Sucesos

Sucesos

Por: Patricia Núñez

Cambios: a escasos meses de haber iniciado en su cargo el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ya se han presentado 5 cambios importantes en su gabinete, hecho que no habla bien de su gobierno, manda un mensaje a la ciudadanía, primero de que no supo elegir bien a sus funcionarios y segundo de que no existe una buena coordinación y comunicación entre su equipo de confianza y el mismo.

De las cinco bajas que se han dado en el gobierno de López Obrador, la de Josefa González Blanco Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), es la primera “renuncia” que sugiere directamente el presidente, tras el escándalo en redes porque de la oficina de la secretaria pidieron “por orden presidencial”, según anunció el piloto a los pasajeros, que regresara de la pista de despegue un avión para que abordara la funcionaria. Las otras renuncias tuvieron que ver con personajes que no se adaptaron a los nuevos estilos de austeridad y recortes de la 4T, que no se entendieron con sus jefes inmediatos o de plano tuvieron diferencias con las políticas del nuevo gobierno.

Como fue el caso de Clara Torres, que dejó la coordinación de Estancias Infantiles por desacuerdo con el cambio en el financiamiento directo a los padres de familia, o de Simón Levy quién renunció a la subsecretaría de Turismo por diferencias con el secretario Miguel Torruco y por estar en contra de los contratos por asignación directa entregados en esa área, o de Patricia Bugarín, quien dejó la Subsecretaría de Seguridad por desacuerdos con la estrategia del secretario Alfonso Durazo; pero creo que la renuncia más importante y en donde se deben prender los focos, es en la que presento el Director General del IMSS, Germán Martínez Cázares, quién dejo en claro que algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social.

Donde se puede ver que solo se busca el ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el “cargo” que el “encargo”.

Reconoció que el IMSS se debe transformar, como lo ordena el Presidente pero que el cree que el eje de su reforma deben ser las personas que se atienden en el IMSS, y no los funcionarios que trabajan en el IMSS.

Se requiere una gran reforma LEGAL, y no una pequeña reforma REGLAMENTARIA. Necesitamos una reforma al IMSS para acoplarlo al sistema universal de salud y al modelo preventivo, donde se ataquen los determinantes sociales de la salud. Una reforma al IMSS para adecuarlo a la nueva realidad laboral, y al nuevo Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, donde de forma gratuita se atienda a los mexicanos en igualdad de condiciones.

Y como bien dijo el Ex Secretario, algunos funcionarios de Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS, donde por ejemplo, se pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en los Estados desde la Secretaría de Hacienda, y así anular a los Delegados que aprobó el Consejo Técnico; lo que sí es una realidad, es el gran desabasto de medicamento, la falta de médicos y la falta de servicio en las distintas instalaciones; y como dirían en mi pueblo “y así como pues”.