El presidente López Obrador no quiere recibir al Presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda ¿ Alguien sabe por qué la cerrazón?
Inconcebible en una democracia.
Alguien debe dar cuentas del motivo por el cual un Presidente no quiere ni escuchar cómo frenar al crimen organizado que ataca a la población civil, pues ello no solo lo exhibe, sino inquieta.
Ayer en el noticiario de Maru Rojas en Fórmula el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, insistió en su demanda de audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, aun cuando el presidente -que debería escuchar a todas y todos su gobernados- sobre todo en el tema que más aflige al país y que se perfila como el Waterloo de López Obrador, lo remite a charla con Adán Augusto López, donde nada avanza más que para los planes de la 4t.
El panista, ex secretario de gobernación, le solicita a AMLO que lo escuché por una hora para exponerle su propuesta de estrategia nacional de seguridad, con la que asegura se resolverá la crisis de violencia en el país, sin embargo se reitera la negativa presidencial a reunirse con la oposición, propio de un régimen autoritario.
En diciembre Adán Augusto López, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), se reunió con el entonces diputado panista Santiago Creel para acordar y preparar encuentros con dirigentes de ese partido, la oposición y el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). No hubo más diálogo. Nada progresó y siguen sin verlos, ni oírlos.
López Obrador insiste en no querer recibir al panista quien representa al poder legislativo en este momento, uno de los órganos constitucionales del Estado, tal vez porque no puede resolver ese toral tema, o no se lo permiten, que resulta un escenario mucho peor.
La insistencia de AMLO en que no pasa nada, en un México que se le cae desangrado y alegando que la 4t ha detenido la violencia en medio de masacres diarias (casi 90 personas muertas al día es una masacre al día), es preocupante. Inquieta, pues el presidente no es tonto, por lo que se infiere hay algo mucho más grave para cruzarse de brazos ante el crimen organizado.
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