Recuperan ejidatarios tierra que les había despojado Javier Duarte y cómplices.

*Eran 21 parcelas que luego de casi 10 años de disputa jurídica y política les dieron la razón.

*Ahora buscarán recuperar las casi 10 mil hectáreas a orillas del mar en Xpicob, que les quitaron con engaños el hoy preso en reclusorio de la Ciudad de México y sus cómplices que atestiguaron en su contra y consiguieron el “perdón” de la fiscalía de la República.

Redacción/

Campeche. 03 enero 2021.- El litigio de al menos 8 ejidatarios prosperó en contra del gobernador de Veracruz y en el mes de noviembre una resolución judicial hizo que les devolvieran 630 hectáreas que el ex gobernador de Veracruz, a través de varios prestanombres, les despojó con engaños revela Pedro Celestino May Can, representante de la Coalición de las Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (CODUC).

A partir de esta resolución judicial, Alistan su defensa y recuperación de más de 9 mil 685 hectáreas ubicadas a orilla del mar en Xpicob y que también fueron despojadas por Javier Duarte y sus cómplices, por las cuales pagaron a 30 centavos el metro cuadrado.

La compra de 21 parcelas del ejido Lerma, en Campeche fue considerado en el 2017 como el negocio más lucrativo que concretaron Javier Duarte y cuatro de sus prestanombres y se destapa una red de .

En la compra de estas 21 parcelas en Campeche -que fue el primer negocio y el más lucrativo- estuvieron involucrados Javier Duarte y cuatro de sus prestanombres Alfonso Ortega López, Moisés Mansur Cysneros, Juan José Janeiro, y Rafael Rosas Bocardo.

El ex gobernador de Veracruz instruyó y utilizó recursos de las arcas del estado para adquirir los terrenos de los ejidatarios según consta en la carpeta de investigación.

Los llamados a atestiguar declararon ante el Ministerio Público que para esta operación pagaron un monto de más de 20 millones de pesos por el núcleos ejidal de Lerma en Campeche.

Los ejidatarios agradecieron al Presidente López Obrador su intervención en el caso en una de las visitas que realizó a Campeche.

“Toda esta red de traficantes de tierras ejidales es comandada por Antonino Almazán Arteaga como único representante legal de su empresa Icae de México que se dedica presuntamente a regularizar tierras ejidales, más bien son traficantes de tierra”, acusó, el líder ejidatario, May Can.

Los ejidatarios tuvieron que enfrentar hasta la cárcel, como fue el caso del dirigente May Can, quien fue acusado injustamente de despojo de estas tierras ubicadas en el poblado de Lerma, a unos 15 minutos de Campeche capital y además hoy eesta en silla de ruedas por los golpes y persecución de la que fue objeto durante la disputa.

Reportes periodísticos locales refieren que para evitar más tiempo en el penal de San Francisco Kobén, el dirigente campesino de 63 años tuvo que declararse culpable de ese delito para obtener la condena condicional y cumplir la pena en arresto domiciliario que concluyó el 19 abril de 2018.

La víctima de Javier Duarte narra al Diario Milenio, que antes de que le quitaran su libertad lo quisieron asesinar, “le quemaron su rancho y hasta mataron su ganado; incluso todavía el año pasado continuó la persecución del dirigente campesino”.

“El 19 de agosto del año pasado me levantaron frente a la puerta de mi casa, me golpearon y me dejaron tirado frente al Country Club. Hoy estoy en sillas de rueda, nunca pensé que esto sucedería por no ceder lo que más amo: la tierra”, contó a MILENIO Diario.

Por entonces señaló que no sabía que se enfrentaba a una red de corrupción cuya cabeza era un gobernador emanado del mismo partido político que el entonces Presidente de la República.

Pero después de varios años de disputa, el pasado 28 de septiembre May Can y los siete ejidatarios opositores vencieron en los tribunales al ex gobernador priista y toda esa red de corrupción.

“Fue una lucha muy difícil teniendo en contra todo el sistema jurídico y político. Los traficantes de tierra tenían los mejores abogados y todo el sistema a su favor, pero al fin se hizo justicia, ahora nuestros hijos trabajarán las tierras, estamos felices porque derrotamos a un sistema. “Ahora le digo a la gente que yo tenía la razón, que mi lucha era justa”, exclamó.

Durante este juicio se comprobó lo ya sabido: los cómplices de Javier Duarte engañaron a comuneros, sobornaron a campesinos y falsificaron documentos para ser reconocidos como ejidatarios y poder comprar estas 21 parcelas con dinero de las arcas de Veracruz.

“Se anularon 171 escrituras públicas a nombre de los prestanombres como Santa Bartola Acuña, Miguel Velázquez Nieva, Moisés Mansur Cisneyros y otros con ordenes de aprehensión.

En la red criminal, que de acuerdo con la PGR creó y dirigió Duarte, el abogado fiscalista Alfonso Ortega López, abogado y prestanombres de Duarte, “tenía la obligación de buscar oportunidades para invertir dinero”. “Una vez que (el ex mandatario estatal) analizó los detalles de este negocio, ordenó a Ortega López que se procediera a la compra de 21 parcelas, las cuales deberían ser adquiridas a nombre” de sus cómplices.

El propio Ortega López adquirió cuatro, Juan José Janeiro Rodríguez tres, Rafael Rosas Bocardo cinco, y Moisés Mansur Cysneiros nueve. La indagatoria del MP detalla que, por ejemplo, Ortega López adquirió estas tierras en poco más de un millón de pesos y, un año después, las vendió en 244 millones de pesos a la empresa fantasma Terra Urbanizaciones y Desarrollos Inmobiliarios.

El líder ejidatario May Can reveló que, con base a esta resolución judicial, ahora pelearán las más de 9 mil 685 hectáreas ubicadas a orilla del mar en Xpicob y que también fueron despojadas por Javier Duarte y sus cómplices, por las cuales pagaron a 30 centavos el metro cuadrado.

La compra de estas 21 parcelas en Campeche fue el primer negocio y el más lucrativo que hicieron Javier Duarte y cuatro de sus prestanombres: Alfonso Ortega López, Moisés Mansur Cysneros, Juan José Janeiro, y Rafael Rosas Bocardo.

En 2011, apenas unos cuantos meses después de iniciado su mandato, el entonces gobernador priista y sus cómplices adquirieron ilegalmente estas 630 hectáreas del ejido Lerma, por las cuales pagaron 20 millones de pesos con recursos públicos de Veracruz.

Dos años después, “tan sólo” lograron vender nueve de las 21 parcelas a sobreprecio y a empresas fantasma que los propios prestanombres de Duarte crearon.

Por ejemplo, Ortega López compró estas tierras en poco más de un millón de pesos, y, un año después, las vendió en 244 millones de pesos; Mansur Cysneiros, a su vez, pagó un millón 650 mil pesos por nueve parcelas, y recibió 253 millones de pesos al vender solo cinco.

Pero ese no fue el único delito que cometieron Duarte y sus cómplices para poder concretar este negocio.
De acuerdo con las normas agrarias, solo se permite que ejidatarios puedan comprar estas tierras, por lo que tuvieron que sobornar a los líderes comunales con dinero en efectivo, camionetas, televisiones o “mejoras en sus casas”.

En 2011, los prestanombres del entonces gobernador de Veracruz asistieron por única vez a Lerma para ser reconocidos como ejidatarios del poblado y entonces comenzó todo.

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