* No hay detenidos y el crimen permanece en la impunidad.
/Redacción/
Mexcalzingo, Guerrero, 19 enero 2020.- Una célula de la delincuencia torturó, asesinó y quemó a 10 integrantes del grupo musical Sensación, en la comunidad de Mexcalzingo, en el municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero, el pasado viernes sin que hasta el momento las autoridades rindan cuentas por la masacre.
Las víctimas, entre los que había un menor y jóvenes, fueron identificadas como: José Julio de 37 años; Crescenciano de 37; Israel de 24; Antonio de 24; Cándido de 20; Lorenzo de 32; Juan Joaquín de 42; Marco de 36: Regino y el menor Israel, de 15 años de edad.
El pasado jueves, los músicos salieron de la comunidad Alcozacan para tocar en la localidad de Tlayelpan, en Chilapa en dos camionetas como transporte y cuando regresaban del evento, 24 horas después, hombres armados los interceptaron en la carretera a la altura de la Mexcalzingo para torturarlos, balearlos y luego prenderles fuego
De acuerdo a un integrante de la Policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autodefensas Comunitarias (CRAC), el comando armado primero quemó las camionetas y después asesinó a los 10 integrantes de la agrupación Sensación para intentar ocultar que los identificaran.
La CRAC responsabilizó del crimen al grupo de autodefensa Por la Paz y la Justicia, vinculada a la organización criminal “Los Ardillos”.
Los Ardillos son uno de los grupos, que junto a los Rojos se han apropiado del territorio de Guerrero, y que han enfrentado en repetidas ocasiones por el dominio de la venta y distribución de droga.
Estos grupos aterrorizan a la población rural e indígena en total impunidad, particularmente a quienes están asentados en la montaña alrededor de la siembra de amapola.
Estas células delincuenciales irrumpen en los poblados indígenas, los atacan y hacen secuestros masivos, como ocurrió con los 43 estudiantes, y desaparecen a quien sospeche no están con ellos o les estorben, sin que una autoridad estatal o federal, frene la violencia o recupere territorio.
Reportes locales sostienen que ‘Los ardillos’ llevan cerca de 4 años en una guerra contra la policía comunitaria de Chilapa de Álvarez, por lo que la violencia extrema contra indígenas se presentan recurrentemente.