualdad de circunstancias, con dignidad como merece todo ser humano.
Intentamos por todos los medios dar a conocer el significado de la lucha feminista y sus logros, que bien describe Margarita Luna Ramos, ministra en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en su artículo Las mujeres mexicanas en el siglo XXI, publicado en la revista http://www.siempre.mx “Cuándo las sufragistas, las violetas, las revolucionarias pudieron siquiera pensar en tener un Congreso paritario; que en las matrículas universitarias haya igual o mayor número de mujeres; en la existencia de concursos para acceder al añorado puesto de Juezas de Distrito o Magistradas de Circuito, exclusivo para mujeres; en las licencias de paternidad para que el varón se involucre en la crianza, cuidados y educación de los hijos; en la emisión de sentencias con perspectiva de género; en la elección de mujeres gobernadoras, senadoras, diputadas, secretarias de Estado; las mujeres incursionando en todas las actividades empresariales, artísticas, deportivas, políticas.”.
La doctora Leticia Bonifaz Alfonzo, en el artículo Los derechos de las mujeres publicado en www.eluniversal.com.mx ,describe de manera puntual el largo, accidentado y sinuoso camino que las mujeres hemos recorrido a lo largo de la historia para obtener el respeto de nuestros derechos humanos, puntualizando, que hay batallas que vienen de años respecto de las cuales se ve un avance continuo y sostenido, que hay otras luchas nuevas que se están librando en este momento, pero lo más grave de todo es cuando algún derecho ya conquistado se ve de pronto amenazado.
Bonifaz hace una aseveración importante “…el camino hacia la igualdad tiene que seguirse recorriendo en compañía. Los esfuerzos aislados no son suficientes. Hacia allá se enfoca, con toda su energía y sororidad, el movimiento feminista contemporáneo.”.
Tocante al Día Internacional de la Mujer, la doctora Amelia Valcarcel, filósofa y feminista española manifestó: “…Estoy pensando en la larga lucha de las mujeres. Una que tiene escenarios en todo el mundo, en las afganas, en primer lugar, que sobreviven aterrorizadas; en las iraníes, que resisten una feroz tiranía religiosa; en las mujeres de India, que soportan el peor de los poderes patriarcales que conozco. Estoy pensando…pero no me desanimo, porque allí donde miremos también nuestra libertad se defiende cada minuto. ¡Somos un cambio inimaginablemente grande!.”.
En la emisión de Alguien como tú, #8M que no se olvide de 4 de marzo pasado, señalamos: “¡Las mujeres no estamos solas! Es verdad, estamos acompañadas de madres, hermanas, hijas, nietas, sobrinas y muchas más féminas que tienen nuestro cariño, que les deseamos triunfo en la vida, el respeto de sus derechos y gozar de la garantía que nadie las matará por el solo hecho de ser mujer.”.
Las feministas tenemos 364 días restantes para magnificar toda la energía derramada con motivo del #8M2024.
La libertad que exigimos no sólo es física, la libertad más trascendente e importante, es la libertad mental…la libertad de conciencia, romper el paradigma del establishment, del control del grupo de personas que ejerce el poder sobre nosotras.
Tenemos que romper cadenas cognitivas que permitan la evolución de conciencias. Una evolución en atención permanente, en este importante, profundo y destacado asunto de las mujeres, que aún con la indiferencia de muchas personas, nos conmociona a cada instante cuando sufrimos la ausencia de una más.
Las mujeres somos la base esencial, fundamental del tejido social y su desarrollo, la geografía psicosocial ante la grave e insultante indiferencia destruye la condición humana, porque una mujer, todas las mujeres, somos la fuerza vital de la existencia, sin nosotras no habría humanidad y somos destruidas o al menos lo intentan todos los días.
A pesar de tanta lucha feminista, pareciera que lo que vivimos es un boomerang que nos azota, como si nos quisieran dar una lección por “sublevarnos” al patriarcado hegemónico.
El #8M se debe conmemorar permanentemente desde nuestras trincheras, unas con otras, hombro a hombro, sin importan los colores, unidas por una misma causa en sororidad, esa causa se llama MUJER, porque ¡Juntas somos más fuertes!…