*La desaparición de mujeres y la impunidad que suele acompañar estos casos da un mensaje contundente, doloroso y frustrante de disciplinamiento: mujeres no caminen por las calles, no den un paso en falso, no confíen: no somos libres.
Por Eva Patricia Avilés Gómez y Giselle Yáñez Villaseñor (CMDPDH)
Manejaba de vuelta a su casa, salió con amigas a bailar, caminaba por una acera rumbo a la escuela, la vieron a la salida del trabajo, y hoy no sabemos dónde están. Sus historias de Instagram nos dicen que un día antes habían sonreído, cantado, disfrutado de un atardecer; en Facebook posteaban imágenes que referían al hartazgo de vivir en un país donde tantas mujeres son desaparecidas, y hoy son ellas las que no sabemos dónde están. En la televisión muestran una ficha de búsqueda y sin que pasen un par de horas más, entras a Twitter y ya hay otra, y otra, y otra desaparecida. Ni en pesadillas podríamos imaginar una tragedia semejante a la realidad que vive nuestro país.
La desaparición de una mujer y la impunidad que suele acompañar estos casos da un mensaje contundente, doloroso y frustrante de disciplinamiento: mujeres no caminen por las calles, no den un paso en falso, no confíen: no somos libres.
¿Por qué la dejaron salir? ¿Dónde estaba su mamá? ¿Tenía problemas en casa? ¡Seguro se fue con el novio! ¿Y las amigas? ¡Con esas amigas para qué quiero enemigas! ¡La dejaron sola! ¿Y los valores..? Y seguimos sin poder ver que el núcleo del problema es el sistema patriarcal que violenta y discrimina a las mujeres, y el Estado omiso en sus obligaciones para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y las violaciones a los derechos humanos.
¿Por qué siempre tenemos que estar siendo protegidas? ¿Por qué todo el tiempo tenemos que enviar nuestra ubicación en tiempo real? ¿Por qué no podemos vivir sin que alguien tenga que estar cuidando de nosotras? Y la respuesta llega como un cubetazo de agua fría a nuestro rostro: porque en promedio siete mujeres son desaparecidas diariamente 1 y a diez más las asesinan. 2 Entre nosotras hemos tenido que acuerparnos, tomar clases de defensa personal, investigar cómo traer las llaves cuando vamos caminando para que en caso de que nos quieran desaparecer, tengamos una herramienta que nos dé la oportunidad de al menos intentar defendernos, pero es cansado y profundamente doloroso que una vez que llegas a casa y te sientes aliviada de estar a salvo, ves las noticias y ahí está… una chica que no lo logró, muestran su ficha de búsqueda y el corazón se apachurra un poco más. ¿Cuánto tiempo más aguantaremos esta situación? ¿Cuánto tiempo durará esta anestesia que pareciera haberle sido inyectada a la sociedad?
En estos escenarios es imprescindible comprender que hay dos factores clave en la desaparición de mujeres. El primero son los perpetradores que se alimentan de la misoginia y machismo que nos rodea, aquellos que se creen con el suficiente poder sobre nosotras para sustraernos, para hacernos sentirnos vulnerables y temerosas por no saber qué pasará con nosotras. ¿Nos asesinarán? ¿Nos integrarán a las filas de trata de personas para utilizar nuestros cuerpos en la explotación sexual, trabajo forzado? El segundo es el Estado, que no ha sido capaz de cuidarnos y que una vez que somos desaparecidas las autoridades se niegan a buscarnos inmediatamente, pese a tener conocimiento de que las 72 primeras horas son cruciales. Y ya no hablemos de cuando pasan días, a este punto las autoridades ya tienen apilados más expedientes, y si no pudieron/quisieron buscar a una, ¿cómo lo harán con más?
Según la Comisión Nacional de Búsqueda en México hay un total de 20 mil 148 mujeres desaparecidas o no localizadas, la mayoría de entre 15 y 19 años. 3 Además del foco rojo que representa el Estado de México, donde el mayor número de personas desaparecidas son mujeres, 4 otro que en las últimas semanas ha despertado una ola de indignación es Nuevo León, donde el gobernador Samuel Garcia aseguró hace unos meses que si se metían con las mujeres de su estado, se metían con él, 5 y solo en lo que va del 2022 suman 327 reportes de mujeres desaparecidas. 6 El feminicidio de María Fernanda Contreras evidenció la incapacidad del estado de investigar el paradero de una mujer desaparecida, y poco tiempo después comenzó a circular una nueva ficha de búsqueda, su nombre era Debanhi Susana Escobar Zabadúa, una chica de 18 años desaparecida en el municipio de Escobedo, Nuevo León, que días después fue encontrada sin vida.
En el último informe del Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas se señaló que hay un incremento importante de desapariciones de niños y niñas a partir de los 12 años, así como de adolescentes y mujeres; además el Comité solicitó atender con urgencia a las recomendaciones que acompañan el informe para que en México la desaparición deje de ser el paradigma del crimen perfecto. Vivimos en un país que está a punto de llegar a las 100 mil personas desaparecidas en prácticamente total impunidad. El Comité explicó que “Las desapariciones siguen afectando mayoritariamente a hombres de entre 15 y 40 años. No obstante, las cifras oficiales muestran un incremento notable de desapariciones de niños y niñas a partir de los 12 años, así como de adolescentes y mujeres, tendencia que se agudizó en el contexto de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19)”.
Pese a que las cifras son una evidencia de que estamos en una situación alarmante, la actual administración ha decidido no reconocer esta realidad. El presidente respondió a la presentación del Informe del Comité con argumentos para blindarse y esquivar su responsabilizar en estos hechos, desacreditando la labor del Comité y con ello, restándole importancia a un tema tan fundamental para el país. Desde presidencia se promueve una narrativa de lo más peligrosa, pues a los ojos de los perpetradores se seguirá permitiendo que desaparezcan personas antes de aceptar la crisis y actuar en consecuencia para detener la problemática; esto sumado a la constante descalificación al movimiento feminista, donde constantemente se señala a la lucha como “conservadoras” y de pretender afectar su mandato. Las mujeres quedamos en una posición sumamente vulnerable.
Las violencias no se terminan porque el Estado las niegue, al contrario, se incrementan y acrecientan la enorme impunidad. Vivimos en el México de 10 feminicidios y 7 desapariciones de mujeres diariamente, esto es lo que da vueltas en nuestra cabeza, lo que a muchas nos quita el sueño y nos exacerba los temores de un día ser las siguientes, que nuestras madres salgan a buscarnos, de que los carteles que escribimos para marchar se conviertan en realidad: ”si un día desaparezco, abracen a mi mamá”, ”si mañana no vuelvo, quémenlo todo…”.
Por verdad, memoria y justicia no dejaremos de nombrarte Silvia, María José, Concepción, Fabiola, Wendy, Alison, Yolanda, Esmeralda, Daniela, a todas las que nos faltan, ¡hasta encontrarlas!
1 Martínez, César (2022) Desaparecn 7 mujeres al día en México . Consultado aquí 18 de abril de 2022.
2 Información sobre violencia contra las mujeres del Secretariado Nacional aquí. Consultado 18 de abril de 2022
3 Versión Pública RNPDNO Comisión Nacional de Búsqueda. Consultada 18 de abril de 2022 aquí.
4 Atlas de género del Estado de México. Consultada 18 de abril de 2022 aquí.
5 Consultado el 21 de abril de 2022 aquí.
6 Reforma (2022). Van 327 mujeres reportadas como desaparecidas en Nuevo León. Publicada y consultada el 19 de abril de 2022.
Fuente: Voces feministas.com
