Ramírez Zepeta y su funesta gira por el norte de Veracruz

HORA LIBRE

Álvaro Belin Andrade

Si así quiere Esteban Ramírez Zepeta ganar la dirigencia estatal de Morena, agrediendo a los únicos grupos que, en el olvidado norte de Veracruz, respaldan al gobernador Cuitláhuac García Jiménez y se están enfrentando a los cacicazgos panistas de Ricardo García Guzmán y Joaquín Guzmán Avilés, pues ya estuvo que no tiene mucho futuro.

Cualquiera pensaría que alguien lo está chamaqueando y se está mostrando como un aspirante sin madera y desconectado del piso, lo que le llevará a la derrota.

En su gira del 27 y 28 de junio por la región más olvidada de Veracruz, el distrito de Pánuco, Ramírez Zepeta despreció y dejó tirados los raídos girones que quedan de Morena y se peleó con Antonio Argüelles Guerrero, dirigente en la zona norte de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), nada menos que la CTM lopezobradorista, que ha apoyado con acompañamiento y apoyo político y logístico al gobernador de Veracruz.

En ese distrito, que reúne a Pánuco y Pueblo Viejo con los municipios de la Sierra de Otontepec, colindantes con Tamaulipas, San Luis Potosí e Hidalgo, Morena prácticamente no existe; la mayoría de los funcionarios municipales de ese partido han sido comprados por Ricardo García Guzmán y sus hijos.

Para colmo, quienes se han mantenido fieles han sido relegados, olvidados e ignorados; se les señala como apestado de Morena, y Ramírez Zepeta llegó a abrir más la herida.

Y mire que Cuitláhuac le abrió la puerta con su visita previa, los días 26 y 27, a los municipios de Poza Rica, Tuxpan, Tempoal, Tantoyuca, El Higo, Pánuco y Pueblo Viejo, por cierto con una pintadota de raya respecto a los García Guzmán, luego de que el Secretario de Gobierno, un día antes de su llegada, había partido plaza del brazo del diputado local Rodrigo García Escalante, recientemente expulsado del PAN.

Para el delegado de CATEM en Pánuco, Eduardo Elizondo, el pleito fue tan inexplicable como innecesario. Y lo explica: CATEM ha apoyado al mandatario veracruzano, de quien Ramírez Zepeta fue jefe de la Oficina de Gobierno, con transporte, movilización y apoyo político para desactivar manifestaciones de descontento.

Un aspirante demasiado verde

Por eso les causó mucha extrañeza la expresión en toda la gira de Esteban Ramírez Zepeta, quien se enganchó en algo muy torpe por su inexperiencia. A Pánuco y la zona norte llegó, dicen, con una posición de mucha discriminación. Quienes realmente han seguido trabajando con Morena fueron desplazados; había una lista muy selectiva de invitados a sus reuniones y, en lugar de acompañarse de los representantes regionales, anduvo arropado por los diputados locales de Morena Wenceslao González Martínez, de Poza Rica, y Elizabeth Cervantes de la Cruz, de Álamo.

Nada más como detalle del poco tacto político del ahijado político del Gobernador: los funcionarios de Morena en la región están muy molestos porque les hicieron aportar recursos para la gira, para la renta del salón, las sillas, mesas, refrescos, pero no los dejaron entrar a los eventos.

Antonio Argüelles, coordinador de la zona norte de CATEM, que abarca de Martínez de la Torre a Pánuco, envió al gobernador Cuitláhuac García una sentida misiva en que reitera el apoyo al Gobierno del Estado pero lamenta mucho los comentarios negativos contra la organización hechos por Esteban Ramírez Zepeta, “y más que no tenemos el gusto de conocerlo y mucho menos él a nosotros”.

Y remata su mensaje: “Es lamentable que este joven no se modere por su falta de experiencia y oficio político para que inicie juzgando nuestra Organización, nosotros no somos sus enemigos”.

Es posible que el fantasma de Gonzalo Vicencio Flores, oriundo de Chicontepec, y quien también busca el cargo de dirigente estatal de Morena, haya motivado el desdén de Esteban, pero como dicen en la organización obrera, eso es tema del partido, y ellos no pertenecen ni deciden en él.

La zona norte, como Veracruz Puerto, la horma del zapato morenista

Ya sabemos que los lugares donde Morena no hizo mella en los pasados comicios, pese al tsunami de Andrés Manuel López Obrador, fueron la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río y los distritos de Pánuco y Tantoyuca, donde el PAN ejerció su poderío.

En Pánuco, ya sabemos, prevalece el cacicazgo de Ricardo García Guzmán y sus hijos, mientras que en Tantoyuca, el fiel de la balanza es el actual dirigente estatal panista Joaquín Rosendo Guzmán Avilés. Son los distritos 1 y 2, y en ambos, Morena se estrelló contra las prácticas de corrupción y violencia que han sostenido la prevalencia de estos cacicazgos.

En Pánuco había irritación entre los pocos militantes de Morena. Primero porque, como gobernador, Cuitláhuac García nunca había ido a Pánuco, y luego porque el Secretario de Gobierno, un día antes, se había placeado por el centro de Pánuco acompañado del diputado local Rodrigo García Escalante.

Ricardo y los hijos compraron a todo Morena, a los regidores de Morena y del PT. Por eso no existe Morena, sino solo algunas personas de los cinco grupos que había, algunos maestros que han sido desplazados, que no han sido tomados en cuenta. Quienes están en los cargos son pura gente de Ricardo García Guzmán y sus hijos.

Los García Guzmán compraron todo el distrito, al grado que en el municipio de Chinampa de Gorostiza, donde gobierna Lázaro Avendaño Parrilla, de Morena, y el candidato a diputado era de ahí, también perdieron.

La lucha en el norte, en Pánuco en particular, es contra los García Guzmán, por la violencia, la inseguridad y el saqueo. Y lo sabe el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien no les permitió que se acercaran para nada, ni siquiera el presidente municipal Fernando Molina Hernández

Los García Guzmán buscaron infructuosamente que la Mesa para la Construcción de la Paz se cambiara de la Asociación Ganadera a la Casa de la Cultura, donde en su momento les montaron su show a Duarte y a Yunes. Ricardo con la esposa y sus hijos pretendían hacer lo mismo, tener el control de entradas y salidas, poner bailables, huapangos, entregar guayaberas, una gran comida y exhibirlo con fotografías.

El gobernador no accedió a nada, no recibió a nadie, entró y salió, y se fue a Pueblo Viejo, donde comió con el presidente municipal, Luis Fernando Cervantes Cruz.

Los maestros que han mantenido la estructura limitada de Morena en Pánuco, sin que les hagan caso, se quejaron ante el gobernador del trato y el olvido a la zona norte, firmaron 35 personas, fundadoras del movimiento, 11 son los más importantes. De ahí en fuera no tiene nada Morena.

Y aún así, Ramírez Zepeta, que quiere dirigir al partido en Veracruz se da el lujo de hacerlos a un lado, pelearse con la CATEM y darle la espalda a quienes han luchado por los ideales de Morena.

Frases sin disfraces

“En el mundo no haya nada tan difícil como la franqueza y nada tan fácil como la adulación”. Fiodor Dostoyevski

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