Sin tacto
Sergio González Levet
Si a usted le gusta de pronto darse una paseada por algunas singularidades de la gramática, le invito a que siga adelante con la lectura. Y hago la salvedad porque se supone que ésta es una columna política, y no deja de haber quienes consideran que espacios de este tipo se deben restringir a la información, el comentario y el análisis de lo que hacen los personajes públicos, entre los que son mayoría nuestros queridos políticos, tan simpáticos y honestos ellos… los de antes y los de ahora.
Así que aclaro que en esta columna ¿política?, hoy el tema será un aspecto del lenguaje y no si algún funcionario o alguna funcionaria han hecho mal o bien su trabajo, o los van a correr o los encontraron con su secretaria o su secretario (lo que puede funcionar para ambos casos, con eso de las nuevas modas respecto de las preferencias sexuales).
Y me detengo un momento en la gramática (ese secreto tan bien guardado por todas, todas, todas las escuelas y facultades de comunicación social, de modo que sus alumnos egresan sin saber nada de la ortografía, de la sintaxis y de la prosodia, válgame Dios) porque encuentro que recurrentemente se comete el error de confundir las siglas con los acrónimos y por ello en innumerables casos se utilizan mal las mayúsculas.
Sigla es, nos dice la Wikipedia, “el resultado de un proceso de creación de una palabra a partir de cada grafema (letra) inicial de los términos principales de una expresión compleja” y pone como ejemplo ONU, Organización de las Naciones Unidas.
Y acrónimo (“del griego κρος -transliterado como acros- ‘extremo’, y νομα -trasliterado como ónoma- ‘nombre’) es “un vocablo formado al unir parte de dos palabras”. Los acrónimos pueden unir dos elementos léxicos tomando del primer elemento el inicio y del segundo el final, como bit (Binary digit) o transistor (Transfer resistor), o formarse de varios elementos, como Inmecafé (Instituto Mexicano del café), Conasupo (Comisión Nacional para las Subsistencias Nacionales) o Ivec (Instituto Veracruzano de la Cultura).
Un acrónimo también puede ser una sigla que por el uso ha terminado por convertirse en una palabra de uso común, como láser (Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation) u ovni (Objeto Volador No Identificado).
El significado de un acrónimo es la suma de los significados de las palabras que lo generan. Por ejemplo, el término telemática procede de telecomunicación e informática, que a su vez es acrónimo de información y automática.
Como puede advertirse, las siglas se escriben todas con mayúsculas: PAN, PRI, PRD y los acrónimos solamente con la letra inicial: Morena, Panal.
Por desconocimiento de la regla, se ha vuelto habitual que muchas personas confundan los acrónimos y las siglas, y escriban, por ejemplo, SEDESOL en lugar de Sedesol, MORENA por Morena o COBAEV por Cobaev, creyendo que se ajustan a la norma gramatical. Las siglas de Sedesol son SDS (Secretaría de Desarrollo Social), las de Morena, MRN (Movimiento de Regeneración Nacional, cuyo acrónimo debería ser “Morrena”, porque la “r” inicial tiene un sonido fuerte) y las del Cobaev, CBEV (Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz).
Las reglas gramaticales muchas veces son minucias, pero todas son fundamentales para escribir con calidad.
Buen día, y espero que no les haya aburrido el tema. Ay, la gramática.
sglevet@gmail.com