*El rector de la UV, Martín Aguilar Sánchez, la designó recientemente coordinadora de la Unidad de Género.
*Todas las escuelas, de todos los niveles, pero sobre todo las universidades y máxime las públicas, construyen la sociedad y la cultura desde la manera en que forman al estudiantado, pero también con el desempeño y relaciones que se generan al interior.
Karina de la Paz Reyes Díaz
08/10/2021, Xalapa, Ver.– Para la nueva coordinadora de la Unidad de Género de la Universidad Veracruzana (UV), Anabel Ojeda Gutiérrez, ante el contexto social que se vive en esta casa de estudios tiene la obligación de ser un espacio seguro, de paz y cuidados, sin discriminaciones ni violencias, y es en ello que trabajará para lograr cambios sustanciales.
El rector de la UV, Martín Aguilar Sánchez, la designó el 1 de octubre como Coordinadora de la Unidad de Género de la institución y sobre eso versó precisamente su breve mensaje de toma de protesta.
En entrevista con Universo. Sistema de noticias de la UV, expuso que el contexto de violencias contra las mujeres y las poblaciones diversas es conocido y bien sabido, y tiene índices “espeluznantes” en el país.
“Somos el país número dos por violencia contra la población diversa y no binaria, después de Brasil, y los índices de feminicidio ya todos los conocemos.”
En su opinión, todas las escuelas, de todos los niveles, pero sobre todo las universidades y máxime las públicas, construyen la sociedad y la cultura desde la manera en que forman al estudiantado, pero también con el desempeño y relaciones que se generan al interior.
Además, no debe olvidarse que las condiciones de pandemia han agravado todas las problemáticas, con un sesgo importante de género, más para las mujeres y las poblaciones vulnerabilizadas, en consecuencia estamos en un momento de “crisis”.
Desde su manera de ver, que coincide con los ejes de trabajo del Rector de la UV, hay un interés y compromiso con “de verdad generar las políticas institucionales y las posibilidades de capacitación y sensibilización” en estos temas.
Pero se trata de un trabajo de largo aliento, aclaró la funcionaria universitaria: “Yo qué más quisiera prometerles la caída del patriarcado en la Universidad para el semestre que entra, pero eso no es posible. Es un trabajo de largo aliento, nos enfrentamos a muchas resistencias, todavía, a creencias, prácticas y costumbres muy arraigadas en nuestra sociedad y es contra lo que trabajamos”.
No obstante, Anabel Ojeda dijo tener esperanza y confianza en que podrán realizar “cambios sustanciales para la igualdad, la no violencia, la discriminación”.
En ese sentido, adelantó que, por un lado, hay temas que necesitan revisarse para privilegiar la perspectiva de género y el respeto a los derechos humanos; por otro, proyectan procesos de sensibilización, tanto de carácter informativo para la comunidad UV y otros más como el anunciado por la propia Rectoría a medidos de septiembre, el “Programa integral de formación e integridad académica”, que es específico para la plantilla docente de la Universidad.
Asimismo, trabajará en consolidar y ampliar la vinculación con redes nacionales e internacionales abocadas a la materia de género.
Pero algo especial dejó en claro: “A mí me interesa mucho el trabajo de base, el acercamiento con el estudiantado, para conocer de primera voz las necesidades y también poder empezar a hacer gestión desde las consejerías estudiantiles, con conocimiento de causa y bien informado. Agradezco mucho el activismo que ha tenido nuestro estudiantado, porque eso impulsa”.
En este tenor, también comentó que “la Universidad Veracruzana no es un ente volador etéreo”, sino una institución conformada por personas que inciden, para bien o para mal, en todas estas cuestiones del respeto a la diversidad y la no violencia.
Un caso paradigmático
Precisamente, el “Programa integral de formación e integridad académica” tiene como antesala el caso de un académico de la Facultad de Contaduría y Administración, región Xalapa, que emitió en el aula virtual de clases declaraciones que constituyen discursos de odio, misoginia, homofobia y lesbofobia, y tras un proceso apegado a la ley se determinó la rescisión de su contrato individual de trabajo.
Para la Coordinadora de la Unidad de Género, ese caso se vuelve paradigmático, al tiempo que agradeció la valentía y el compromiso de quienes lo hicieron público, porque puso sobre la mesa una problemática grave y que no es un caso aislado en la Universidad.
En casos como éste, su posicionamiento es claro: “Hay una diferencia entre opiniones personales y discursos de odio. Los discursos de odio no están protegidos por la libertad de expresión y eso lo dice la Constitución, no yo. Entonces, tenemos que aprender, como comunidad, que el caso es paradigmático y que es una oportunidad para que aprendamos que ya no se puede tolerar ni justificar ese tipo de discursos que son violentos”.
Admitió que no se trata de un caso aislado, pero el curso que tomó cimbró a la comunidad, y precisamente como Universidad es necesario atravesar y procesar tales sucesos, para generar espacios libres, justos, donde toda persona pueda estar en paz, porque “en medio de la crisis que estamos viviendo, todo el mundo tiene el derecho a estar en paz en su lugar de estudio o de trabajo”.
En el protocolo no habrá cambios, pero sí agregados
Un tema más del que se le preguntó fue el Protocolo para Atender la Violencia de Género en la Universidad Veracruzana, que como precisa el propio documento en su Presentación. “es el resultado de un largo proceso de auscultación a la comunidad universitaria en las cinco regiones, en cumplimiento al mandato del H. Consejo Universitario General en su sesión ordinaria del 9 de diciembre de 2019”.
Recordó que, en sesión ordinaria de diciembre de 2020, el Consejo Universitario General de la UV aprobó reformas estratégicas en sus estatutos General, del Personal Académico y de los Alumnos 2008, así como en su Reglamento de Igualdad de Género, pero faltan los cambios en la Ley Orgánica.
Del protocolo subrayó que es un documento “muy bien trabajado y bien hecho”, en el que colaboraron muchas personas y reconoció el crédito de la Unidad de Género y de María Lilia Viveros Ramírez; adelantó que más que modificaciones o cambios, es necesario agregar asuntos que surgen, por ejemplo, por la pandemia, tal es el caso de la violencia digital, intromisiones en espacios de plataformas virtuales y filtraciones.
“El protocolo es una guía que me parece muy clara y muy bien trabajada, pero recordemos que quienes sancionan son las autoridades colegiadas unipersonales, no la Unidad de Género. Entonces, también va mucho el trabajo por ahí, por procesos bien hechos, comprometidos y con perspectiva de género. En eso estamos.”
A propósito del tema, pidió a la comunidad UV que lea con atención el protocolo y lo conozca, está disponible en todas las páginas oficiales de la UV.
Cabe citar que Anabel Ojeda realizó funciones de docencia e investigación en la Universidad Veracruzana Intercultural y a partir de 2015 se había desempeñado como titular de las coordinaciones de la Unidad de Género y la de Interculturalidad y Género en la región Orizaba-Córdoba, a la par cuenta con experiencia en trabajo con asociaciones civiles.
Para cerrar la entrevista agradeció el recibimiento a esta nueva encomienda por parte de la comunidad UV y reiteró su compromiso.