Se desparasita el PRI.

/ Por Inocencio Yáñez Vicencio. /

La necesidad de legitimar, es decir, hacer aceptable la política como relación de mando y obediencia, impuso la presencia de los partidos políticos. No se puede someter a un pueblo o una clase social invariablemente por la fuerza. Desde tiempos inmemoriales se buscaron formas para hacer que la obediencia se implantara no únicamente por medio del garrote, por eso se echó mano de la ideología y mecanismos jurídicos u otros que lo hicieran aparecer como salido de los mismos destinatarios.

El invento más grandioso de los últimos siglos fue la democracia representativa como forma racional de dominación. Ella no estaría completa sin haber trasladado la soberanía del rey al pueblo. Para ello se tenia que dejar atrás la concepción orgánica de pueblo o nación, superar la idea de cuerpo posible de ser representado holísticamente, capaz de tener una sola voz y una sola voluntad, que tiene en la aclamación su mayor manifestación. La soberanía nacional como un todo o la soberanía popular donde cada individuo es una fracción de ella. Darle al Estado liberal-burgués una base monolítica, condujo a Sieyés a negar el papel de los partidos y que desde entonces se vieran como que dividían lo que era unitario. La historia termina por demostrar la falsedad de esa visión y reconocer que en el momento que existe un lazo permanente entre un representante y sus electores, surgen los partidos modernos. Antes hubo partidarismos, sectas y movimientos. Hoy la democracia representativa no puede existir sin los partidos.

Los mexicanos y mexicanas que se levantaron contra la dictadura de Porfirio Díaz, en 1910, aprendieron con el asesinato del Apóstol de la Democracia, que la instauración de la democracia debía de ser gradual. En 1929 fundan el PNR, que después será el PRM y ahora PRI, para dirimir sus controversias y darle permanencia a su programa social de destruir la estructura semifeudal que tenía en la gran hacienda, el latifundio, el peonaje, la tienda de raya, su persistencia; para rescatar los recursos nacionales; para reivindicar los derechos sociales; para crear la escuela rural; para crear los programas de vivienda; para crear redes de hospitales regionales y centros nacionales de salud; para elevar de 38 a 75 años las espectativas de vida; para electrificar el país y lograr una cobertura de 95 por ciento de luz en los hogares mexicanos; para edificar Ciudad Universitaria, fundar el IPN; crear la UAM; crear el ISSSTE; crear el IMSS; establecer un sistema de educación primaria; crear un sistema de educación normal; establecer una red de tecnológicos industriales, agropecuarios, pesqueros; extender una red de carreteras; instalaciones para museos; Metro; transporte; educación gratuita; Libro de Texto, programas sociales, INFONAVIT; el CONACYT; el Colegio de México; el CIDE…

La contrarrevolución se organizó libremente para tratar de revertir las conquistas de las clases desposeídas.
Conscientes los revolucionarios de que no era suficiente la revolución como fuente de legitimidad, las mayorías priistas votaron las reformas del 77 y 97 que nos condujeron a la alternancia en el 2000.

El origen endógeno y exógeno del partido de los revolucionarios, es decir, de dentro y de fuera del poder, engendró oportunismo y su larga estancia en el gobierno provocó la inevitable esclerosis.

Cuando en el 2004 llega Fidel Herrera Beltrán, al gobierno de Veracruz tuvo un diagnóstico exacto de la crisis que vivía el PRI, pero la medicina fue la peor. Aceptó que había que entregarlo a nuevas generaciones, pero yo le dije que había que ponerlo en manos de liderazgos auténticos del campo, la fábrica, las colonias, la sociedad civil, la Univerdidad…; pero no, reclutó a hijos de políticos caducos, Juniors y como corolario se trajo una camada de jóvenes que vieron la política como botín.

A esa manada pertenecen Javier Duarte y su pandilla: Deante, Vicente Benitez, Salvador Manzur, Beto Silva, Tato Vega.. Pepin Ruiz, Erik Lagos, Jorge Carvallo, que llegaron al gobierno con una mano adelante y otra atrás, pero que salieron después de haber amasado grandes fortunas.

Para todo partido en el poder es dificil saber quién llega por principios buenos y quién llega por ambiciones personales, pero el oportunismo derrama viendo dejan de aplicarse las reglas y los puestos y postulaciones se asignan sin tener en cuenta la preparación y la congruencia ideológica.

Nada dañino para un organismo es desparasitarse. Que hoy salga el grupo que encabeza formalmente Anilú, no merecería ni siquiera este comentario, pero aún siendo advertido desde hace meses de esta felonía, era una cosa, que por lo menos yo me negaba aceptar, porque si bien es cierto que pueden argüir ” razones “, nunca pensé que se fueran al partido que decían combatir y menos tratando de perjudicar al político más decente, preparado y congruente que tiene la clase política de Veracruz, como es Pepe Yunes.

No es de sorprender que a un partido en el poder lleguen parásitos como los que lidera Anilú, porque llegaron al PRI, cuando estaba en el poder, y se fuguen cuando lo vean en la oposición. Los hombres y mujeres de verdad se miden luchando por el poder, no disfrutando sus mieles. Ya sentirán que aquí eran de casa, en Morena y sus satélites serán tratados como arrimados. Al tiempo. El traidor es traidor donde quiera.

No nos engañemos. Su salida la preparan desde antes que llegara Alito a la dirigencia del PRI. Alito está de paso. Nuestra trinchera por México está dentro del PRI. Lo dije y lo repito. No es mi ideal de partido hoy, pero si salgo, no ha de ser para ir a apoyar a los destructores de la nación. Te digo a ti Carvallo, Anilú, Kuri… ustedes abandonan hoy al PRI porque creen que ya no les puede dar ningún puesto o curul, con lo que le dan la razón a sus críticos.

Bonita cosa. Morena y Amlo dicen: Bienvenidos los priista. Nada con el PRI. Pues que contrasentido, porque al PRI no lo compone un hombre, pero si sus hombres que le han dado gloria. Por lo visto a Morena no le vasta haberse llevado y tener a su servicio a Duarte. Viene por los restos del recluso.

Que cosas tiene la vida, tanto que emplacé a Marlon, para que desparasitara al PRI estatal y es Anilú, quién se lleva las frutas podridas que ya era hora que el árbol tirara. Que salgan los emboscados. Nos quedamos los que creemos que hay que hacer del PRI un instrumento al servicio de las mejores causas sociales. Nos quedamos los que no aceptamos que Veracruz se entregue a una Zacatecana.
Nos quedamos los que creemos que en Pepe, los veracruzanos tenemos la oportunidad de elegir al mejor.