Tal para cual .

/ Verónica Malo Guzman /

En los tiempos estelares de los ‘otros datos’, parece que lo importante es lanzar la balandronada más grande para amedrentar, evidenciar o acallar al otro. ¿La verdad? ¿Los principios? ¿Las responsabilidades? ¿El compromiso con la nación?

Eso es lo de menos; el chiste es salir “airoso” por vía de la mayor amenaza. En México, poco a poco se va haciendo a un lado el derecho, la ley y la certeza como si fuesen bienes prescindibles. Muy grave cuando quienes a ello contribuyen son o fueron servidores públicos. El que más sigue esta tónica es sin duda el presidente López Obrador.

Pero este texto no se trata de él, sino de una nueva “entrega”: el pleito entre Jesús Ramírez, coordinador general de comunicación social y vocero de la República, y Sanjuana Martínez, exdirectora y enterradora oficial de Notimex. Este espectáculo deja al descubierto el ínfimo nivel que han alcanzado la política y las figuras que gobiernan este país. Particularmente deplorable la actitud de Sanjuana, quien firma como ‘periodista’ en X y quien debería proyectar transparencia, veracidad, apego a la verdad.

Sanjuana Martínez señala que tiene audios comprometedores de diversas figuras de la 4t; vaya, que estos están grabados cometiendo actos delictivos. Que, inclusive, “si publicara las pruebas que piden, se puede caer una candidata”. Pues bien, más allá de las versiones encontradas, de los hechos reales (y lo que el respetable pueda opinar de ellos), lo que hace la hoy exfuncionaria se llama extorsión y es sancionable.

Si ella tiene pruebas de lo que afirma, lo que procede es que las presente y denuncie; quedarse en el chantaje justifica que sea demandada. Pero más importante: no le estaría haciendo daño a sus adversarios; se lo estaría haciendo a México.

Escalar su pugna con Ramírez toca nuevas cotas de ilegalidad e hipocresía, máxime cuando después de lanzar su amenaza, “endulza” la misma con un “y no quiero hacer daño a este gobierno ni al que viene…”. ¿Es pitonisa para saber qué gobierno viene? ¿O anuncia una elección manipulada? Cualquier respuesta es grave.

En todo caso, las amenazas de muerte (ella dice que ha recibido varias por parte de personajes del gobierno de la ‘transformación’) deben ser denunciadas. Ya sea ante la Fiscalía de la Ciudad de México o ante la FGR. Si ahí no procedieran sus denuncias, puede acudir a la CNDH o a distintas organizaciones, entre ellas a Artículo 19. Lo que sería intolerable es que todo lo anterior lo haya inventado o, bien, que sea cierto pero lo use para chantajear.

Intolerable porque México es una de las naciones donde los periodistas sufren más amenazas, atentados y asesinatos resultado de su trabajo y porque constantemente incomodan a los poderosos (la última: la agresión que sufrió la periodista Yolanda Caballero en Tijuana, Baja California, después de denunciar diversos ataques en su contra). Lo he escrito muchas veces, pero vale la pena repetirlo, pues las implicaciones son numerosas: México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo; tan solo en este sexenio 43 periodistas han sido asesinados.

¿Sanjuana se conduce por el bien de México y en favor de México? ¿O para hacerle daño a un grupo en el gobierno (y, por supuesto, este a ella)? ¿Su paso por Notimex qué nos dice de una y de los otros? ¿Mi opinión? Que son tal para cual (y también unos tales por cuales).

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