Y mañana, ¿qué sigue?

TIERRA DE BABEL

Jorge Arturo Rodríguez

“La mujer que amé se ha convertido en fantasma.

Yo soy el lugar de sus apariciones”.

(“Cuento de horror”, de Juan José Arreola).

“Estoy con ustedes”, es lo menos que debemos expresar quienes no pudimos unirnos a la marcha #8M de miles de mujeres el pasado domingo, como el caso de la trabajadora de cierto restaurante que lo manifestó a través de una letrero al paso del contingente por céntrica calle de Xalapa. Creo que nos enteramos del suceso, por lo demás muy emotivo y solidario. Sí, estamos con ustedes como lo estuvimos al día siguiente apoyando el #9M, el paro de labores de las compañeras. No todas pudieron hacerlo, y se entiende puesto que la situación laboral, económica, social, política y etc., es harto conocida. Se lucha para detener la violencia contra las mujeres, pero también mejorar las condiciones de vida de todas y todos. Sororidad y solidaridad, como quieran llamarle. La lucha debe seguir. Porque la violencia, la impunidad, las desigualdades y las irracionalidades continúan, incluso suben de tono y extienden sus tentáculos, alejados que estamos del camino de la hermandad, el respeto, la tolerancia y el amor –denle el sentido que gusten.

Hay a quienes no les interesa, les vale madres; otros, viven en la comodidad de las futilidades; unos más, se hacen de la vista gorda… En entrevista, Antonio Pau, a propósito de su reciente libro Manual de Escapología. Teoría y práctica de la huida del mundo, expresó que “frente a un mundo hostil caben dos posibilidades: intentar cambiarlo o inhibirse y alejarse de ese entorno que se percibe insoportable. La primera decisión supone una acción colectiva, política. La segunda es individual. Ambas pueden llevar al éxito o al fracaso, aunque se tiende a pensar que es más fácil resolver un problema personal que corregir los males sociales”.

No sé ustedes, pero un mundo sin mujeres, sin amigas y amigos, sin compañeras y compañeros, sin familiares, sin parientes, sin amantes, sin amar, no sería mundo. Aunque la “chingadera ande de la chingada”, dijera mi abuelo.

Lo dijo Julio Ramón Rebeyro: “El gran error de la naturaleza humana es adaptarse. (…) El matrimonio destruye el amor, la posesión mata el deseo; el hábito, la novedad; la destreza, la conciencia. Ser el eterno forastero, el eterno aprendiz, el eterno postulante: he allí una fórmula para ser feliz”.

Ahí se las dejo.

Los días y los temas

Mi reconocimiento a la diputada Elizabeth Cervantes de la Cruz por haber propuesto en días pasados una Iniciativa para reformar el artículo 237 del Código Penal del estado, con el fin de sancionar ejemplarmente a las personas que eludan su responsabilidad y sus obligaciones de mantención a sus seres queridos o no, renunciando a su empleo o solicitando licencia sin goce de sueldo y sea éste el único medio de obtener ingresos.

La diputada Elizabeth Cervantes de la Cruz abundó: “…una realidad innegable en nuestra sociedad, es que no siempre quien tiene la obligación de proporcionar los alimentos cumple de manera natural y responsable con tal deber, haciéndose necesaria la interposición de demandas ante los juzgados civiles o familiares, e incluso denuncias ante las fiscalías competentes, lo anterior, a efecto de obligar a los deudores a cumplir con este deber legal.”

Precisó: “No obstante las vías legales existentes para hacer efectivo el pago de los alimentos, es preciso reconocer que en multiplicidad de ocasiones, el deudor alimentista logra evadir la acción de la justicia ejerciendo acciones indebidas, tales como renunciar a su empleo o solicitar licencias sin goce de sueldo, con el único fin de no pagar la pensión alimenticia a la que por derecho está obligado. Este actuar es a todas luces egoísta e irresponsable y deviene en una total injusticia perpetrada en contra de quien necesita los alimentos, deviene en un total injusticia que deja en estado de indefensión a muchas niñas y niños, personas mayores, mujeres, personas con discapacidad, y demás seres vulnerables con derecho y necesidad de recibir los alimentos”. Ahí ‘ta.

Por eso propuso aumentar las sanciones “hasta en tres años de prisión y multa hasta de cien días de salario, y pago como reparación del daño, de las cantidades no suministradas oportunamente, cuando el deudor alimentista renuncie a su empleo o solicite licencia sin goce de sueldo y sea éste el único medio de obtener ingresos o se coloque dolosamente en estado de insolvencia, con el objeto de eludir sus obligaciones para con sus acreedores alimentarios, conforme a la ley correspondiente”. Chido. Enhorabuena, diputada Elizabeth Cervantes.

Ojalá la Comisión Permanente correspondiente dictamine lo antes posible la Iniciativa y se apruebe en el Pleno legislativo, porque existen muchos casos de esta naturaleza de irresponsabilidad, por así decirlo. En otras palabras, hay cada persona en el reino de Dios, o lo que es lo mismo, de que somos, somos.

De cinismo y anexas

Me enteré y se los comparto: “Nos cuentan desde Zacatecas que la nueva delegada del IMSS estatal, Sandra Durán Vázquez, llegó con la espada desenvainada, poniendo nuevas reglas tanto a su personal, como a los derechohabientes. Al hacer valer la autoridad que le confirió la 4T y que ganó en una tómbola, nos detallan, lo primero que doña Sandra pidió a sus colaboradores fue que los lunes lleguen temprano y uniformados para hacer honores a la Bandera. Sin embargo, nos revelan, lo que más llamó la atención es que ordenara a sus subalternos que todos los martes vean la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues es el día que también acude a dicha conferencia su jefe, Zoé Robledo, director General del IMSS”. (eluniversal.com.mx, 04-03-20).

Ahí se ven.

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