Veracruz, El Dictamen, 10 octubre 2019.
atro enfermeras son las que presuntamente resultaron afectadas tras aplicar varias sesiones de quimioterapias a niños con cáncer en el área de oncología de la Torre Pediátrica de Veracruz, al operar una caminadora de flujo laminar, la cual no cumplía con las especificaciones adecuadas para proveer protección a quienes la manejaban.
El director del Hospital Regional de Alta Especialidad de Veracruz, Sócrates Gutiérrez Castro, confirmó que estas enfermeras presentaron ciertos síntomas, como sangrado nasal, pérdida de cabello y que incluso una de ellas denunció haber tenido un aborto, por lo que ya se ha girado una orden para que se les abra un expediente clínica y se les den todas las facilidades para que se les realicen los estudios pertinentes para descartar que puedan tener una afectación actualmente.
Explicó que aún no está confirmado que la sintomatología presentada por las enfermeras sea a causa de haber operado la campana de flujo laminar en condiciones indebidas. Asimismo, externó que las trabajadoras siguen asistiendo a laborar en el área oncológica del edificio de Pediatría.
“Los síntomas de ellas no son en este momento incapacitantes e insisto, el hospital por ejemplo no les puede otorgar una incapacidad porque para eso sí cuentan ellas con el servicio médico del ISSSTE”, comentó.
Agregó que hace unos meses se hicieron los reclamos a la empresa que proveyó la campana de flujo laminar a la Torre Pediátrica, cuando aún el equipo y la obra del edificio se encontraban en garantía, sin embargo, la compañía demostró mediante documentación que el aparato había sido proporcionado tal cual lo pidió la administración estatal anterior.
Detalló que no sólo el equipamiento médico que recibió la actual gestión ha presentado fallas, sino también el edificio de la Torre Pediátrica, ya que se han registrado plafones caídos, daños en tuberías y fugas de agua, que se han reportado a la constructora para reclamar la garantía.
Por último, precisó que la tarde del miércoles se llevó a cabo el abasto de medicamentos al hospital, pero sobretodo de dos claves sumamente necesarias para la aplicación de las quimioterapias, que son la vincristina y ciclofosfamida, que ya llevaban varias semanas sin que los proveedores pudieran proporcionarlos.