Tener y no tener

La cápsula de Leila Guerriero

La novela Tener y no tener, de Ernst Hemingway, fue publicada en 1937 y adaptada al cine en 1944 por Howard Hawks. Si tanto el libro como el film se lanzaran al mercado ahora habría que cambiarles el título porque, probablemente, si se conservara el original, la novela se confundiría con el ensayo de un infectólogo y la película con un documental sobre la pandemia. Era una tarde de otoño en Buenos Aires. Yo iba en taxi y hablaba con el conductor acerca de los tópicos de siempre: que si la inflación, que si el gobierno, que si el confinamiento. En un momento me preguntó: “¿ Vos ya tuviste?”. Tuve ganas de decirle que sí. Que ya había tenido amores, borracheras, madres cantando mientras lavaban la ropa, padres leyéndome cuentos, hermanos con los que me había arrancado mechones de pelo en trifulcas ardientes cuando era chica, caballos, una gata que se llamaba Murly y que encontramos con mi abuela abandonada en una caja en el kiosco de la vuelta, un espejo ovalado, un cepillo para el pelo con mango de carey, una caja con el vestido de novia de mi madre, el álbum de fotos de la boda de mis padres, una videocasetera, un walk man, viajes por el mundo, un anillo y un pareo comprados en Tailandia, un atrapasueños que me regaló una amiga española, media docena de estatuitas de piedra verde que le compré a un artesano en Colombia, una carpa, una bolsa de dormir, una pileta de lona en el fondo de mi casa, cuatro parras, cinco higueras, un limonero, una planta de jazmín que se secó después de la muerte de mi madre, un profesor de portugués, amigos que se fueron a vivir muy lejos, una ciudad natal, otra de residencia, varios autos, una moto, un perro llamado Fofi, un rifle de aire comprimido, una navaja suiza, días buenos y malos, libros con recetas de cocina, zapatillas para salir a correr, suéters de cashemire. Pero, claro, el tipo no me preguntaba si había tenido todo eso sino si había tenido el virus. Algo pasa cuando el verbo “tener” designa una sola cosa y, aun así, significa mucho, tanto, casi todo.