Tibio y ambiguo

/Guadalupe Loaeza /

“Tibio, ambiguo e ignorante” debe haber encontrado a López Obrador el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, al hablar del conflicto entre Rusia y Ucrania. De allí que el mandatario alemán haya expresado durante la sesión solemne en el Senado: “Esta brutal violación de las normas por parte de Putin no afecta solo a Europa, nos afecta a todos”. Más adelante insistió: “Debemos estar unidos en la respuesta a un agresor que intenta reemplazar la fuerza del derecho por el derecho del más fuerte”.

¿Por qué López Obrador no acaba por condenar la invasión rusa contra Ucrania? ¿Por qué se ha esforzado por mantener una postura supuestamente neutral? Y ¿por qué ha criticado a las potencias occidentales por suministrar armas a Ucrania? Su comportamiento se debe seguramente a su ridícula posición de izquierda trasnochada de los años setenta. El Presidente sueña que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) todavía existe, ha de creer que Stalin aún vive y que Ucrania es parte de la Unión Soviética. Habría que despertar a López Obrador de su sueño de opio y decirle que Putin puede ser peor que Stalin por la sencilla razón de que posee armas de destrucción masiva. En relación a lo anterior, Steinmeier les recordó a los senadores mexicanos que la guerra que “libra Rusia contra Ucrania nos causa conmoción a todos los que creemos en la libertad y el derecho de autodeterminación territorial de cada país (…) Cada día que pasa matan a personas en Ucrania, mujeres pierden a sus maridos, hijos a sus padres, padres a sus hijos”. Más claro que el agua no podía ser el mandatario germano: “Quien pretenda normalizar las violaciones de fronteras y la usurpación de tierras estará abriendo la caja de Pandora y, en última instancia, amenazando al mundo entero. De este modo, estará abandonando definitivamente el camino emprendido por Benito Juárez cuando dijo: ‘El respeto al derecho ajeno es la paz'”. Mejor expresado, imposible. Putin no respeta ni el derecho, ni la paz, “entre los individuos, como entre las naciones”.

Hay que decir que el 16 de septiembre, día del desfile conmemorativo, AMLO propuso un acuerdo para detener la guerra en Ucrania y lograr una tregua de cinco años “en favor de la paz entre todas las naciones”. La contestación de la oficina de Volodímir Zelenski no se hizo esperar: “Los ‘pacificadores’ que usan la guerra como tema para sus propias relaciones públicas solo causan sorpresa”, escribió el asesor presidencial Mykhailo Podolyak en Twitter. Y agregó: “¿su plan es mantener a millones bajo ocupación, aumentar el número de entierros masivos y dar tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva? Entonces su ‘plan’ es un plan ruso”.

Cuánta razón tenía el asesor del presidente de Ucrania. Ayer, precisamente, Putin “ordenó la primera movilización militar de Rusia desde la Segunda Guerra Mundial, advirtiendo a Occidente que si continuaba con su ‘chantaje nuclear’, Moscú respondería con el poder de todo su vasto arsenal”. Y 300 mil reservistas serán llamados a las filas, según el Ministerio de Defensa (Reforma). Por lo pronto, manifestantes de al menos 38 ciudades rusas salieron a las calles para protestar contra la movilización militar: “¡No a la guerra!” y “¡No a la movilización!”, gritaban a sabiendas de que la policía se los llevaría detenidos, tal como sucedió a más de mil personas. “La policía es la vergüenza de Rusia. ¿Por qué hacen esto si a ustedes mañana mismo los van a mandar a la guerra de Ucrania?”, preguntaban a gritos algunos manifestantes, quienes podrían ser castigados hasta con 15 años de prisión.

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