*Una mandataria estatal que no delega la cercanía con su gente.
10.09.2025. Veracruz.- En medio de las intensas lluvias que han azotado la región norte de Veracruz, la gobernadora Rocío Nahle García ha reafirmado su compromiso con la población al encabezar personalmente las labores de supervisión y atención en las zonas afectadas.
Su presencia no ha sido simbólica ni protocolaria: ha sido una acción concreta, decidida y cercana, que responde a una lógica de gobernanza sensible al territorio y a las necesidades urgentes de las comunidades.
Supervisión desde el aire, atención en tierra.
Desde temprana hora, la mandataria realizó un sobrevuelo por los municipios de Gutiérrez Zamora, Poza Rica y Coatzintla, donde se han registrado anegamientos en las orillas del río. El recorrido aéreo permitió evaluar el estado de las vialidades y cuerpos de agua, así como coordinar con las brigadas de auxilio que ya operaban en tierra.
En sus redes sociales, Nahle informó que, pese a las precipitaciones, la población se encuentra en buen estado y recibe atención inmediata, destacando la importancia de actuar con rapidez y coordinación, como reportó desde Álamo donde dialogó con pobladores.
“La lluvia fue intensa en el norte del estado. Aún continúan zonas inundadas en Álamo y Tantoyuca principalmente.
Sobrevolamos Gutiérrez Zamora, Poza Rica y Coatzintla donde hay anegamientos sobre la orilla del río, la población está bien. Sigue lloviendo en la Huasteca. Protección Civil, Seguridad Pública, Ejercito, GN y la Marina nos están apoyando en atender a la población. Estamos coordinados atendiendo a nuestra gente”, detalló.
La gobernadora veracruzana también reportó que el río Cazones presentó un ligero desbordamiento durante la madrugada. En respuesta, las secretarías de Protección Civil, Seguridad Pública, el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Marina han desplegado operativos de prevención, rescate y vigilancia. Ocho refugios temporales han sido habilitados en Álamo, Papantla y Poza Rica, y se mantienen activos los protocolos de emergencia: el Plan Tajín, el DN-III-E y el GN-A.
La figura de Rocío Nahle se ha consolidado como la de una mujer que no se limita a dirigir desde el escritorio. Su presencia en los lugares donde la ciudadanía la requiere, su contacto directo con las realidades locales y su capacidad de articular esfuerzos interinstitucionales, reflejan una forma de liderazgo que rompe con los moldes tradicionales. En lugar de discursos distantes, ofrece acciones concretas; en lugar de esperar reportes, se involucra en el terreno como sucedió en este día.
En un gesto que refuerza la dimensión humana de la respuesta institucional, Nahle anunció que el DIF estatal estará presente este viernes en las zonas afectadas para brindar apoyo a las familias que lo necesiten. Esta decisión no sólo responde a la urgencia material, sino también a la necesidad de acompañamiento emocional y comunitario, especialmente para mujeres, niñas, niños y personas mayores que enfrentan mayores vulnerabilidades en contextos de desastre.
Los puestos de mando instalados en Poza Rica, Álamo, Papantla y Huayacocotla permiten una vigilancia constante y una respuesta articulada. Esta estrategia territorial, impulsada por una gobernadora que conoce el valor de la memoria colectiva y la dignidad pública, busca evitar que las emergencias climáticas se conviertan en tragedias olvidadas.
La presencia de Rocío Nahle en las zonas afectadas no es una excepción: es parte de una política que reconoce que el cuidado de la vida comienza por estar ahí donde la vida se pone en riesgo.
En tiempos donde la gestión pública exige no sólo eficiencia sino empatía, Rocío Nahle encarna una forma de gobernar que escucha, actúa y acompaña, señalan en los lugares que visita.
Su liderazgo, marcado por la prontitud, la cercanía y la capacidad de respuesta, ofrece una narrativa distinta: la de una mujer que no teme ensuciarse los zapatos para estar con su gente, que no se esconde tras los informes, y que entiende que gobernar también es cuidar.