**ALHAJERO.
Una voz estremeció ayer los muros del Centro Histórico. La de Porfirio Muñoz Ledo, expresidente de la Cámara de Diputados por Morena, y quien entregó la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador. Sorpresiva, sin duda. Sobre todo, por el marco en que se dio: en la reunión de la Coppal (Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe), frente a dirigentes de distintos partidos del continente, y al lado del presidente del PRI, Alejandro Alito Moreno, recién reelecto al frente de ese organismo hasta 2026.
En ese escenario, entre los muros del ex convento de San Hipólito, Muñoz Ledo –quien entre sus múltiples cargos fue presidente del PRI entre 1975 y 1976– advirtió sobre la peligrosa aparición de un nuevo actor en los procesos electorales: el narcotráfico. “Ha aparecido un nuevo rey de la selva, que es el narco, porque potencia en dimensiones nunca imaginadas, el uso del dinero… Este nuevo actor viene a revolucionar lo que entendemos como procesos políticos”.
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Al presidente López Obrador “la pista ya se le está acabando”, mencionó, para soltar luego una verdadera bomba en el encuentro: “El Presidente piensa que puede heredar al siguiente gobierno su asociación con los delincuentes y que eso le otorga mayor poder. Porque además de tener la autoridad y los recursos del gobierno federal, éstos se suman a los del narcotráfico y entonces no hay nada que se le pueda oponer”, explicó.
“A esto le llamamos en México el Maximato”, y resumió: Hoy –agregó el también expresidente del Partido de la Revolución Democrática– quiero repetir públicamente este llamado al presidente: “Debe entender Andrés Manuel López Obrador que su contubernio o alianza con el ‘narco’ no es heredable porque éstos, como lo han hecho siempre y en todas partes, en todas las plazas políticas, se entienden con el que va a llegar. Ya no va a necesitar el narco del presidente, ese es el tema…Van a prescindir de él y habrá el peligro de que (el narco) exija más a los nuevos actores”.
Por ello propuso reflexionar en un nuevo pacto social –pacto de poder, le llama mi amigo Alberto Aguilar Iñárritu– porque de otra manera no ve salida a los problemas. En 2024, anticipó Muñoz Ledo, habrá “un enfrentamiento muy serio por esa transferencia de lealtades y de asociaciones, y por un nuevo sojuzgamiento de la ciudadanía”. Y lo que originalmente nació como Movimiento de Regeneración Nacional, bien podría concluir como “Movimiento de Degeneración Nacional”, concluyó.
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