Patricio Pereyra, de 17 años, alumno de la Preparatoria Anáhuac Puebla, le propinó una golpiza a un joven operador de caseta en Lomas de Angelópolis 1, porque el empleado “no le abrió rápidamente la pluma”.
El junior intento hacer creer que el joven empleado había iniciado la agresión pero las cámaras lo desmintieron.
La institución educativa ya lo suspendió temporalmente y analiza su expulsión definitiva. Sin dos casos de violencia y prepotencia, en dónde sus alumnos se ven involucrados.
La familia ya sido expuesta en redes sociales donde se muestran conductas parecidas a las del hijo.
El caso exhibe tres aspectos: el doxing al que han sido sometidos los victimarios en redes, la impunidad en la que prevalece el caso de los “porkis” poblanos que casi matan a un joven que defendió a su novia de sus agresiones y muy mal el comportamiento de las familias que educan en la violencia a sus hijos.
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