*Prosa aprisa .
/ Arturo Reyes Isidoro /
Dice un refrán que la ocasión, la pintan calva.
Significa, según el autorizado Centro Virtual Cervantes, del Instituto Cervantes de España, que: “No hay que vacilar, sino tener decisión y diligencia para no perder las oportunidades que se presenten, pues no suelen aparecer dos veces”.
Da una interesante explicación: En la mitología grecorromana, la diosa Ocasión era representada sin pelo, excepto por encima de la frente. De esa forma se simbolizaba la dificultad de no perder la oportunidad de algo cuando se presenta de frente y cómo resulta prácticamente imposible detener su curso.
La noche del viernes, procedente del Estado de México, donde estaba recluido en prisión, trajeron, también preso, al exfiscal del estado, Jorge Winckler, al penal de Pacho Viejo.
Allá estaba detenido acusado de los delitos de desaparición forzada y privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro. Por un amparo, se le puso en libertad, pero ya lo estaban esperando los “muchachos” de la fiscal Verónica Hernández Giadáns. La Fiscalía estatal lo acusa ahora del probable delito de tortura.
Por supuesto, no se pueden meter las manos al fuego por él, ni por su antecesor Luis Ángel Bravo Contreras, ni por la actual, Hernández Giadáns, pero todo apunta a un acto de venganza del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez (CGJ) para golpear al exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares (muy similar a lo que estuvieron haciendo con el exsecretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, al que cada que le concedían un amparo le inventaban otro delito y, así, hasta que, años después, por fin pudo pisar la calle).
(El abogado defensor de Winckler, Rodolfo Félix Cárdenas, explicó que la nueva aprehensión por una orden emanada en Veracruz fue ilegal porque dijo que no se podía ejecutar cuando hay un procedimiento en una entidad diferente.)
Cosas legales e ilegales aparte, como al gobierno cuitlahuista lo distingue su preocupación y desvelo por la transparencia (ejem ejem), seguramente, ahora sí, cuando lo tienen a la mano para preguntarle, se pondrá en claro de dónde sacó los 300 millones de pesos que asegura el gobernador que tenía “escondidos” en la fiscalía (“puedo probar, hay pruebas… cuando me pasó el dato –la fiscal Hernández Giadáns– dije: ‘¡ah, caray!’… mi presunción es que le dieron recursos para financiar campañas”) y de paso Cuitláhuac nos dirá a dónde fueron a parar, o quién los tiene, porque pensar, aventurar que alguien se los robó, ¡no no no no nooo!, ya que el gobierno cuitlahuista trabaja en casa de cristal, un verdadero templo de honestidad, el castillo de la pureza económica.
Si se resiste a hablar, a Winckler le pueden dar una sopa de su propio chocolate, o de la que servían sus esbirros: una calentadita (madriza), chile piquín con tehuacán por la nariz, o ya de perdida un baño con agua helada en la madrugada, cuando más baja está la temperatura, que todo eso se justifica cuando de por medio está el patrimonio de los veracruzanos (sí, porque pensar que el gobierno guinda de la 4T practica la tortura, otra vez, ¡no no no no noooo!, si usa puros métodos científicos para obtener evidencias).
Verónica (Vero o Verito para sus cuatas), fiscal, ¿por qué no lo investigan, por qué no investigan, por qué no le preguntan de dónde sacó el dinero? ¿Es que estaba “lavando”? ¿Para quién? ¿O quién se lo dio para financiar campañas, según sospecha su jefe el gobernador? ¿Por qué no lo tenía en un banco, “sudando”? ¿Por qué lo guardaba en la fiscalía y no en su casa debajo del colchón, o enterrados donde nadie los encontrara? ¿Celosa, como es usted, de la aplicación de la ley, por qué no lo denunció en su momento por la posesión de ese dinero? ¿Por qué no lo acusa ahora? ¿Por qué se quedó callada durante más de cuatro años y no dijo nada y si se supo solo fue porque Cuitláhuac lo hizo público, porque a él sí le gustan las cosas claras y el chocolate espeso, para que aprenda?
Si la ocasión la pintan calva, ahí lo tienen para que cante como un jilguero, como un canario, como un cenzontle, como un ruiseñor; “canta, canta, canta/ Palomita blanca, mientras mi alma llora”. Sentado, voy a esperar la verdad.
¿Y si gana el frente opositor y los Yunes se hacen de la Fiscalía?
Y que reapañan a Winckler. Mientras los guinda estén en el poder no lo van a soltar. En mayo voy a cumplir ya 54 años de andar en estos trotes y he visto tanto que no quiero ni pensar lo que va a pasar si en una de esas, por las circunstancias políticas, gana el frente opositor la gubernatura y los Yunes azules piden la Fiscalía General del Estado para ellos. Ya voy a ver a estos cuatroteistas escondiéndose, huyendo, amparándose, o, aprehendidos, yendo de cárcel en cárcel. Sigo creyendo que la actual fiscal va a pagar por todos ellos, o por la mayoría. Ha tenido y tiene a muchos inocentes en la cárcel. Debe muchas. Seguramente sabe el juego que juega y a lo que debe y tiene que atenerse. Juego que admite desquite, ni quien se pique.
Igual, sentado, voy a esperar a ver qué sucede.
Seguiré siendo crítica, dice Ruth Callejas
Respetuosa y hasta amistosa, pero evidentemente con un dejo de molestia, la diputada local de Movimiento Ciudadano, Ruth Callejas Roldán, me escribió para hacerme algunas “precisiones”: “seguiré siendo crítica cuando tenga que serlo, no por hipocresía o por darle gusto a unos cuantos”.
Reaccionó así a dos menciones que hice de su persona, la semana pasada, luego de que votó a favor de los nombramientos de magistrados propuestos por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
“Leo su nota (columna) y ahora es mi deber preguntarle, ¿Cuándo me ha conocido por ser una persona que reciba dinero a cambio de algo?… Y le comento, ellos (los de Morena) tenían los votos, no había línea del partido (MC, se supone) y el PAN y PRI firmaron el acuerdo de Corona (uno de los beneficiados) y votan en contra para no exponerse a la crítica pública”.
“En 2021 el mismo grupo de Cambranis posicionó y todos los demás votaron a favor, incluyendo MC. Y Juan Manuel Unanue del PAN. Linea partidista como partido no había, el grupo que formó Marlon 2 votan en contra y 1 a favor ese sí es Primor porque Hugo González ya está en Morena abiertamente”.
“No lo tomo personal, pues esto así es. A estas alturas, grilla y efervescencia electoral me quedo que en los momentos más álgidos sí he levantado la voz y no he votado a favor de ultrajes, de presupuestos, de la desaparición del tejas (¿TEJAV?), ni sus nombramientos, de la militarización y seguiré señalando a los violentadores y acosadores de todos los partidos, hasta del mío”.
Efectivamente, no tengo evidencia de que ha recibido dinero a cambio de algo, y lo reconozco y dejo constancia de ello. No lo digo por ella, pero de todos modos, si alguien recibe dinero no va a posar y a esperar a que alguien le tome fotos o lo videograbe.
Pero, por experiencia de tanto que he visto y sabido de primera mano, continúo sosteniendo lo que generalicé: cuando diputados su suman al partido que no es el suyo y votan para favorecer una decisión del gobernador en turno aunque no se cumpla con la legalidad, eso tiene un precio, que luego se cobra en especie o en efectivo: con un “favor especial”, un contrato de obras, una licencia para algún negocio, una concesión para un despacho contable o de auditoría, por ejemplo, o bien dinero constante y sonante, porque de gratis nada. Si la diputada Callejas es ajena a todo eso, seguramente tiene la conciencia tranquila y actúa plenamente consciente de ello. La felicito. Mis respetos.
Lo cierto es que votó a favor (en todo caso, se pudo haber abstenido) y no alzó la voz para protestar contra un procedimiento que se hizo fast track, que se sumó a la bancada del partido en el poder que no es el suyo y que aprobó magistrados y consejeros que no tenían el perfil ni reunían los requisitos necesarios, ni tenían (ni tienen) la experiencia para ocupar sus nuevos cargos. Me atuve y me atengo a los hechos, que, además, fueron públicos. ¿Cómo dice el dicho?: peca tanto el que mata la vaca como el que le agarra la pata.
Pero, diputada, este espacio siempre estará abierto para conocer su verdad, su opinión, su inconformidad, su reclamo, su crítica hacia el columnista, lo que guste. De eso se trata, de que no nos quedemos callados.