Radicales toman el control en la reforma eléctrica

Escaleras

/ Salvador García Soto /

¿Quién va a asumir todos esos costos que significarían miles de millones de pesos en demandas y quejas?

El Universal,

Cuando algunos grupos moderados al interior de Morena, tanto del gabinete como del Congreso, trataban de “suavizar” el contenido de la reforma constitucional en materia eléctrica y aseguraban que, en ningún caso, la propuesta del presidente López Obrador dañaría las inversiones ni expropiaría o cancelaría contratos de empresas privadas que generan electricidad, los grupos más radicales de la 4T saltaron a la escena. Y entre Paco Ignacio Taibo, con su “nos los vamos a chingar”, y Manuel Bartlett aceptando que sí cancelarán todos los contratos privados de generación y ni siquiera pagarán indemnizaciones, los duros de este gobierno lanzaron un “fuera máscaras”, sobre las verdaderas intenciones de esta reforma.

La afirmación de Bartlett ayer en una conferencia de prensa donde pretendía explicar los alcances de la contrarreforma eléctrica de López Obrador, fue como abrir su juego en una partida de poker, en la que el director de la CFE dice con todas sus letras que la estatización que propone esa iniciativa es total y que, aunque se cuiden de usar la palabra expropiatoria, en los hechos estarán de facto expropiando todas las plantas de generación de energía eléctrica construidas y operadas por el sector privado nacional e internacional, a quienes se les cancelarán sus contratos sin tener derecho siquiera a una indeminzación.

“No los vamos a indemnizar…los contratos se van a cancelar, ya se acabaron, esta telaraña que inventaron ya no se sostiene y no la vamos a sostener en el gobierno mexicano, entonces eso de que los vamos a indemnizar no va a pasar”, dijo Manuel Bartlett Díaz, quien tradujo la expresión que el domingo pasado, en la Feria del Libro del Zócalo capitalino, lanzó el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, al señalar que con la reforma eléctrica “nos los vamos a chingar”.

De paso, Bartlett desmiente y deja en ridículo al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que apenas esta semana les juraba a inversionistas extranjeros y a organismos financieros internacionales que participan en el Atlantic Council, que la reforma del Presidente no dañaría la inversión y sería positiva para el mercado eléctrico en el que hoy participan los capitales privados. “México promueve la participación de las inversiones privadas en el sector eléctrico desde el marco de la CFE, quien compra energía y capacidad de los generadores privados, sin usar a la CFE como una barrera financiera. Deberíamos incentivar la eficiencia de costos”, sostuvo el titular de Hacienda quien nunca habló de la cancelación de contratos sino de “comprarles la energía” que generan los privados.

En la misma Cámara de Diputados, los integrantes de las Comisiones de Energía y de Puntos Constitucionales que ya empezaron el análisis del dictamen de la reforma eléctrica, sostienen que no habrá cancelación de contratos a los privados que hoy generan el 46% de la electricidad en el país. “No vamos a afectar a nadie, ni habrá cancelaciones de contratos que generen demandas, se va a dialogar y se va a escuchar a todos para encontrar soluciones, en un ejercicio de parlamento abierto”, dijo esta semana en una entrevista radiofónica para el noticiero “A la una” de Heraldo Radio, el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, el morenista Manuel Rodríguez González.

Así, mientras los grupos moderados de Morena en San Lázaro hablaban de “parlamento abierto” y de escuhar a todas las voces y opiniones de especialistas, de empresarios y hasta de los actuales concesionarios del sector eléctrico, para incluso modificar algunos aspectos de la iniciativa presidencial, el ala más radical en el tema eléctrico, representada por Manuel Bartlett y por la propia Rocío Nahle, apoyados por voces de ultras como el escritor Paco Ignacio Taibo II, desvelan la verdadera naturaleza de esta reforma que va por la estatización total y por obligar a los privados a cancelar sus inversiones ante un marco normativo que, si no les cancela de inmediato sus contratos, les va a obligar a vender la electricidad a precios muy bajos a la CFE, que desmantelaría todos los esquemas de autogeneración, no solo de empresas sino de cientos de miles de hogares mexicanos, 281 mil para ser exactos, que hoy generan su propia electricidad a partir de paneles solares.

Bartlett lanzó el grito de guerra que desnuda las intenciones reales de la propuesta eléctrica lopezobradorista: van por todas las canicas de la industria de generación de energía eléctrica mexicana; van a devolverle, en los hechos, el monopolio de generación a la CFE y a revertir todo el avance del 46% de generación en manos privadas para entregárselo, ya sea con clausulas leoninas o con cancelación de contratos, al organismo estatal que terminará quedándose no sólo con las plantas y la infraestrucutra construida con inversiones nacionales y extranjeras en los últimos 8 años, sino con toda la energía que generan esas plantas.

De paso, como ya lo apuntamos en este espacio, si la reforma estatizadora cancela contratos e inversiones sin ningún tipo de indemnización, como ya anticipa el director de la CFE, se daría un golpe a la banca comercial que ha financiado a las empresas eléctricas con 40 mil mdd en créditos bancarios y bursátiles, además de préstamos realizados por Banobras y Nafinsa en las centrales eléctricas, donde los dos bancos gubernamentales garantizan el 60% del costo de esas centrales, que también reciben al entrar en funcionamiento participación financiera de afores como Siglo XXI, Banorte y Banamex. Por si eso fuera poco, hay inversión extranjera directa que se vería afectada con la cancelación de contratos, tan solo la empresa ENEL, S de R.L. de C.V. tiene una inversión de 1,500 mdd en la que participan inversionistas como el Estado Italiano, el Fondo de Pensiones de los Maestros de Quebec y la Afore Siglo XXI-Banorte.

La lluvia de amparos y denuncias en el sistema de justicia nacional, además de recursos y quejas en instancias internacionales, incluidos los mecanismos de resolución de controversias del TMEC con Estados Unidos y Canadá, serán inevitables y altamente costosas para el país. ¿Quién va a asumir todos esos costos que significarían miles de millones de pesos en demandas y quejas a nivel nacional e internacional?

Eso sin contar la afectación a familias mexicanas que hoy generan su propia electricidad y que invirtieron entre 90 y 140 mil pesos, con enormes esfuerzos, para instalar paneles solares y ahorrar en su consumo de energía. Si ese esquema de autogeneración tampoco será respetado y se obligará a entregar esa energía a la CFE para después volvérsela a pagar, ¿de que sirvió entonces el esfuerzo y el beneficio económico y ecológico que buscaban más de 281 mil hogares mexicanos que apostaron por ese esquema de generación propia a partir de la reforma peñista que será totalmente derogada?

Tener una empresa del gobierno que se “fortalezca” y vuelva a monopolizar la generación y venta de energía eléctrica en el país, terminará siendo un tema demasiado costoso en estos tiempos en los que el concepto de “soberanía” y “nacionalización”, que con una visión totalmente política e ideológica se le quiere vender a los mexicanos, resultará más dañino que beneficioso para el objetivo práctico, real y urgente de los consumidores mexicanos: tener energía más barata, más accesible y menos contaminante. Ninguno de esos postulados los ha cumplido la CFE en su historia de mal servicios, abusos y cobros excesivos a los mexicanos, ¿Qué nos garantiza que ahora sí, por devolverle el monopolio eléctrico, lo podrá hacer la empresa que más quejas por mal servicio y prácticas abusivas tiene en este momento por los mexicanos?

NOTAS INDISCRETAS…

Reza la consigna que en política nunca hay casualidades y en el fallo que dio el pasado jueves la Fiscalía General de Justicia de la CDMX sobre las causas de la tragedia de la Línea 12 del Metro, en la que murieron 26 personas el pasado 3 de mayo, queda muy claro que la fiscal Ernestina Godoy simplemente validó en su dictamen las lineas que apuntan a los errores de construcción y de diseño como las principales causas del derrumbe de trabes que provocaron la tragedia. Nada sobre los problemas de mantenimiento ni sobre el video del C5 que detectó y grabó con un dron afectaciones y desviaciones de las trabes en diciembre de 2019. Todo volvió a recaer en los famosos pernos defectuosos y ni una sola mención a la posible falla de mantenimiento o de las afectaciones que sufrió la obra en el sismo de 2017 y que no fueron debidamente atendidas ni reparadas. Si hubo quien pensó que la fiscal Godoy iba a actuar de manera independiente, profesional y ética, está claro que se equivocó y que se impuso el criterio político que beneficia a su amiga y quien la propuso para el cargo, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Porque más allá de los aspectos jurídicos y técnicos, lo que realmente llama la atención es el timing de la FGJCDMX que sacó de manera intempestiva su dictamen, apenas un día después de que Marcelo Ebrard confirmara su intención por competir por la presidencia. La misma semana que el presidente López Obrador dice que no tiene favoritos, la misma semana que las encuestas ponen a Ebrard al frente de la carrera presidencial de Morena y cuando al canciller le había ido bien con temas como el diálogo de seguridad y la reapertura de la frontera con Estados Unidos, llega el fallo de la fiscal Ernestina Godoy que vuelve a apuntar a los responsables de la construcción de la obra. Y para que no queden dudas de los tiempos y las intenciones del dictamen pericial de la Fiscalía capitalina, la responsabilidad de las empresas que construyeron las obras, léase Grupo Carso de Carlos Slim, no ameritará causa o acusación penal, porque se resolverá “a través de acuerdos reparatorios” como el que ya aceptó y de hecho ya financia y trabaja el ingeniero. Luego entonces, todo lo que queda de culpa, con empresas que ya fueron eximidas de responsabilidad penal o legal a cambio de que financien la recostrucción, queda para el gobierno que construyó, contrató y supervisó la obra que, otra mera casualidad, estaba a cargo de Marcelo Ebrard. ¿Así o más claro el despeje de camino que desde la fiscalía de justicia capitalina le quieren dar a la Jefa y las piedras que le ponen al carnal?…Y justo un día después del mencionado fallo judicial, en Guerrero ayer se encontraron Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal que, sin dudarlo, se fundieron en un abrazo que, sin palabras, dijo mucho. Y no es que de pronto la doctora y el senador se quieran mucho o se hayan vuelto amigos, pero el mensaje que manda ese momentáneo acercamiento, al menos del lado de la Jefa de Gobierno, es que más que a Marcelo, Claudia prefiere a Ricardo como competidor por la candidatura presidencial de Morena, y el propio zacatecano, que tiene un colmillo que le da varias vueltas, toma al vuelo la intención del abrazo y declara que “yo voy a estar con Claudia en la final”. Claro que Monreal desea estar en la final pero más que con Sheinbaum, él va con Ebrard con quien mantiene intacto su pacto de ayuda mutua. En fin, que los juegos del Calamar morenista por el 2024 ya comenzaron y se ponen cada vez más interesantes. La pregunta es cuándo empezarán a disparar desde Palacio Nacional para empezar a eliminar a los aspirantes incómodos y despejarle el camino a la “favorita” que según el Presidente no existe, pero todo mundo, empezando por el macuspano, la ve muy clarita…Los dados mandan Serpiente doble. Cierre de semana díficil.