/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Formalmente, el proceso electoral 2023-2024 iniciará el próximo mes, cuando la autoridad electoral comience a hacer públicos todos los lineamientos. Sin embargo, desde hace mucho tiempo, tanto en el plano nacional, como en el estado, ya hay personajes que andan como pepita en comal.
Quien tiene rato moviéndose con discreción, es el presidente municipal de Boca del Río, el panista Juan Manuel Unánue Abascal. El abogado, es una de las piezas más notorias del grupo liderado por los Yunes. Unanue ha sido diputado local, diputado federal y, ahora quiere ser el candidato del Frente al Senado, impulsado claro está, por sus padrinazgos políticos.
Pero veamos; es cierto que en los años que lleva en la política no tiene escándalos; ha trabajado con decoro -sin ser el mejor alcalde que han tenido los boqueño-, en la presidencia municipal; no es un personaje histriónico, protagónico, como lo fue otra pieza de ese grupo, Polo Deschamps, pero en su contra está que está desdibujado del plano nacional.
La zona conurbada es un bastión panista-yunista, eso es innegable, pero no les alcanza por sí solo para que gane el escaño; el tiempo juega en su contra para poder recorrer toda la compleja geografía veracruzana, conocer la médula de los problemas regionales, que lo conozcan y, sobre todo, que lo acepten. Aun así, está en su lucha.
De ahí que no cause extrañeza ahora del por qué los Yunes azules, los Yunes del Estero, han estado tan sumergidos. No van a pelear en la interna la candidatura a la gubernatura para uno de ellos: quieren el Senado para uno de sus alfiles.
Habrá que ver cómo vienen los jaloneos internos entre PRI, PAN y PRD ahora que ya formalmente se instaló el comité local para la construcción del Frente Amplio por México, y en el que participarán en el proceso de selección del representante nacional y, en su momento, las posiciones estatales. Si Unánue quiere, y puede, ya trae en tiempo en su contra.
@YamiriRodriguez