Real Academia de la Lengua Morenista

**LA INMACULADA PERCEPCIÓN

/ Vianey Esquinca /

En la semana se difundió que durante las Asambleas de análisis del plan y los programas de estudio para el diseño de los libros de texto gratuitos para la educación básica el director general de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga Navarro, acusó a la “derecha educativa” de imponer términos como calidad educativa, competencia, sociedad del conocimiento, eficiencia y productividad, además de conceptos como desarrollo sustentable, desarrollo integral y desarrollo constante.

Hay que recordar que, el 9 de diciembre del 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que había otras palabras neoliberales como resiliencia, empatía y holístico.

Tuvo que llegar un gobierno morenista para descubrir la verdad detrás de esas palabras tramposas y satánicas. La maldad de los neoliberales en México no tiene límites, lograron infiltrar a la Unesco, a la Oficina internacional de Educación de la ONU y ¡hasta a la Real Academia Española! No sólo eso, sino que manipularon a personajes como quien fuera varias veces ministro de la Unión Sudafricana, Jan Smuts, y que inventó en 1926 el concepto holístico o al siquiatra francés Boris Cyrulnik, quien en 1970 trasladó el término de resiliencia a la capacidad de las personas a superar tragedias.

¿Quién iba a sospechar que todos estaban coludidos ante el inminente triunfo de Morena en 2018? ¿Quién iba a pensar que esos términos y palabras tenían como objetivo nublar el juicio de los mexicanos para no darse cuenta de la clase de gobierno que el país tenía? ¡gandallas!

Por eso la SEP quiere eliminar todo eso y seguramente también quitarán los conceptos inventados por el neoliberalismo y que develó el Presidente en su conferencia del 29 de octubre del año pasado: feminicidio, ecologismo y esos “nuevos derechos” como la defensa de los derechos humanos o la protección de los animales.

Así que no sólo se cambiará el sistema educativo, sino los libros de texto, para hacerlos más color guinda. De ahora en adelante no se hablará de la “calidad educativa”, sino de la “calidad de la lealtad”. La eficiencia, la productividad y la competencia serán sustituidas por el término “90% honestidad y 10% experiencia”.

Con la modificación de los libros de texto, seguramente el gobierno federal aprovechará para actualizar la historia, incorporando la “Guerra Salmerón”, conflicto diplomático en el que México tuvo que defender su soberanía ante el acoso sostenido de Panamá, país neoliberal y sede de la Santa Inquisición.

También se hablará con orgullo de la forma que la Secretaría de Salud contribuyó a la medicina durante la pandemia pues descubrió que con tés, paracetamol y VapoRub se pudo domar al covid-19.

Por supuesto, cuando en cualquier libro se hable de los presidentes de Estados Unidos, también harán un cambio en el nombre del sexto mandatario estadunidense y en lugar de ser John Quincy Adams, le pondrán John Quincy A. porque el apellido Adams también ha hecho mucho daño al país.

Y ya entrados en gasto con las modificaciones que quieren hacer, seguramente buscarán que se elimine de los diccionarios otras palabras neoliberales como “nuera” y la van a sustituir por “esa señora”; “hijo” por “fastidio” y “hermano” por “exhibido”.

Algunos términos como “retención del sueldo a trabajadores” serán sustituidos por “contribuciones voluntarias”; “recibir dinero en efectivo” por “aportaciones de la gente” y “tragedia” por “esas cosas pasan”.

Como el Presidente está decidido a cambiar todo lo que no le gusta o no le conviene, no sería descabellado que cree una nueva institución: la Real Academia de la Lengua Morenista.